¡Tu carrito está actualmente vacío!
Puedes consultar la información de privacidad y tratamiento de datos aquí:
- POLÍTICA DE PROTECCIÓN DE DATOS
- SUS DATOS SON SEGUROS
La compañía de esquiadores de la División Azul, al mando del capitán José Manuel Ordás tuvo la misión, difícil y complicada, yo diría que mortal, de rescatar a unos 550 hombres de la 290ª División de Infantería alemana. Ésta había quedado atrapada al sur del Lago Ilmen, en un pueblo llamado Vsvad en la zona de Nóvgorod, al iniciarse el 7 de enero una ofensiva soviética que rompió el cerco creado en el Frente del Este. La única posibilidad de rescatar a esos alemanes que seguían resistiendo en Vsvad era el envío de la Compañía de esquiadores de la División Azul.
Los alemanes de la división 290ª alemana resistieron las continuas oleadas soviéticas, mientras los esquiadores de la División Azul, unos 206 hombres, iban a socorrerlos. Sin embargo, lejos de ser una operación sencilla, esta se complicó pues de esos 206 soldados españoles 102 causaron baja debido a las frías temperaturas mientras estos atravesaban el lago (unos 50 grados bajo cero). Juan Romero y Carmen Peña señalan la facilidad de acceso del enemigo a la posición de la 290ª División alemana debido a que defiendía el sur del lago en solitario. A causa de la compleja orografía el refuerzo más cercano era el de la 250ª División por cubrir gran parte del Sector de Nóvgorod.
El testimonio que recoge Cela al hablar de la acción del Lago Ilmen pone de manifiesto la dificultad que presentaba la acción de rescate para la División Azul. Aún así, el Cuartel General comunicó a los alemanes que pese a las dificultades que entrañaba tal operación, se intentaría socorrerles”.
En este sentido, el día 10 de enero se pone en marcha el operativo de rescate. En una vuelta de reconocimiento tres soldados españoles advirtieron que el valle era muy difícil de cruzar debido a la masa ingente de hielo que había, por lo que habría que sortear los obstáculos cruzando a través del lago. A pesar de los 102 congelados la operación siguió en pie, el día 11 de enero la División Azul estaba dentro del lago.
El 17 de enero los españoles reciben el apoyo de apenas 40 soldados letones, aunque los soviéticos eran unos 3000. Las fuerzas hispano-letonas rompen la línea enemiga. Pero los soviéticos, mejor comunicados y pertrechados, enviaron dos batallones de refuerzo que cercaron y envolvieron a los miembros de la División Azul.
Los españoles continuaban cayendo pero consiguieron abrirse paso entre las líneas enemigas, dejando impresionados a todos. Llegaron por fin a las posiciones alemanas el 20 de enero de 1942 y el capitán Ordás afirmó lo siguiente por radio al general Muñoz Grandes el día 21: “hemos establecido contacto con tropas alemanas, los deseos de V.E. han sido cumplidos, seguimos luchando”. La línea se mantuvo intacta como afirma Xosé Núñez Seixas. Apenas 12 hombres de la División Azul llegaron intactos, los demás sufrieron amputaciones en extremidades o cayeron congelados. Junto con alemanes y letones los españoles pudieron cumplir su objetivo y despejar para siempre esa desconfianza que tenían los alemanes sobre ellos. El día 25 de enero, la conversación mantenida por radio entre el general Muñoz Grandes y el capitán Ordás pone de manifiesto, nuevamente, la dureza de la batalla:
General: Dime, ¿Cuántos valientes quedan?
Capitán: Señor quedamos 12 combatientes. ¡Viva España!”
La acción del Lago Ilmen contribuyó a construir la imagen heróica de la División Azul a pesar del alto coste de sus bajas. El Frente del Vóljov se mantuvo firme gracias a los soldados españoles. Y nuevamente como afirma Núñez Seixas, unos meses después la División Azul fue la encargada de rescatar a unos 140 alemanes en Mal Samosje.
Tanto aliados como enemigos dieron testimonio de la valentía de los españoles. Éstos ocuparon los pueblos del sur del Lago Ilmen y recuperaron Vsvad, reorganizando un contrataque violento pero ordenado contra los soviéticos.
Cabe decir, por supuesto, así lo recogen varios expertos, que los alemanes y letones creían, por la violencia con la que luchaban y caían los españoles, que a su encuentro venían numerosos efectivos. Pero no fue era así, solo fueron 206, cayeron 102 y regresaron intactos 12 españoles.
En esta acción los españoles recibieron 32 Cruces de Hierro, convirtiéndose la Compañía de esquiadores de la División Azul la más condecorada del Frente de Leningrado. Esto hay que tenerlo en cuenta pues, tanto Carlos Caballero como Núñez Seixas resaltan en el recelo que provocó en los alemanes la obtención de medallas por los españoles, merecidas eso sí. De Noviembre de 1941 hasta marzo de 1942 la División Azul consiguió: 159 Cruces de Hierro de 2ª clase frente a 161 del resto de tropas alemanas del XXXVIII Ejercito; mientras que 325 soldados españoles fueron condecorados con la medalla de méritos guerra frente a 210 alemanes.
BIBLIOGRAFIA
CABALLERO JURADO, C. División Azul, la división española de Hitler, Tikal, Madrid, 2011
CELA, R., En Rusia con la División Azul, Peñalba Impresión, León, 2009
NUÑEZ SEIXAS, XOSE M., Camarada Invierno, Critica, Barcelona, 2016
ROMERO, J., PEÑA, C., Un noble esfuerzo en una causa perdida; La División Azul en el Grupo de Ejércitos Norte, Ediciones Barbarroja, Madrid, 2012