Eduardo Palomar Baró
Manuel Azaña:
“Los líderes políticos y sindicales que visitaban a los milicianos en los frentes, les aconsejaban sobre la manera de hacer la guerra, de aprovisionarse sobre el país: Si encontráis una vaca o una ternera, la matáis, y os la repartís; ya la pagará el Gobierno”.
Julián Besteiro:
“Estamos derrotados nacionalmente por habernos dejado arrastrar a la línea bolchevique, que es la aberración política más grande que han conocido, quizás, los siglos”.
Luis Companys:
“La operación del Ebro fue un golpe poético pero destrozó todo el Ejército del Ebro. Perdimos 30.000 hombres y quedó todo disperso y deshecho. El Estado Mayor en el Ebro y en el Este, no sabía ni el emplazamiento de las unidades”.
Jesús Hernández:
“En el momento más dramático de nuestra resistencia en el Ebro, cuando el Gobierno, falto de tropas, llamaba a filas a los mozalbetes y a los hombres de cuarenta y cinco años, Moscú quiso satisfacer a París y Londres y apartó del combate a los voluntarios internacionales”.
Dolores Ibárruri “La Pasionaria”:
“Lo que la guerra mostró de manera exhaustiva, es que sin la unidad de la clase obrera, la dirección de la revolución democrática cae inevitablemente en manos de la burguesía, que frena esta revolución, que no la lleva hasta el fin, que incluso la transforma en instrumento contra el proletariado”.
Bruno Alonso González. Militante del PSOE, diputado y comisario general de la Flota de la República:
“El Partido Comunista se apoderaba de todas las palancas del poder, y fue sin duda esto lo que hizo a los jefes militares desistir del acuerdo de no derrocar al Gobierno Negrín”.
Segismundo Casado:
“El doctor Negrín, antes de haber renunciado a la consigna de ‘resistir’, había dado orden al coronel Tejo, encargado de compras de material aeronáutico a los Estados Unidos, para que procediera con urgencia a la reventa del material comprado recientemente en dicho país, poniendo como precio de venta tope la mitad de su valor de compra”.
Enrique Castro Delgado:
“Hemos envenenado de dolor y odio a un pueblo de lo que no podrá curarse en cincuenta años”.
Valentín González “El Campesino”:
“Si la URSS alcanzó tal preponderancia en España fue por culpa de las potencias democráticas, que con su ‘No Intervención’ le abandonaron la zona republicana en lucha a muerte contra el franquismo y el nazi fascismo europeo”.
Enrique Líster:
“La doctrina militar de los que dirigían la guerra en sus más altos escalones era una doctrina tímida, defensiva, que reflejaba la absoluta falta de confianza en la capacidad creadora del pueblo”.
José Miaja:
“¡La única salida era gestionar la paz!”.
Jesús Pérez Salas. Coronel del ejército republicano, Jefe superior de Seguridad y Jefe de los Mozos de Escuadra de la Generalidad de Cataluña:
“La pérdida de la guerra era inevitable”.
Vicente Rojo:
“Hemos perdido la guerra porque fuimos cobardes por inacción política antes de la guerra y durante la guerra”.
Max Aub:
“La razón más profunda de una derrota tan enorme fue la estúpida y brutal dictadura comunista que dirigió nuestra desgraciada guerra y provocó este trágico desenlace”.
Pau Casals:
“En aquellos primeros meses de confusión, varias veces fui a protestar a la Generalidad, contra los asesinatos y los atropellos que se cometían. ‘Estamos indefensos’, me decían los Consejeros”.
John Dos Passos:
“En España, los comunistas lucharon bien contra el fascismo; pero lucharon al mismo tiempo contra los sindicalistas, los anarquistas y los socialistas, baluarte de la unión obrera, y contra la burguesía liberal de Cataluña y el País Vaco”.
Arthur Koestler:
“Rusia usó a España como un callejón donde asesinar anarquistas, trotskistas y otros indeseables políticos”.
Winston Churchill sobre el bando republicano:
“Las repugnantes carnicerías nocturnas han apartado al Gobierno republicano de la senda de las potencias civilizadas”.