Declaraciones de Franco al: Corresponsal de “La Prensa” de Buenos Aires

 
 
 
NOVIEMBRE DE 1937
 
Eduardo Palomar Baró      
 
 
   “La Prensa” es un diario de la ciudad de Buenos Aires de Argentina que fue fundado por José C. Paz en 1869 -quien fue rico un estanciero, periodista, político y diplomático argentino y uno de los más destacados representantes de la Generación del Ochenta- cuya línea editorial históricamente representó la voz de la familia Gainza Paz y las ideas del liberalismo y del conservadurismo y que fue el más importante medio de prensa del país durante la primera mitad del siglo XX.  
 
Declaraciones de Franco al corresponsal de “La Prensa”  
 
   – ¿Tales son los agravios de los nacionales contra la República española?
   – No se trata de agravios, sino de la destrucción y desaparición de la Patria. España, en manos de aquellos hombres, era ya un estado anárquico; no podía excusarse la pasividad ante el derrumbamiento de la nación.  
 
   – ¿Cuál es el régimen que consideran más apropiado?
   – El tradicional español: un Estado, una Patria y un pensamiento y un brazo para dirigirlos. El Estado será Nacional-Sindicalista; sus órganos consultivos y de construcción, las corporaciones, tan antiguas, bajo otras formas en las costumbres y leyes de España; y su motor, el ansia de hacer una España grande, fuerte, justa y humana.  
 
   – Cuando llegue el momento de resolver el problema, ¿será consultado el pueblo mediante un plebiscito o el futuro régimen de gobierno será impuesto una vez que se logre fusionar los planes que actualmente pregonan falangistas y tradicionalistas?
   – No es necesario: el pueblo ya se pronunció. Falangistas y tradicionalistas, que es decir España en nervio, sangre y alma, están fundidos en partido único, cuya aspiración máxima, es única también: la grandeza y prosperidad de España. Cuando un pueblo lucha y muere, con el heroísmo del nuestro, por una aspiración noble y bien determinada, con un impulso unánime, con un ideal único, es ocioso preguntarle después por qué caminos ha de marchar. Hoy se puede asegurar que más del 80 por 100 de los que combaten en el campo rojo están a nuestro lado y ansían nuestra victoria.  
 
   – ¿…? 
   – En nuestro campo no existe ya más que un programa. Se ha iniciado la nueva legislación que tiende a dignificar a aquellos que, como decía nuestro Jorge Manrique, viven por sus manos; todo español tiene derecho a un mínimo de bienestar y un máximo de respeto; justicia igual para todos, idénticos derechos y deberes, amparo del desvalido. Nadie en la España Nacional carecerá de los medios precisos para desenvolver sus actividades; nadie se encontrará completamente aislado entre la indiferencia de la multitud que le rodea. Nuestro lema es: ni un hogar sin lumbre, ni una familia sin pan.  
 
   – Según eso, los partidos políticos serían suplantados por las corporaciones. ¿No es de temer que en el seno de las corporaciones resuciten las viejas rencillas políticas?  
   – No será nada más que una restitución, pues antes los partidos suplantaron a las corporaciones. El ejemplo de los que combaten y renuncian a todo, hasta a su propia vida, es lección provechosa para los que sintieran renacer en su pecho resabios de los viejos tiempos; es una lección y una saludable advertencia, porque no es posible tanto sacrificio de hoy, para tolerar mañana disputas y disensiones egoístas. Para todos, el grito del partido único: ¡ARRIBA ESPAÑA!… Arriba, encima de todos los pensamientos, por encima de todos los intereses.  
 
   -¿Qué será de la libertad religiosa, por ejemplo, o de la libertad de pensamiento en los diarios y libros que se publiquen?
   – Esas son palabras pronunciadas con insistencia de tópico en los países liberales. Con esas doctrinas no se hubiera logrado ni la conquista de América ni brillaría la civilización de nuestro continente. España hubiera carecido de la fuerza y del espíritu que le ofreció la universalidad del Imperio, más grande por los principios qu , lo enunciaban, que por su mismo poderío material. La libertad religiosa que hoy alzan como bandera los regímenes democráticos y que los enciclopedistas expusieron como invención suya, reinó en España desde los más lejanos tiempos. Bajo los reyes castellanos y aragoneses, convivieron en nuestro suelo católico, mahometanos y judíos, dando un ejemplo al mundo de tolerancia. En cambio, bajo la República Española, la fe que dio a nuestra Patria unidad y grandeza fue perseguida y aherrojada. Contra la Patria, no caben libertades; dentro de ella, todas serán fomentadas.  
 
   – ¿…?
   – Desde la formación de la Unidad Española, los problemas separatistas en España son artificiales, creados por espíritus mezquinos; al amparo de eso que llaman libertad ,de pensamiento y que sirve muchas veces para arruinar las naciones o para destruir su unidad. Esto, en lo que se refiere a los años últimos; más lejos en el tiempo, los conatos de secesión respondían siempre, no a una necesidad racial, sino a las ambiciones de un personajillo. La cruel guerra sostenida hoy, y el sacrificio estéril que de sus regiones han hecho los directivos vascos y catalanes, son una lección tan dura que jamás podrán olvidarla. Los fueros respondían a un poder absoluto de los reyes y a la ausencia de participación popular en la formación de las leyes. En los tiempos modernos son un pretexto de los encumbramientos individuales, o, en el mejor .de los casos, un afán de exhibicionismo en espíritus que quieren aparecer como selectos, pero que no saben comprender la grandeza del momento.  
 
   – ¿Fuera de los discursos de los jefes comunistas españoles que anunciaban la revolución bolchevique, tienen ustedes otras pruebas acerca de la penetración moscovita en España?
   – Todo el material, la dirección, los jefes, los sistemas, todo es comunista y ruso en el campo rojo. El mundo no se da cuenta de la gravedad de esta intervención, absolutamente comprobada. Hace pocos días, el Ministro de Negocios Extranjeros ha pronunciado su dictamen en la Cámara inglesa, al anunciar que el día que se conozca el esfuerzo y las ayudas de material ruso en España, el mundo se asombrará por su cuantía. Rusia está luchando en España, contra Europa con sangre y oro ajenos; como lo hace en Asia con sangre y oro chinos. En nuestros avances, encontramos gran número de cadáveres rusos, aunque desde luego, no en la proporción que los de otras nacionalidades; la aviación roja está en manos de gente de aquel país, y recientemente hemos indultado a algunos oficiales moscovitas, a quienes se había hecho prisioneros, y se les había demostrado su participación en agresiones contra nuestras ciudades de la retaguardia. Casi todo el material que se recoge, después de nuestros victoriosos ataques, es de esa procedencia; y la gloriosa Armada Nacional ha detenido, en múltiples ocasiones, barcos de nacionalidad rusa o española que traían material bélico desde el Mar Negro, para la España bolchevique. Al principio, la revolución tuvo un absoluto y franco carácter comunista, con su amplio marco de crueldades y latrocinios; ahora, en su inútil empeño de engañar a la burguesía de ciertos países, pretende, en apariencia volver a una moderación que no sienten las masas envenenadas por los mismos que ya intentan sujetarlas.
   Si hubiéramos fracasado, la anarquía o el Comunismo serían ,hoy los dueños de España; el estupor ante nuestro triunfo continuo y el temor ante su derrota inminente, han amansado unas bandas que sembraron la desolación y la muerte, y ha hecho posible que se imponga sobre ellas un Gobierno y un régimen que ni siquiera lo había pretendido por cálculo o por cobardía, en los primeros meses. Visite usted Asturias, y encontrará muchachas de 15 y 16 años, cuando no de menos edad, atropelladas y encinta: hallará ejemplos constantes de amor libre, atropellos odiosos, muchachas que decían REQUISADAS para tal o cual jefe ruso, y otras infinitas pruebas de barbarie. Ni una sola iglesia ha sido respetada en la zona roja de Asturias.  
 
   – El Gobierno de Valencia realiza en el mundo una activa propaganda oral y escrita. Entre lo mucho que dicen tendenciosamente, afirman que la clase obrera está con ellos y que la libertad de cultos es respetada en la zona roja.
   – Es cierto que una .parte de la opinión obrera, poco dispuesta por sus medios intelectuales a comprender otra cosa que la oratoria de hojarasca, mitin y latiguillo e ignorante de las ventajas que le ofrece el Estado nacional, se sentía al lado del Comité de Valencia; pero si hoy, que saben ya muy bien adónde los conducen esos egoísmos de sus dirigentes, que es a morir, mientras ellos procuran ponerse a salvo, bien provistos de lo indispensable y lo superfluo para lo futuro, se les ofreciera un plebiscito secreto, votarían a favor de nuestro Estado. En cuanto a los que trabajan en la España Nacional, conocen la diferencia abismal entre nuestra obra, recia y sólida, a favor del obrero, y la vana palabrería de los llamados liberales.  
   Hoy en el campo rojo ya ha llegado la persecución para los elementos obreros afiliados en organizaciones extremistas; primero fueron las víctimas todos los que se llamaban obreros católicos, se les persiguió con saña hasta hacerlos desaparecer. Pero en estos meses la más potente organización obrera, la C.N.T. y F.A.I., de tanto arraigo en Cataluña y en todo Levante, es objeto de una campaña exterminadora por parte del Gobierno rojo. Los jefes de esos grupos anarquistas van desapareciendo de la zona bolchevique y algunos de sus cadáveres se han encontrado en los alrededores de las grandes urbes.  
   La libertad de cultos respetada en la zona roja es uno de los muchos impudores y una de las infinitas desenvolturas de aquella gente. Se ha celebrado una misa, única, por un pobre sacerdote descarriado, a quien hace tiempo se le privó de toda clase de licencias para ejercer su ministerio.
   ¿Dónde y por quién se va a celebrar el culto católico, si han quemado y saqueado todas las iglesias, perseguido y exterminado los ministros del Señor, martirizado horriblemente los prelados? ¿Para quién iba a ser restaurado el culto, si bastaba una medalla, una estampa devota, para que se pronunciara sentencia de muerte contra quien la guardaba? Ahora, en su empeño inútil de atraerse a las gentes honradas de otros países, inventan esa inicua farsa, feroz después de los excesos cometidos. La voz de nuestra Jerarquía se ha escuchado recientemente en el mundo; yo me inclino emocionado ante la sagrada palabra de nuestra Iglesia, y guardo silencio para que se escuche con mayor claridad. En el histórico documento hallará usted el informe más elocuente y autorizado sobre este martirologio de hoy, el más cruel que sufrió la Iglesia Católica desde la evangelización de Occidente.  
 
   – ¿Cuáles son las reformas sociales implantadas ya en la España Nacional?
   – EL AUXILIO A LAS FAMILIAS DE LOS COMBATIENTES POBRES, en proporción a las necesidades familiares; cuesta al Estado varios millones de pesetas al mes.
   EL PLATO ÚNICO semanal, instituido como prueba de solidaridad con los combatientes, y a beneficio de las clases necesitadas.
   LA FISCALÍA DE LA VIVIENDA, que evita los hogares sin sol y sin higiene.
   LA EXENCIÓN DE PAGO DE ALQUILERES AL OBRERO EN PARO FORZOSO O PRIVADO DE MEDIOS.
   Los AUXILIOS BANCARIOS PARA SUFRAGAR LOS GASTOS DE ENSEÑANZA EN LOS HIJOS DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS.
   EL SALARIO FAMILIAR por medio de la Caja de Compensaciones, implantado ya en alguna provincia.
   EL PATRONATO ANTITUBERCULOSO, que evitará haya. un solo enfermo sin cama. En ocho meses se han organizado ya treinta y nueve Sanatorios.
   EL AUXILIO SOCIAL, la gran obra del Movimiento, que hace llegar a los últimos lugares la ayuda al desvalido, y convierte en realidad tangible las palabras AUXILIO y SOLIDARIDAD ESPAÑOLA.
   El establecimiento del SERVICIO SOCIAL DE LA MUJER, que eleva y estimula la aportación de la mujer española a la gran obra social.
   La creación de la DELEGACIÓN DEL TRIGO, que ampara al cultivador contra los abusos de los especuladores. (Logros del Estado del 18 de julio)   
 
   – En nuestra América deploran algunos que se hayan valido ustedes de voluntarios extranjeros para combatir.
   – Sólo han sido admitidos en la España Nacional cuando 35.000 voluntarios extranjeros cruzaron la frontera francesa, al servicio de los rojos, y se opusieron a nuestros soldados, exclusivamente nacionales, en el frente de Madrid. Los que podemos llamar nuestros han acudido a nuestro lado en un impulso heroico, movidos por un santo anhelo de defender la civilización y la paz del mundo, y son tan escasos en número que no representan ni el 6 por 100 de nuestros efectivos. Para nosotros tiene el rasgo un gran valor emotivo y se han entrado, larga y profundamente, en nuestro afecto. Pero su ayuda es puramente moral; los amamos fraternalmente, como a hermanos que han venido a confundir su sangre con nuestra sangre, su valentía con la bravura de nuestros gloriosos infantes, su sacrificio y abnegación con nuestra abnegación y nuestro sacrificio. Pero su marcha, si nos deja dolorido el sentimiento, no representará quebranto alguno en la densidad y eficacia de nuestras unidades combativas.      
 
   – ¿Es verdad que fusilan ustedes a los voluntarios, extranjeros que cogen prisioneros?
   – Es absurda esa invención; y más cuando está reciente la libertad otorgada a muchos de esos desgraciados. Se les abrió el puente internacional de Irún, y marcharon bien provistos de ropas y ayuda para el camino.   
 
   – ¿Qué hacen con los numerosísimos prisioneros españoles tomados al enemigo?
   – Se les da trato humanitario. Se alojan en amplios locales que reúnen todas las comodidades posibles de higiene. Trabajan en obras de reconstrucción, y devengan un jornal no inferior al que cobraría un bracero contratado libremente una parte de esos haberes se les entrega en metálico, y otra se les acredita en una Caja de Compensaciones y se destina al mantenimiento de su familia; a más, se les va concediendo la libertad conforme se acredita su no intervención en actos vandálicos. Casi todos los jóvenes que fueron incorporados al Ejército rojo, obligados por la ley de reclutamiento, gozan ya de esa ventaja.  
 
   – Me dicen que las cárceles de la España nacionalista no dan abasto y que hay en ellas muchos intelectuales. ¿Es verdad? 
   – No es cierto. Por otra parte, ante la justicia nacional sólo hay delincuentes, sin mirar su procedencia.  Los presos políticos son en número relativamente reducido, y todos gozan de los privilegios que les concede la Ley.  
 
   – ¿Han fusilado ustedes a escritores españoles de fama mundial?
   – Se ha hablado mucho en el extranjero de un escritor granadino; se ha hablado mucho, porque los rojos han agitado este nombre como un señuelo de propaganda.
   Lo cierto es que en los momentos primeros de la revolución en Granada, ese escritor murió mezclado con los revoltosos; son los accidentes naturales de la guerra. Granada estuvo sitiada durante muchos días, y la locura de las autoridades republicanas, repartiendo armas a la gente, dio lugar a chispazos en el interior, en alguno de los cuales perdió la vida el poeta granadino. Como poeta, su pérdida ha sido lamentable, y la propaganda roja ha hecho pendón de este accidente, explotando la sensibilidad del mundo intelectual; en cambio, esa gente no habla de cómo fueron asesinados fríamente, con saña que pone espanto en el ánimo más templado, don José Calvo Sotelo, don Víctor Pradera, don José Polo Benito, duque de Canalejas, don Honorio Maura, don Francisco Valdés, don José María Albiñana, don Francisco Pradera, don Rufino Blanco, don Manuel Bueno, don Ramiro de Maeztu, don Pedro Muñoz Seca, don Pedro Mourlane-Michelena, don Antonio Bermúdez Cañete, don Rafael Salazar Alonso, don Alfonso Rodríguez Santamaría (Presidente de la Asociación de la Prensa), don Melquíades Álvarez, don Enrique Estever Ortega, don Federico Salmón, Padre Zacarías, G. Villadas, don Fernando de la Quadra Salcedo, don Gregorio de Balparda, y tantos otros cuya lista haría interminable esta contestación.  
 
   – ¿…?
   -Nuestra política internacional será de paz, amistosa .con todos los países, respeto para todos, comercio por las habituales rutas de todos los tiempos, aunque en nuestro corazón quedarán grabados quienes, en los momentos de la lucha, fueron nuestros amigos y nuestros enemigos. Con los de América, nuestra intención y deseo es unirnos apretadamente, en hermandad de haz, cuyas espigas salieron de la misma semilla y germinaron en el mismo surco.  
 
   – Tradicionalista y falangistas me hablan de la restauración del Imperio español. ¿En qué consiste ese Imperio?  ¿La Nueva España tendría la gloria de redescubrir a América?
   – Hermanos de raza, hermanos, en la mayoría de los casos, de pensamientos; nuestro deseo de compenetración con los pueblos hispanos, en este momento, es parte esencial de nuestro programas de nuestra mirada hacia el futuro. Cuando termine la guerra, no intentaremos la empresa de redescubrir América, sino de acercarnos a ella, y tender nuestros brazos hacia las naciones salidas de nuestra entraña, como a hijas a quienes se ve luego del camino áspero y largo, con más amor que antes, con una comprensión más viva y más abierta de los mutuos afanes, dolores e ideales.  
 
   – ¿…? 
   – España resurge. En España se levanta un nuevo sol. Yo sé que formadas las naciones sudamericanas entre vientos de enciclopedia y liberalismo, tardarán algún tiempo en comprendernos. Pero, la fuerza de nuestra lengua, el Poder de la misma raza, ha de derribar barreras, y cuando los pueblos americanos vean, cómo se llega a la verdadera democracia sin verbalismos engañosos y sin explotaciones ruines; cuando contemplen restaurado el prestigio español y nuestros barcos y nuestros pensadores lleven nuestra cultura a aquellos mares, y se hable en España como se hablaba antaño y nuestras clases medias y humildes disfruten de un bienestar real y de una legislación humana, entonces comprenderá la América española la gran epopeya nacional y conocerá el valor de nuestra lucha que salva a Europa y a América de la más grave de las amenazas.  
 
   – ¿Para cuándo el último tiro y el primer toque de victoria?
   – El toque de victoria ha sonado ya, y sigue alzándose, gloriosos tras cada combate. Primero, fue la decisiva acción que unió los dos Ejércitos, el del Norte y el del Sur; luego, la victoria lleva nombres distintos y sonoros: Talavera, Toledo, San Sebastián, Málaga, Bilbao, Santander, Asturias… ¿El último disparo? Tal vez más pronto de lo que el mundo espera.  
 
 
 
 
 
 

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