La hoja de servicios de Francisco Franco (1907-1939): un texto fundamental

Redacción 

 

Con una lujosa presentación, a lo largo de más de 500 páginas, SND Editores, con la colaboración de la Fundación Nacional Francisco Franco, ha puesto en las librerías de España el texto Franco. La hoja de servicios de un soldado del profesor Francisco Torres. No es una biografía militar del Generalísimo (ya existen las de los generales Fontenla y Casas de la Vega), sino un trabajo de documentación en el que el autor ejerce de guía abriéndonos el expediente militar de Francisco Franco.

A partir de una amplísima documentación, en gran parte inédita, el lector tiene la oportunidad de penetrar en la carrera militar de Francisco Franco desde la documentación oficial conservada. Textos que han permanecido inalterables desde hace casi un siglo. Con ellos, el profesor Torres ha pretendido satisfacer una demanda y una necesidad. En este sentido, no son pocos los historiadores y amantes de la historia militar que, a lo largo de los años, se han preguntado por el destino de lo que es el acta de la vida de un soldado, la Hoja matriz de servicios de Francisco Franco, reclamando su publicación. Algunos lo han hecho estimando que esa documentación «secreta» ocultaba la verdadera imagen de un militar mediocre. Algunos, ignorando la documentación, han llegado a escribir que era posible que una versión que circula por la red fuera el fruto de arreglos posteriores (el autor ha manejado las diversas hojas realizadas debido a que cada vez que se producía un ascenso o una gran condecoración era preciso expedir una documento certificado hasta la fecha de referencia; ello le ha llevado hasta la localización del expediente del Capitán Franco en Regulares).

Un trabajo/publicación necesario porque hasta hoy solo existía una publicación de los años sesenta, realizada por el coronel Carvallo de Cora, que hoy circula por la red, que a la luz de este trabajo es incompleta, presenta diversos errores y ausencias en los años 1924 y 1925. Aquella edición solo cubría, realmente, los años que van de 1907 a 1925, careciendo de la necesaria documentación complementaria.

El profesor Francisco Torres, tras varios años de investigación nos presenta ahora el documento completo hasta 1925, transcripción de los originales, incluyendo las partes que hasta hoy nunca se habían reproducido, acompañado por la reconstrucción de la misma hasta 1939. Para ello ha recuperado desde algunas de las declaraciones personales del Generalísimo hasta las referencias contenidas en las hojas de servicios de sus ayudantes y generales, pasando por las referencias de prensa y otro tipo de documentos militares. Por vez primera nos ofrece lo que sería el documento íntegro desde 1907, año de su entrada en la Academia de Infantería de Toledo, hasta el 31 de diciembre de 1939.

La propuesta que nos hace no es plantearnos una tesis sino acompañar al lector a través de los legajos en una lectura guiada. En su introducción, el profesor Torres, que sigue planteamientos como los del historiador militar Alonso Baquer, nos recuerda que Franco fue un militar singular, distinto al general napoleónico que era un modelo habitual, que a lo largo de su vida se adecuó a una doctrina táctica de la que se dimana un comportamiento aplicable a la política: siempre fue un Generalísimo, con un Estado Mayor y con unos jefes de Grandes Unidades.

El libro, tras una más que interesante introducción, se estructura siguiendo el formato de una Hoja Matriz de Servicios con sus subdivisiones. Y ese es un gran acierto de la obra, especialmente para los historiadores e investigadores militares, para los propios militares de hoy o para los amantes de la historia militar.

Es la 7ª subdivisión, la referida a los hechos de armas, como no podría ser de otra manera, la más extensa y la que más llama la atención ocupando 450 páginas del texto. En esta ha tenido la virtud de ir incluyendo en cada año los anexos referidos a la documentación complementaria a los hechos de armas del expediente del Generalísimo. Así reproduce, extracta, resume, cientos y cientos de folios correspondientes a los juicios contradictorios para sus ascensos a Teniente Coronel, Coronel y General; a las condecoraciones recibidas. Maneja con soltura, para hacerlos fáciles al lector, documentos administrativos que ofrecen no pocas perspectivas. Se unen a ellos: escritos inéditos, como la memoria de su visita a las academias militares alemanas (1928); sus escritos militares; la reproducción íntegra, acompañada del resumen que nos sitúa cada parte, de sus Comentarios al Reglamento (1938), de una importancia capital para entender algunos aspectos de sus decisiones en la guerra; el análisis de su plan defensivo para las Baleares (1933-1936); las órdenes-instrucciones esenciales por él firmadas durante la guerra…

El profesor Torres es consciente, y así lo explica, de que la Hoja matriz de servicios no es un documento hecho para ser leído o publicado, pero ha sabido estructurarlo de tal modo que facilita gratamente la lectura, una vez que se acostumbra al modo de expresión militar. Para la parte reconstruida, trece años, ha optado por seguir el modelo imitando la forma típica de estos documentos, para dar unidad al conjunto. Todo el texto está acompañado, en esta edición crítica, por 600 notas a pie de página que nos permiten conocer los hechos que se van mencionando, los personajes que aparecen, la importancia que tuvieron.

Valga como primicia de las sorpresas que van desgranando los documentos reproducidos o extractados el listado de los sucesivos mandos que apoyaron sus ascensos. Así nos encontraremos con las declaraciones efectuadas por José Miaja, José Riquelme, Núñez de Prado, Sebastián Pozas… y tantos que en la guerra estuvieron en las filas contrarias. Testigos de numerosos hechos de armas, que declararon para los ascensos o las condecoraciones, que nos relatan las acciones y su valoración del militar que las protagoniza. Textos escritos en 1922, 1923, 1924, 1925, 1926 muy lejanos a cualquier exageración posterior. Cada orden general reproducida, cada propuesta unipersonal reproducida, cada decisión del Consejo Supremo de Guerra y Marina se constituye en el más recio mentís a quienes han hablado de la «incompetencia militar» de Franco. Por si no fuera suficiente, aparece, aunque el autor nos advierte de que seguramente resultará incompleta, la relación de condecoraciones recibidas por Franco a lo largo de su vida, tanto españolas como extranjeras. Fue condecorado por Francia, Marruecos, Italia, Alemania, Japón, Argentina, Portugal, Argentina, Siria, Jordania, Filipinas, Perú, Egipto, Nicaragua, Camboya, China… y hasta la Legión Norteamericana.

Página a página, documento tras documento, el profesor Torres hace que el lector derruya a través de sus propias conclusiones elementos clave de la mitología antifranquista usados por autores como Paul Preston o Ángel Viñas. El argumentario, por ejemplo, entierra definitivamente la falsa idea de que los ascensos de Franco se debieron a sus reclamaciones y al favor real.

El cómputo de sus años de servicio, que se extienden desde 1907 hasta 1975, desde los 14 hasta casi cumplir los 83 años, convierten a Franco en uno de los militares, con los abonos de tiempo de servicio que también recoge, que mayor tiempo han estado en activo en la historia de España. Siguiendo el texto podemos ver cómo en los algo más de 10 años que estuvo casi de forma permanente en campaña, se dio la paradoja de que acumulaba tantas menciones, tantas distinciones, tantos hechos brillantes que casi no daba tiempo a condecorarle o a adjudicarle las recompensas merecidas, perdiendo alguna de ellas en el camino. Con la documentación se demuestra que no se le quiso ascender a Comandante, pese al juicio de votación, por su excesiva juventud; que es el caso extraño de que se abrieran dos juicios contradictorios casi paralelos para su ascenso a Coronel; que acumuló méritos para ser General pero que no se le podía ascender porque tenía que cumplir dos años en el empleo.

No hay en el texto conclusiones, porque no se trata de una tesis, pero en la coda final el profesor Torres desvela que no fue solo el general más joven de su tiempo, sino quizás casi el más joven en occidente del siglo XX. Para ello nos recuerda que, desde Eisenhower, pasando por Bradley, Guderian, Manstein, Rommel, Patton, hasta Colin Powell, Norman Schwarzkopf, Sharon o Moshé Dayán, todos ellos, llegaron a general con más años que Franco. No en vano en poco más de 15 años ascendió de 2º Teniente a General.

En definitiva, este libro, que es un documento único y fundamental, es el testimonio fidedigno e irrebatible de una de las biografías militares más brillantes y longevas del siglo XX. Un texto que no puede faltar en ninguna biblioteca que se precie.

 


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