Ángel Maestro
En las Navidades de 1991 la Unión Soviética tocó a su fín, habiendo transcurrido ya un período de tiempo suficiente para contemplarlo con cierta perspectiva. Como se afirma de forma precisa en el prólogo de la obra, con ello apareció una nueva constelación de Estados soberanos en el mundo, entre ellos los cinco “ instanes “ : Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán, Kirguistán y Tayikistán. Así ,en el corazón de Asia Central se produjo un cambio de gran calado, puesto que esas cinco repúblicas, por entonces casi completamente desconocidas para el ciudadano medio europeo o norteamericano, abrieron un nuevo espacio geoestratégico. Entre alguna de esas repúblicas, destaca por ejemplo Kazajstán, el noveno país del mundo en extensión-cinco veces España- con considerables riquezas en su suelo, destacando entre la variedad de materias primas el petróleo, el gas y el uranio, primer productor mundial de este último mineral.
La aparición de los nuevos países soberanos de Asia Central junto con el cambio de régimen en Rusia ha posibilitado una relación fluida ente el Extremo Oriente y Europa, pudiendo tender hacia una posible reconfiguración de Asia y Europa en un nuevo macrocontinente. Lo que implicaría la progresiva recuperación del término Eurasia, olvidado en los archivos históricos o en la tan señalada novela de G.Orwell “1984”.
“El retorno de Eurasia “, veinte años del nuevo espacio geoestratégico que abrió paso al siglo XXI, constituye una extensa y compleja obra fruto de la colaboración de destacados especialistas de diversos campos :
historiadores, periodistas, militares, diplomáticos, realizada bajo la coordinación de dos expertos sobre el particular, Francisco Vega y Andrés Morenza, que han realizado una tarea difícil por la variedad y complejidad de los temas tratados.
La primera parte del libro titulada “1979. La semilla lejapartitocráticana “ está dividida en dos estudios , el primero dedicado a un aspecto de tanta importancia cual el de Irán y la revolución islámica de 1979 del que es autor el militar Pablo Martín. El enorme error del utópico e ignaro presidente de los EE.UU. James Carter respecto al movimiento revolucionario islamista y al desplazamiento del sha condujo no a esa democracia partitocrática tan cara, sacralizada, a los EE.UU. sino a la implantación de esa mixtura de teocracia fundamentalista y fanatismo nacionalista, cuyas consecuencias han originado un sinfín de problemas que agravan a límites difíciles de preveer la situación política del Oriente Próximo y Medio.
El segundo estudio de esta primera parte va dedicado a un asunto de tanta repercusión no sólo en Asia, sino en el futuro de la URSS, y a la actualidad, cual la invasión soviética de Afganistán y sus consecuencias, cuya autoría corresponde al colaborador del grupo Eurasian Hub y experto en temas de Defensa ,Arturo Esteban y a un conocedor de Afganistán, Agus Morales.
La segunda parte de la obra aparece con el significativo y preciso título de “El nuevo espacio del Asia Central”, dividido en tres estudios. El primero del que es autor Carlos Masdeu bajo la acertada titulación “Estrategias para Eurasia : el retorno de Mackinder”, en relación al controvertido artículo que en 1904 publicara el geógrafo inglés Harold J. Mackinder sobre la clásica pugna entre el poder marítimo y el poder terrestre, conceptos ampliados en 1919 y en obras posteriores, y como para el reconocido geopolítico inglés la clásica superioridad del poder marítimo frente al poder continental habría resultado alterada. Contraposición también a la bien conocida teoría de Mahan. Si la consolidación de Eurasia se viese coronada por el éxito, tema sumamente complejo, tendrían realidad las palabras de Zbigniew Brzezinski, que cita Masdeu, de que la primacía global de los Estados Unidos dependería de por cuánto tiempo y cuán efectivamente pueda mantener su preponderancia en el continente eurasiático.
Otros capítulos de dicha segunda parte son :”El espacio exsoviético del Asia Central : Estados, clanes, linajes” a cargo de Juan Sánchez Monroe, doctor en Historia y diplomático cubano con destinos en la Unión Soviértica y ex embajador en Serbia y Montenegro, quien realiza un documentado estudio sobre la difícil comprensión de lo que erróneamente se puede entender dicho espacio geográfico ex soviético como un todo etnocultural, geopolítico y de la civilización, espacio enorme dos veces más grande que la Europa Occidental, señalando las diferencias existentes en todos esos conceptos que conforman lo que se denomina Asia Central, convertida casi de la noche a la mañana, indica el autor, buen conocedor del tema, en epicentro del Juego Global.
Finaliza la segunda parte con el capítulo “Empiezan las revoluciones de colores” a cargo del investigador y universitario venezolano Carlos González Villa, título que viene a cuento por la serie de procesos de cambio político en varias repúblicas ex soviéticas conocidos como “revoluciones de colores”. Señalando certeramente que tras el fin de la Unión Soviética y del sistema marxista leninista – posiblemente el más trágico y terrible experimento político en la historia humana- en tantos pueblos y países, los Estados Unidos se atribuyeron a si mismos el papel de árbitros en el extenso espacio euroasiático, no permitiendo el surgimiento de una gran potencia en la región. De ahí, añadiríamos ,la complacencia con la Rusia caótica de los primeros años post comunistas que pasó por un evidente trance de disgregación , y la encubierta y a veces inequívoca hostilidad hacia la nueva Rusia dirigida por Putin y al renaciente nacionalismo ruso.
La tercera parte analiza el surgimiento de nuevos y viejos actores, tratando el 11-S y sus consecuencias, la llegada de Turquía, la incógnita china y el candente búnker iraní. Son autores de los distintos capítulos Agus Morales, ya citado experto en Afganistán y Pakistán, Andrés Mourenzá, uno de los dos coordinadores del conjunto del libro. También Nicolás de Pedro, investigador sobre Asia Central y el militar Pablo Martín con experiencia práctica en Afganistán y Pakistán. El estudio de De Pedro relativo a la incógnita china adquiere especial importancia por la colosal potencia económica y demográfica del gigante asiático, sobre su papel destinado a ocupar una posición hegemónica. China será uno de los grandes vectores que moldeará el futuro de Asia Central dejando atrás décadas de ausencia en el espacio euroasiático.
La cuarta y última parte titulada “Escenarios inesperados “ trata en sus cuatro capítulos del Cáucaso desde la herida chechena a la guerra de Georgia , de la eterna cuestión kurda, las inesperadas revoluciones kirguisas y del protagonismo israelí. Son autores el ya citado Arturo Esteban, e investigadores y estudiosos como el periodista Daniel Iriarte, el historiador Luis Sánchez, los periodistas Antonio Pita , Ana Cardenes y Ricardo Mir de Francia. Uno de los dos coordinadores, el historiador Francisco Veiga, realiza el epílogo con interesantes conclusiones cual la de lo que hoy denominamos Eurasia es en la actualidad una denominación notablemente fluida, hasta tal punto de que se basa más en un juego de interacciones dinámico que en una acotación geográfica cerrada. Eurasia es un concepto dinámico por encima del geográfico.
VEIGA, Francisco y MOURENZA, Andrés (coordinadores). El retorno de Eurasia 1991-2011. Ediciones Península. Barcelona 2012. 491 páginas.