“La gesta heroica que acabáis de añadir a la Historia de España no puede vaciarse en unas palabras. Una epopeya no se escribe en líneas, y vuestra defensa del magnífico Alcázar os ha puesto en el nivel de los héroes legendarios.
Por vosotros, Toledo se ha colocado en la misma serie de Sagunto, de Numancia y de Zaragoza. Os habéis batido como leones, como cachorros de león español. Habéis defendido vuestro Alcázar como si en él estuviese concentrada la vida, las esencias, la historia entera de la Patria querida.
Teníais a la vista la frase grabada al pie de la estatua ecuestre del emperador que construyó el Alcázar:
“Si veis caer mi caballo y mi bandera, levantad primero la bandera”
Vosotros veíais derrumbarse vuestro Alcázar; veíais sucumbir a vuestros hermanos de combate; pero no consentisteis que cayera la Enseña de la Patria que flameaba en esos torreones. Solo ella os será digna mortaja, con la Cruz de vuestra fe.”
Cardenal Gomá