337 asesinados, el resultado de un genocidio en Bilbao, sólo por el hecho de ser católicos

El Correo de Madrid

 

 

Más de lo mismo, cientos de asesinados en los hechos que se produjeron fundamentalmente el 4 de Enero del 37. Casi nadie habla de esto, son los otros muertos, los de segunda, muertos de retaguardia, muertos no combatientes, muertos como resultado de un Genocidio, sólo por el hecho de ser católicos, falangistas, o simplemente de derechas.

 

Sobre esto, no se escribieron odas, ni se pintaron cuadros, por eso sencillamente para la mayoría, estos hechos no existen. Siempre hemos mantenido que en una guerra se cometen barbaridades en ambos bandos, pero aquí parece que sólo mataba Franco y sus seguidores, eso es lo que nos han vendido en décadas de adoctrinamiento, Nosotros una vez más mantenemos, que el Banco nacional puedo reprimir mediante la celebración de juicios (más o menos justos), dadas las circunstancias del momento, pero fue el bando republicano, quien cometió todo tipo de felonías, sobre personas, que o no habían entrado en combate, (puesto que el bando rojo, siempre fue retrocediendo), o sencillamente no eran de una naturaleza beligerante, religiosas, seminaristas, obispos.

 

Estos no tendrán una Laura Mintegi que les glose, y seguro que además no interesa que de ellos se hable, puesto que supusieron uno de los hechos más viles y cobardes de la guerra civil. Bueno… uno más. Pero si no fue Franco el autor… mejor cubrirlas con un espeso manto de silencio.

Cuando uno llega al cementerio de Bilbao, lo primero que uno ve son las escaleras que descienden al infierno, un infierno frío, tétrico y difícil de ocultar a pesar de todo. A la entrada de esa monumental cripta hace años se leía “Los 300 mártires de Bilbao.” Hoy se ha cambiado la placa, y hay otra que pone “Cementerio de Bilbao”, así, sin despeinarse, con dos cojones. Parece ser que los hechos se produjeron a raíz de los ataques de la aviación alemana, como acto de represalia, fue la respuesta de los “demócratas”, ávidos de sangre, a modo de venganza, se dirigieron a dos barcos-prisión, el Cabo Quilates, y el Altuna Mendi , por otra parte en tierra asaltaron la cárcel de Larrinaga, y dieron muerte a todos los detenidos. Todas aquellas personas que se encontraban en una detención preventiva, por ser sacerdotes (no nacionalistas), o por ser sospechosos de ser afines a la derecha, al bando nacional, fueron asesinados vilmente, fueron masacrados con rabia, sus huesos se depositaron en esta cripta, donde se les honra un par de veces al año, por parte de la Asociación de Excombatientes que les encarga unas misas, la última, se acaba de celebrar.

Si alguien viaja a Bilbao, puede ir a rezar a esa Cripta, si hay suerte y se la abren en el cementerio. Cinco pisos de nichos, por casi setenta columnas hacen cerca de 350 muertos, cincuenta testigos mudos de aquel exterminio, sólo las leyendas de las placas de los nichos, en mármol negro, no nos dejarán mentir.

Las pocas veces que alguien puede hablar de ello, es para decir que los bombardeos aéreos-, dieron muerte a los detenidos. En qué cabeza cabe, que cualquier país bombardeado durante una guerra, conteste con la irracional respuesta de acabar con los prisioneros, lo mismo pasó en Alicante, en el barco prisión de Santander y en tantos otros sitios, los rojos… eran así. Personas detenidas por un delito de opinión, fueron linchados por centenares, como si ellos mismos hubieran pilotado los aviones que bombardeaban.

Dos de los pilotos alemanes fueron derribados por cazas rojos, y a los pilotos que saltaron en paracaídas, también se les apioló, uno de ellos que calló en manos del populacho, fue golpeado hasta ser convertido en un guiñapo, un montón de carne sanguinolienta y huesos rotos. Acto seguido, el asalto y la muerte de los presos.

 

bilbao

Avisaron a Monzón, eran las cinco de la tarde, apenas quince minutos separaban sus estancias de la prisión, y tras pensárselo durante cuatro horas, cuando finalmente se presentó sobre las nueve con otros dos miembros del gobierno para parar los asaltos, llegó a salvar a tres. Los tres únicos que no murieron fusilados o molidos a golpes, 225 no tuvieron tanta suerte. Y tan sólo 800 metros les separaban de evitar semejante barbaridad.

 

También avisaron a Jose Antonio Aguirre. Este, al menos, sí parece que tuviera cierta conciencia de mala actuación. O de falta de. En 1956 dejó escrito:

Llegó el 4 de enero, en el cual más de 200 prisioneros nuestros en las cárceles fueron asesinados por nuestro “populacho”. Y no diré ahora palabras nuevas. Por todo América, en conferencias dadas en 22 universitarias, di frente a este problema diciendo somos culpables nosotros, yo el primero en nombre del Gobierno, porque nos fallaron los resortes del mando en aquel momento.

Si entras en el cementerio de Bilbao (en Derio), lo primero que verás son unas escaleras que no entiendes a dónde bajan. Nada lo indica. Es mejor no entrar, y no saber, al menos así no duele el corazón, pero si te aventuras, estarás bajando al infierno, que no nos vendan motos, que no nos hablen de respeto a todas las víctimas, porque es mentira, porque estas son ignoradas día a día, porque la Segunda República, no fue el idílico Estado que nos quieren vender ahora.

Telesforo Monzón dijo en Paris, durante la celebración de un congreso, que los autores, de estos hechos fueron el batallón de la UGT, número 8. Algo que obviamente no gustó a los socialistas. Finalmente entre unos y otros echaron la culpa a los anarquistas, que al fin y al cabo es a los que se echa la culpa de todo, que todavía quedaba mucho patrimonio sindical por devolver y no fuera a ser que … se quedasen sin recuperarlo. Así que mejor, una vez encontrados unos culpables que no puedan defenderse, seguimos haciendo como que La Cripta no existe, sólo tenemos que rodearla al salir, después de cada despedida.

Pero fue la mayor masacre que se cometió en la ciudad de Bilbao en toda la historia de la villa. Pero preferimos silbar y mirar para otro lado, es mucho más fácil de digerir. Sólo unas palabras de respeto a la entrada de la Cripta adornan una de la paredes “Bilbainos, silencio y oración, honran al ejemplo, ayudan a la imitación.”, aquellos cadáveres podrían haber muerto del Tifus, o la Peste, mejor guardar silencio. El resto… nichos sin fecha y sin motivo aparente.

La realidad … los números de la vergüenza son los siguientes:

• En el barco Cabo Quilates: 83
• En el barco Altuna Mendi: 29
• En el colegio convento de los Ángeles Custodios: 112.
• En El Carmelo de Begoña: 76
• En la cárcel de Larrínaga: 19
• En la Casa Galera: 18

Total 337 asesinados, que se dice pronto.

 

(Gracias a Plazamoyua por la profusión de datos facilitados)


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