Poeta, hispanista, historiador y pedagogo norteamericano (1891-1949)
“Franco es un hombre honrado y modesto, que no ambicionó nunca el poder: un caballero cristiano fiel a Dios y a su Patria, como proclamó el Arzobispo de Nueva York, monseñor Spellman, después de hablar con él en 1943; Franco salvó a su pueblo del cruel destino que sufren las masas esclavizadas en Rusia y de todos los países conquistados por la hidra roja. La legislación social de Franco es mucho más avanzada que la de la República de 1931, y en varios aspectos superior, incluso, a la de los Estados Unidos. A mí me gusta el régimen de Franco por los enemigos que tiene. Estos enemigos son aquellos que odian a Cristo y a su Santa Iglesia, los más blasfemos y los más hipócritas de este triste mundo. Son aquellos que, con su propaganda diabólica pretenden hacer del mote fascista sinónimo de cristiano“