José Antonio Nieves Conde, la Justicia Social en el cine

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José Antonio Nieves Conde nació en Segovia el 22 de diciembre de 1911. Hijo de una familia numerosa, de padre Militar, fue muy aficionado al cine desde niño. Terminado el Bachillerato Superior en Segovia, comenzó la carrera de Derecho en Madrid.
   Al estallar el Alzamiento Nacional marchó al Frente como Voluntario Falangista, alcanzando el grado de Alférez Provisional de Infantería. No llegó a terminar los estudios universitarios. Al terminar la Cruzada volvió a Segovia donde trabajó en prensa y radio hasta que regresó a Madrid para convertirse en crítico de cine del diario Pueblo de la Organización Sindical.
   Entre 1939 y 1942 fue Redactor de la revista de cine Primer Plano, como responsable de la sección “Fuera de cuadro”. Amigo de Carlos Fernández-Cuenca, Gómez Mesa y Rafael Gil, se inició profesionalmente en el cine con éste último en 1941 como Ayudante de Dirección.
   Hasta 1946 trabajó en cinco de sus películas incluyendo Viaje sin destino y Tierra sedienta. A partir de 1942 abandonó Primer Plano y Pueblo y se dedicó profesionalmente al cine. Dirigió su primera película, Senda ignorada, de gangsters, en 1946. A ésta siguieron: Angustia, también policíaca y declarada de interés nacional, con Rafael Bardem y Julia Caba Alba, en 1947; y Llegada la noche, en 1948. En 1950 dirigió Balarrasa, con guión de Vicente Escrivá y con actores como María Rosa Salgado, Maruchy Fresno, Luis Prendes y José Bódalo, también catalogada de interés nacional y que supuso su primer gran éxito popular y económico.
 
   También en 1950 codirigió junto a Julien Duvivier, Jack el negro. Llegó a la cumbre de su carrera como cineasta en 1951 con Surcos. Esta película, con guión de Natividad Zaro y Gonzalo Torrente Ballester a partir de un argumento de Eugenio Montes y con Luis Peña y María Asquerino como protagonistas, está considerada como una de las grandes películas de cine español. Surcos causó polémica en su momento al tratar temas como la miseria, el estraperlo y el éxodo rural desde una óptica de Justicia Social profunda que preconizaban los falangistas.
   Obtuvo el segundo Premio Nacional del Sindicato del Espectáculo y el primer Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos. Dirigió también Rebeldía (1952); Los peces rojos (1954); La legión del silencio (1955, codirigida con José María Forqué); Entre hoy y la eternidad (1956); Todos somos necesarios (1956) y El inquilino (1958).
   La década de los 60 fue fructífera en películas que no alcanzaron la repercusión de los anteriores, como Don Lucio y el hermano Pío (1960); Prohibido enamorarse (1961); El diablo también llora (1963); El sonido de la muerte (1965); Cotolay (1966); Marta (1971); Historia de una traición (1972); y Las señoritas de mala compañía (1973). Por último realizó La revolución matrimonial (1975); Volvoreta (1976); y Más allá del deseo (1976); con la que finalizó su carrera cinematográfica.
 
   La “Seminci” de Valladolid dedicó en octubre de 1995 un ciclo monográfico a su trayectoria profesional con la proyección de toda su filmografía y le entregó una Espiga de Oro especial. En octubre de 1996, este mismo certamen castellano incluyó su película Surcos en el ciclo “Cien años del cine en España” y además recibió en Zaragoza una de las medallas de oro del Centenario del cine en España, que le concedió la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.
   El 1 de marzo de 1990 la Asamblea de Directores y Realizadores Cinematográficos y Audiovisuales de España, le concedió un Premio Especial como homenaje por toda su trayectoria profesional. Falangista hasta el final de sus días, nunca renegó de su ideología. Falleció en Madrid, el 14 de septiembre de 2006, a los 94 años de edad.