El último libro de Pedro González Cuevas: De historia y política. Escritos polémicos, por Javier López

GONZÁLEZ CUEVAS, Pedro Carlos

De historia y política. Escritos polémicos

 

Javier López

La Razón Española 

 

 

Pedro Carlos González Cuevas es uno de más destacados estudiosos y críticos de la vida política española contemporánea, con una autoridad incuestionable en el campo de estudio de las derechas españolas. Sus trabajos se caracterizan por el rigor académico, la profundidad del análisis, la implacabilidad de la crítica, y la brillantez del estilo literario. Afortunadamente no necesita presentación para nuestros lectores, dado que es asiduo colaborador de esta revista. De historia y política. Escritos polémicos es hasta el momento la última contribución  a su gran obra intelectual, contribución que tiene una especial importancia por la amplitud de temas que trata.

En efecto, nos hallamos ante una recopilación sistematizada de lo que eran originalmente distintos estudios independientes. El elemento que aglutina todos los trabajos que componen el libro es constituir estudios, a veces muy críticos, sobre figuras o acontecimientos de primera categoría en España y en todo el mundo occidental en los siglos XX y XXI. Estos personajes y sucesos tienen en común su condición intelectual y doctrinal, pero también su profundo impacto en la vida política.

El libro se abre con un capítulo dedicado a tres figuras intelectuales que fueron capaces de someter a crítica al Sistema de partidos de 1978: Gonzalo Fernández de la Mora, José Luis López Aranguren y Gustavo Bueno. Fernández de la Mora y Bueno, por su mayor realismo político y su firme defensa de la Nación española, salen claramente mejor parados en análisis, mientras que López Aranguren recibe un juicio más desfavorable debido a su mayor seguidismo respecto a la corriente oficialista predominante. No obstante, también se elogia que tuviera cierto sentido crítico, mucho mayor en todo caso que el de la generalidad de los supuestos intelectuales de su tiempo.

La obra prosigue con la aproximación a tres autores liberales con una influencia difícil de exagerar en la política occidental del siglo XX, como son F.A. Hayek, Karl Popper y Raymond Aron. Su estudio se centra en la aplicación de sus sistemas de pensamiento en los modernos regímenes de partidos, profundizando en último término en la relación, no tan simple como parece, entre liberalismo y democracia. En este caso es Aron el que recibe una valoración más benigna, al estar su pensamiento menos condicionado por el dogmatismo ideológico y más informado por el realismo político, como se aprecia en su apertura a una intervención moderada del Estado en la economía.

El libro contiene además varios epígrafes sobre sectores de la derecha no representados en los partidos del Sistema, como los que en España vendrían a integrar los Amigos de la Ciudad Católica con su revista Verbo, o la propia Razón Española como expresión del pensamiento del mismo Gonzalo Fernández de la Mora. Y también se consagran varios apartados a la Nouvelle Droite y a Alain de Benoist, con especial consideración a su influencia en España.

De otra parte, se dedica un capítulo al “revisionismo histórico”, en el que incluye a historiadores europeos de primer nivel como Renzo de Felice, François Furet o Ernst Nolte. Se estudian individualmente cada una de sus figuras y el conjunto de sus obras respectivas, elogiando el rigor académico y la independencia de criterio de dichos autores, que fueron capaces de enfrentarse con coraje y con eficacia a muchos de los mitos históricos en que se basa la cultura política europea y de sus respectivos países desde 1945: la Revolución Francesa, la significación del nazismo, la dialéctica fascismo-antifascismo en Italia, la distinción del fascismo como ideología y como régimen, la contraposición con el comunismo, etc. Estos historiadores genuinamente revisionistas son el modelo que González Cuevas considera como apropiado para afrontar el desafío de la llamada “memoria histórica”.

Ya se ha dicho que la obra no solamente se ocupa de autores concretos, sino de grandes fenómenos intelectuales con trascendencia política. Así, el antifascismo, pese a ser básicamente un subproducto ideológico con finalidad propagandística, tiene una importancia incuestionable y se le dedica un incisivo capítulo. Asimismo se somete a crítica a la “no-izquierda” española que pudo representar con aparente firmeza doctrinal Esperanza Aguirre, y que a día de hoy sigue encarnada en el Partido Popular. A propósito de esta crítica, se hace un implacable retrato de su endeblez como alternativa doctrinal, sustentada en un liberalismo al que frívolamente se atribuye el monopolio de la producción de ideas en el ámbito de la derecha. También, como parte de la misma crítica, se hace una ajustada valoración general de la Era de Franco, como un período ciertamente autoritario pero a la vez fundamental en la historia de España, en la que se logró la construcción de un auténtico Estado, la industrialización y el desarrollo de las clases medias, aportando testimonios de cómo ello se hizo compatible con altos niveles de libertad social y personal.

El libro concluye con tres capítulos dedicados, respectivamente, a tres fenómenos de primer nivel para la vida política. Uno es el citado de la “memoria histórica”, en el que González Cuevas está especialmente concienciado como historiador profesional que es, ya que como tal es uno de los objetivos contra los que apunta la aberrante Ley de Memoria Democrática recién aprobada. Sus párrafos acerca de este asunto son imprescindibles para poder entender la situación actual. Otro acontecimiento es el Concilio Vaticano II, de cuya trascendencia absolutamente fundamental para España es consciente un académico especializado en las derechas españolas como él, que ha expuesto en muchas de sus obras cómo el catolicismo ha sido el gran elemento vertebrador de la derecha en nuestro país. En este capítulo del libro se estudia concretamente ese impacto del Concilio en la política española, y en especial en los sectores de la derecha, que fueron los más directamente afectados. Finalmente, se inserta adecuadamente como “colofón” el ensayo Pecados originales del régimen del 78, con el que el autor ganó el Premio Pascual Tamburri.

Algunos de los trabajos incluidos en la obra (no todos) ya habían sido publicados por Razón Española. Como se ha expuesto, todos estos ensayos tienen en común el referirse a grandes figuras o sucesos del ámbito del pensamiento contemporáneo cuyo alcance se extiende a la política. Pero tienen otra cosa en común: nos permiten acceder al “puro González Cuevas” que se manifiesta al tratar estos asuntos. Así, el lector podrá disfrutar, en un solo volumen, de su análisis riguroso de la totalidad de los personajes y fenómenos mencionados, siempre presidido por su erudición en materia de pensamiento político y por su estilo literario sobresaliente.

El libro puede considerarse además una buena síntesis de las aportaciones de Pedro Carlos González Cuevas a la vida intelectual y política española, de las que los lectores de Razón Española nos hemos podido beneficiar en todos estos años, y que se aprecian a lo largo de toda la obra: la importancia del realismo político, el valor de una historiografía verdaderamente útil para el saber y para el bien común, la reivindicación de grandes figuras del pensamiento español como nuestro fundador GFM, la desmitificación de las consignas oficialistas, la denuncia del Partido Popular como el verdadero enemigo de una derecha española auténtica y útil y, en general, la crítica implacable al Sistema de 1978, bien fundamentada con argumentos racionales y empíricos.

Estamos ante un libro importante, que puede ser de gran ayuda para la formación de quienes quieran acercarse al pensamiento político más influyente en los últimos cien años; de quienes aspiren a tener nociones de democracia, libertad o Historia basadas en la realidad y en la honestidad intelectual, y no en consignas ideológicas; y de quienes busquen argumentos sólidos contra fenómenos tan nocivos como la partitocracia o la “memoria histórica”. En definitiva, la obra es una valiosa contribución al combate intelectual en defensa de España y de la cultura occidental.

 

 


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