ESPAÑA RESPONDE ANTE EL INVASOR

 
 
EL LEVANTAMIENTO DEL DOS DE MAYO:
ESPAÑA RESPONDE ANTE EL INVASOR  
 
 
María del Pilar Amparo Pérez García  
 
 
   Ante la invasión francesa, los madrileños fueron los que dieron la voz de alarma y se levantaron iniciando la lucha callejera. Se constituyeron partidas de barrio y se buscó el aprovisionamiento de armas.  Todo esto no fue suficiente y Murat pudo poner en práctica una táctica tan sencilla como eficaz. Cuando los madrileños quisieron hacerse con las puertas de la cerca de la ciudad para impedir la llegada de las fuerzas francesas, las tropas de Murat ya habían entrado, dirigiéndose hacia el centro. La gente siguió luchando durante toda la jornada utilizando cualquier objeto que fuera susceptible de ser empleado como arma.   
 
   Si bien la resistencia al avance francés fue mucho más eficaz de lo que Murat había previsto, especialmente en la Puerta de Toledo, la Puerta del Sol y el Parque de Artillería de Monteleón, su operación de cerco le permitió someter a Madrid y poner bajo sus órdenes a la Junta de Gobierno. Poco a poco, los focos de resistencia popular fueron cayendo. Mientras se desarrolló la lucha, los militares españoles permanecieron, siguiendo órdenes del capitán general Francisco Javier Negrete, acuartelados y pasivos. Sólo los artilleros del Parque de Artillería en el Palacio de Monteleón desobedecieron las órdenes y se unieron a la insurrección. Los héroes de mayor graduación fueron los capitanes Luis Daoíz, que asumió el mando de los insurrectos, y Pedro Velarde, que se encerraron en el Parque de Artillería de Monteleón y, tras repeler una primera ofensiva francesa, murieron luchando heroicamente. Murat no conforme con haber aplacado el levantamiento la tarde del 2 de mayo, se firmó un decreto para sentenciar a muerte a todos cuantos hubiesen sido cogidos con las armas en la mano.  
 
   En el Salón del Prado y en los campos de La Moncloa fueron fusilados centenares de patriotas. Quizá unos mil españoles perdieron la vida en aquel levantamiento y los fusilamientos subsiguientes.  
 
   La sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras. El mismo 2 de mayo, en Móstoles, ante las noticias horribles traídas por los fugitivos de la represión en la capital, un destacado político, Juan Pérez Villamil, redactó un bando, que firmaron los alcaldes del pueblo, Andrés Torrejón y Simón Hernández. En él se llamaba a todos los españoles a empuñar las armas en contra del invasor, empezando por acudir al socorro de la capital.  
 
   El bando es el siguiente:  
 
   Señores justicias de los pueblos a quienes se presentare este oficio, de mí el alcalde ordinario de la villa de Móstoles.
 
   Es notorio que los franceses apostados en las cercanías de Madrid, y dentro de la Corte, han tomado la ofensa sobre este pueblo capital y las tropas españolas; por manera que en Madrid está corriendo a estas horas mucha sangre. Somos españoles y es necesario que muramos por el rey y por la patria, armándonos contra unos pérfidos que, so color de amistad y alianza, nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado de la augusta persona del rey. Procedan vuestras mercedes, pues, a tomar las más activas providencias para escarmentar tal perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos, y alistándonos, pues no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son.
 
   Dios guarde a vuestras mercedes muchos años.
 
   Móstoles, dos de Mayo de mil ochocientos ocho.
 
Andrés Torrejón
Simón Hernández   
 
   Cuando el pueblo español se une y reclama su independencia, se consiguen gestas tan loables como la que hemos reseñado. Recordemos siempre a los héroes del dos de mayo porque representan a los verdaderos patriotas españoles de los que tanto tenemos que aprender en nuestros días.
 
 
 
 

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