La hermandad Hispano-paraguaya: Franco-Stroessner (II), por Antonio Rivas González

 

Antonio Rivas González.

Abogado español y Académico de número de la Academia de la Historia y Geografía Militar del Paraguay

Boletín FNFF nº 153

Visita oficial del General Stroessner al Reino de España

El 18 de Julio de 1973 se llevó a cabo el viaje oficial del General Alfredo Stroessner a España, la fecha del viaje no fue elegida al azar, sino que se producía en uno de los días más importantes para España, la efeméride del glorioso Alzamiento Nacional. Epopeya que puso fin al totalitarismo comunista en la nación de Cervantes, que la vio renacer en la figura de Francisco Franco y su movimiento. Sin embargo, la visita extraoficial, se produjo, un día antes, el 17 de Julio y se llevó a cabo en nuestra querida isla de Las Palmas. La comitiva paraguaya partió desde Asunción en el flamante avión Electra C de LAP (Líneas Áreas paraguayas) haciendo escala en Refice (Brasil) e Isla de la Sal (Cabo Verde) llegando finalmente a las Palmas de Gran Canaria después de doce horas y cuarenta minutos de viaje el domingo 17 de julio a las 18:30 de la tarde.

Al bajar del avión, el General Stroessner tal y como recoge “El Eco de Canarias” fue recibido por el alcalde de la ciudad, señor Pérez Alonso; jefe de la Zona Marítima de Canarias, vicealmirante, Español Iglesias, y el gobernador militar de la Plaza, General Valenzuela Alcibar Jáuregui, asimismo, por el alcalde de Telde, señor Castro Jiménez, en cuyo término municipal se encuentra el aeropuerto y el jefe del aeropuerto de Las Palmas, señor González García, y otras representaciones oficiales. En el aeropuerto, se organizó la comitiva oficial. El presidente paraguayo iba en el coche acompañado del gobernador civil de la provincia, señor Gerona de la Figuera, y el resto de los ministros y otras personalidades, en los coches respectivos de las primeras autoridades civiles y militares de las Palmas. El dirigente paraguayo se hospedó en el Hotel Santa Catalina, pero al ser todavía de día, el señor Gerona de la Figuera sugirió al presidente paraguayo una visita por la ciudad.

Recorrieron la Avenida Marítima del Norte en ambas direcciones; subieron al Hotel Don Juan (actual AC Hotel Gran Canarias), donde el general a Stroessner pudo observar la panorámica de la isla, a continuación, pasearon por la playa de Las Canteras, y visitaron la Cornisa y la Ciudad Alta.

A las 21:00 fueron al rincón del “Pueblo Canario” cerca de las nueve de la noche llegó el presidente del Paraguay, siempre acompañado del gobernador civil, al rincón del “Pueblo Canario”, donde le esperaban las primeras autoridades y personalidades de su séquito. Pasaron a la parte alta, donde presenciarían una exhibición de bailes típicos canarios, interpretados y protagonizados por las Agrupaciones “Roque Nublo” y “San Cristóbal”. El presidente paraguayo presenció con sumo interés todas las intervenciones, y recibió de las primeras autoridades toda clase de explicaciones en torno a la evolución, historia y tradición de los cantos y bailes folclóricos. Cerca de las nueve y, media y cuando estaba a punto de abandonar el “Pueblo Canario”, el gobernador civil de la provincia, señor Gerona de la Figuera, hizo breve uso de la palabra.

Diciendo que: “Para, de una forma extraoficial, dijo, -pues sería el Caudillo quien lo recibiera oficialmente en Madrid-, ¡darles! la bienvenida a Las Palmas al tiempo que le deseo una feliz jornada en la breve estancia” Así como. “La isla —y la provincia y las islas todas— se encontraban satisfechas, de esta estancia, a modo de pórtico de su visita a España”

Acto seguido, el señor Gerona de la Figuera hizo entrega al presidente paraguayo de un artístico timple canario, dentro de un bello estuche, asi como de varios discos con canciones y libros sobre el desarrollo turístico de la isla y la provincia, recogiendo las bellezas naturales que ellas encierran. A continuación, el presidente del Paraguay, general Alfredo Stroessner, pronunció otras brevísimas palabras para agradecer de todo corazón, el recibimiento y sobre todo la hospitalidad que estaría ofreciendo tanto a él como a sus acompañantes. “Saludo a estas islas, maravilloso pórtico de España y de esta mi visita oficial a España”. Dijo que en Paraguay se quiere extraordinariamente a España y deseó que continuara la gran prosperidad de España, de la mano segura y eficaz de Franco, Y terminó con un ¡¡¡Viva España!!!’ Que los presentes respondieron a coro.

A las 5:30 de la mañana se iniciaba el vuelo con rumbo a Madrid para comenzar el viaje oficial a España, declarando a la prensa el ministro de Asuntos Exteriores Dr. Sapena Pastor antes de partir hacia Madrid. “La propia importancia que tiene la visita. Dos pueblos que son amigos y dos jefes de Estado que se cartean con gran frecuencia. Se cuentan cosas de uno y otro país. Se ayudan. En unas relaciones tan extraordinariamente cordiales y fructíferas y prácticas como las nuestras, es importante que nuestro presidente haya querido venir personalmente a la Madre Patria para abrazar al Caudillo, General Franco; para hablar de estas mismas relaciones. Para potenciarlas, si cabe y sobre todo para estrechar aún más esta cordialidad”

A las diez de la mañana, la comitiva paraguaya aterrizó en el aeropuerto internacional de Barajas, recibido por el jefe del Estado, Generalísimo Franco. El avión lucía en su parte delantera las banderas españolas y paraguaya. El general Stroessner, que comienza hoy una visita oficial a España de cinco días de duración, invitado por el Caudillo, fue saludado por éste al pie de la escalerilla del avión, así como por los jefes de las Casas militar y Civil; el presidente del Gobierno; el ministro del Aire; los embajadores del Paraguay en Madrid y de España en Asunción y el primer, introductor de Embajadores. Igualmente se hallaban presentes la marquesa de Villaverde y la hija del presidente paraguayo, doña Graciela Stroessner de Domínguez.

Tras las presentaciones, ambos jefes de Estado subieron a un pódium colocado ante el avión, desde el que escucharon los himnos nacionales del Paraguay y de España tras ser disparadas las 21 salvas de ordenanza.

El caudillo y el presidente paraguayo descansaron , brevemente en el salón de honor del aeropuerto, que abandonaron para dirigirse a Madrid en un coche en el que figuraban el guion del Caudillo y la bandería del Paraguay. La caravana se dirigió hacia la capital entre los aplausos del público que había acudido al aeropuerto, engalanado para recibir al General Stroessner.

Poco después de las diez y media de la mañana, el presidente paraguayo, general Alfredo Stroessner, y el Jefe del Estado, llegaron a la madrileña Plaza de la Cibeles, donde les esperaba el Gobierno en pleno y la Corporación Municipal bajo mazas, presidida por el primer teniente de alcalde de Madrid y alcalde en funciones, don Jesús Suevos, quien hizo entrega de la Llave de Oro de la Villa al presidente paraguayo, el señor Suevos pronunció unas palabras dando la bienvenida al ilustre visitante – Sois, señor presidente, la máxima representación de un pueblo que coloca el heroísmo por encima de todas las virtudes»

“Habéis mantenido intacto el tesoro de la independencia nacional, continuó el señor Suevos y el pueblo de Madrid, que también ha sabido luchar por su independencia, comprende muy bien el valor que esto tiene. Nos une la hermandad del patriotismo heroico”. A continuación, el alcalde en funciones entregó al general Stroessner la llave de Oro de Madrid, “que no sólo sirve, dijo, para abrir las puertas de la ciudad, sino también el corazón de los madrileños. «Madrid, recalcó el señor Suevos, os acogerá siempre con el mismo respetuoso afecto con que os recibe hoy”

A continuación, el presidente paraguayo agradeció la distinción de que era objeto “Me siento profundamente emocionado de encontrarme en tierra española» —dijo— venimos a rendir un cálido homenaje de afecto y simpatía al pueblo hispano”, Igualmente el general Stroessner recalcó que es portador de un mensaje de paz de los paraguayos, y subrayó la fraternidad hispano-paraguaya, señalando que su viaje a nuestro país servirá para reforzar la causa de esa hermandad. A continuación, destacó “la revolución pacífica operada en España que tiene por líder al Generalísimo Franco – sabemos que la España del presente, modelo de paz y prosperidad, se nutre de la España del pasado. Sin historia con dignidad, no hay presente con honor-dijo-. Estoy convencido- manifestó el presidente paraguayo- de que en estas jornadas de trabajo saldrán adelante nuestros anhelos de desarrollo y progreso-” Se refirió el presidente Stroessner a la hispanidad caudalosa corriente de hermandad que vincula a los países hispanoamericanos con España.

Terminada la ceremonia de la entrega de la Llave de Oro, los dos jefes de Estado ocuparon un coche descubierto y escoltados por al Escuadrón de la Guardia del Generalísimo, emprendieron la marcha hacia el Palacio de la Moncloa para tener un breve descanso y preparar la cena de bienvenida al mandatario paraguayo.

Una vez finalizada la cena a los postres, el jefe del Estado español pronunció el siguiente discurso:

«Excelentísimo señor presidente de la República del Paraguay, Excelentísimos señores Señoras y señores:

El majestuoso río Paraguay corta por gala en dos vuestro hermoso y bravo país. Uno da los primeros cronistas españoles que lo recorrió, hace más de 4 siglos, describió así el suelo que sus pisadas iban incorporando a la Cristiandad: «Es toda tierra muy alegre, de grandes, campiñas, arboleda y muchas aguas de ríos y fuentes, arroyos y muy buenas aguas delgadas». Enseguida, cuando Salazar, Irala y Ayolas establecieron alianza con los indios carios y fundaron Asunción, «trayendo los palos a cuestas», pudo ya saberse en palabras de uno de vuestros escritores, que el Paraguay tendría «historia propia»; historia que sería heroica y que compartiría con España durante varias centurias. Esa historia es la primera razón para que seáis hoy un huésped distinguido y querido del pueblo español y para que debáis consideraros como en vuestra propia casa. Existe otra razón para la visita con la que queréis honrarnos, señor presidente, aceptando la invitación que tuve el gran placer de extenderos. Nuestra formación militar y los largos años que llevamos al frente de nuestros respectivos pueblos, en tiempos de guerra y de paz, han creado afinidades personales y comprensiones mutuas que nos: permitirán juzgar juntos con más acierto la situación mundial e interpretar mejor los deseos de nuestras naciones. De estos diálogos deberán brotar acuerdos concretos y, sobré todo, un clima común capaz de fortalecer grandemente la cordial y fraternal amistad hispano- paraguaya».

Después de referirse a las relaciones entre ambos países Franco terminó diciendo:

«Como siempre en el pasado España está y estará junto al Paraguay, Ahora mismo, estamos Dispuestos a ayudaros en un empeño que os habéis propuesto con tesón admirable – el de cruzar vuestro anchuroso río, para impulsar el desarrollo del extenso Chaco paraguayo con un gran puente para el que quiero aseguraros de que no os faltará la amplia asistencia técnica y financiera de España. Los estudios que en común realizan nuestros servicios permiten pensar en la próxima conclusión definitiva de un convenio que será un nuevo y decisivo paso en nuestra colaboración. He querido dar a ese compromiso el rango que implican mis palabras para reiterar y solemnizar así ante Vuestra Excelencia el espíritu vivo de hermandad con él Paraguay que anima a mi pueblo a mi gobierno.

Deseo, señor presidente alzar mi copa para brindar por la ventura personal de Vuestra Excelencia y los miembros de vuestra familia, por la salud de vuestros ilustres acompañantes y por la grandeza y felicidad del pueblo paraguayo

A continuación, el presidente Stroessner contestó al brindis del jefe del Estado español con las siguientes palabras:

«Excelentísimo señor jefe del Estado español. Generalísimo don Francisco Franco: Excelentísima señora doña Carmen Polo de Franco; Excelencias, señoras, señores: Estoy en España, respondiendo a una honrosa invitación del Generalísimo don Francisco Franco.

Si esta circunstancia resulta sumamente grata a mi espíritu de paraguayo y de gobernante es porque mi Patria siente un especial y entrañable afecto por esta nación que, aun hallándose distante a la nuestra por razones de orden geográfico, está muy próxima a nuestros sentimientos más hondos por tantos sucesos de carácter histórico que han dado solidez a nuestras vinculaciones y proyección perdurable a una, común vocación de hermandad, paz y solidaridad.

Para mi pueblo adquiere un particular interés el intercambio entre nuestros dos países, que tratamos de intensificar en estas jornadas presididas por un alto sentido de la confraternidad. Una clara comprensión de los anhelos que en vuestra patria y en la mía alientan el propósito de una mayor cooperación. Evocó con emoción la acción civilizadora y heroica de España en el continente americano que a la proeza del Descubrimiento forjada por la intrepidez y la fe de sus hijos sumó la colosal obra de la diseminación de los valores más preciados de su cultura que pasaron a conformar con la realidad, las costumbres y tradiciones de los pueblos con los que entraron en contacto los valientes conquistadores una indestructible identidad espiritual, llamada a tener viva manifestación de una misma lengua, una misma religión y un mismo destino.

Me complace expresar que la buena voluntad y el verdadero espíritu de cooperación que anima a nuestros dos gobiernos, han permitido llevar al terreno de la realidad muchos proyectos de importancia. Menciono a los buques construidos en España y que han ido a mejorar y enriquecer nuestra flota mercante, que cuenta con esas modernas unidades fluviales para transportar los productos de nuestra tierra hacia países amigos, con el consiguiente beneficio para al incremento de nuestro comercio exterior v Como otra orgullosa expresión del progreso del Paraguay de hoy. Otras realizaciones importantes están patentes en la construcción del dique seco, en las operaciones del Banco Exterior, Sociedad Anónima, constituido con capital paraguayo y español, y que sirve positivamente al propósito de consolidación y mayor productividad de nuestra economía. Merece exponerse con énfasis también el valor del acuerdo en virtud del cual paraguayos y españoles pueden nacionalizarse en uno u otro país sin perder por ello su nacionalidad de origen. Otra conquista digna de ser mencionada está dada en la protección que en materia de seguridad social alcanza a mis compatriotas que trabajan en España y loa nacidos en este país que se encuentran radicados en mi tierra. El Generalísimo Franco ha formulado el propósito firme del Gobierno español de proporcionarnos una vez más su ayuda valiosa, en esta ocasión para ejecutar el proyecto de construcción de un puente sobre el río Paraguay qué una a las regiones occidental y oriental de mi país, obra mediante la cual estaremos en condiciones de acentuar nuestros emprendimientos de desarrollo en el Chaco, que deseamos convertirlo en la paz, emporio del progreso, después de haberlo defendido con heroísmo en una cruenta Guerra.

Terminó así el presidente Stroessner:

Levanto mi copa haciendo intérpretes de los sentimientos más puros del pueblo paraguayo, y brindo por la ventura personal de Vuestra Excelencia, por la de vuestra Excelentísima señora, por la de vuestra distinguida familia y por la de quienes en el Gobierno os acompañan en la brega por la prosperidad creciente de vuestro noble y gran país. Y por la de todos los presentes”.

En estos admirables discursos, se puede dilucidar de una manera clara, la radiante relación de verdadera y sincera hermandad de los pueblos hispanos, exaltando la verdad histórica rechazando de pleno la protestante y antiespañola leyenda negra, poniendo en valor los puntos comunes de la historia de ambas naciones, es por ello por lo que resulte envidiable y que añoremos épocas pretéritas al ver el vilipendio actual de nuestra historia tanto en suelo nacional como en el mundo. Son destruidas nuestras estatuas, nuestros símbolos, se invitan a narcoterroristas como el presidente colombiano Gustavo Petro que se le recibe con los máximos honores por el gobierno social-comunista que padecemos y nuestro “insigne” Jefe del Estado, también se le aclama en el congreso de los diputados, salvo honrosas excepciones, por ello, para recuperar la hispanidad debemos recuperar a España.

La estancia del General Stroessner en España fue realmente fecunda, visitó Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, El Escorial, Toledo, La Granja de San Ildefonso y Segovia. Quedó maravillado con la imponente obra que es el Valle de los Caídos, motivando su visita para rendir honores y realizar una ofrenda floral al fundador de la Falange española, José Antonio Primo de Rivera, tal fue la impresión que le causó contemplar la cruz mas grande el mundo, que se puso inmediatamente en contacto con el escultor Juan de Ábalos para reproducir de alguna manera, semejante monumento en tierras paraguayas y años más tarde concretamente en 1982 se inauguró en Asunción el monumento a la paz victoriosa ubicado en el cerro de Lambaré. Asimismo, visitó el alcázar de Toledo en donde la historia de sus valerosos héroes le causó emoción recordándole también a los fieros paraguayos que resistieron las embestidas de los brasileños en la Guerra de la Triple Alianza. Fue condecorado por el caudillo con la medalla de la orden de Isabel la Católica y de igual manera condecoró al jefe del estado español con la medalla de la orden de Francisco Solano López. Este viaje consolidando consolidando más que nunca las relaciones entre ambas naciones, España contribuyó al desarrollo del Paraguay en muchos aspectos, era su principal aliado, junto con la Republica de China (Taiwán) y EE. UU. El Generalísimo Franco cumplió con su palabra (como era habitual en él) de llevar a cabo la tan ansiada unión entre Asunción y el Chaco mediante un puente, la empresa constructora fue Entrecanales y Távora S.A. y se inauguró el 19 de agosto de 1978, curiosamente este ha sido el único puente que ha unido estos dos territorios del Paraguay, hasta marzo de este año en donde se ha inaugurado el puente Héroes del Chaco.