Ya lo dijo: Aquilino Duque sobre el 18 de Julio

¿Qué cree usted que supuso para España el 18 de Julio?

Yo viví esos días y el resto de la guerra como un niño solo los podía vivir, como un sueño heroico al que contribuí con entusiasmo recogiendo los jueves chatarra para balas y asistiendo a las manifestaciones patrióticas y funciones religiosas con las que se celebraban los triunfos continuos de las armas nacionales.

El 18 de julio de 1936 España vivió una fecha heroica, pues si heroica fue en Sevilla, también la consideraron heroica los que en ese día se alzaron con el triunfo en Barcelona o en Madrid. Pero esa fecha fue también trágica, sobre todo para los que salieron perdiendo en cualquiera de las poblaciones citadas, y esa doble dimensión trágica y heroica de aquel día de julio y de los mil días que lo siguieron nos ha marcado a muchos españoles y, en algunos casos, entre los que me cuento, ha sido y es eje de una conducta y pauta de una obra.

(…)

Yo tengo, como puede verse, de la política y de la historia una noción deportiva y caballeresca, de libros de caballerías, quijotesca en suma, anacrónica en un mundo gobernado por yangüeses y galeotes. De los galeotes y los yangüeses ya se sabe lo que cabe esperar. Digan lo que digan, y hagan lo que hagan desde sus arrolladores medios de manipulación de masas, la historia es lo que fue, no lo que ellos quisieran que hubiera sido. Aún quedamos testigos de una España puesta en pie, en pie de guerra si se quiere, en esta España de medio siglo después que, como la España de hace siglo y medio, pide limosna de rodillas en la vía pública entre la indiferencia de los yangüeses y los galeotes. Menos mal que mientras hay memoria hay esperanza. ¡Viva España!

Aquilino Duque

(Extracto del capítulo titulado “Mi 18 de julio” de su libro “El rey mago y si elefante. Memorias” (Valencia, 1993), página 12)