Franco visto por sus Ministros: Raimundo Fernández-Cuesta y Merelo

 

Franco visto por sus ministros.

Coord. Ángel Bayod

Página 17

 

 

Franco era más táctico que dogmático, era un posibilista y se enfrentaba a los problemas con un sentido de la realidad más que de la ortodoxia doctrinal, aunque al tratar de resolverlos tomaba siempre como ‘norte y guía el interés de España.

 

Abogado y notario. Ministro de Agricultura del 31 enero 1938 al 10 agosto 1939. Ministro de Justicia del 20 julio 1945 al 19 julio 1951. Ministro secretario general del Movimiento del 19 julio 1951 al 15 febrero 1956. Nació en Madrid el 5 de octubre de 1896. Tras cursar Derecho en la Universidad Central, ganó las oposiciones al Cuerpo Jurídico de la Armada y al notariado. Amigo íntimo y estrecho colaborador de José Antonio Primo de Rivera fue por éste designado secretario general, miembro de la Junta de Mando y de la Junta Política. Detenido en marzo de 1936, junto con José Antonio y los restantes miembros de la Junta Política, se encontraba en la cárcel en Madrid al estallar la guerra civil. Canjeado en octubre de 1937 por el mando nacional, ocupó inmediatamente el cargo de secretario general de FET y de las JONS, que desempeñó hasta 1939. El 7 de enero de 1940 fue nombrado embajador de España en Brasil, cargo que ejerció durante dos años. En noviembre de 1942 fue designado embajador de España en el Quirinal. Al cesar, el 3 de enero de 1945, pasó a presidir el Consejo de Estado. Ha sido consejero nacional y procurador en Cortes. Es académico de Jurisprudencia y Legislación. Casado y con dos hijas.

 

¿Cuál es su visión personal del anterior Jefe de Estado?

Franco se caracterizaba por un insobornable patriotismo y auténtico amor a España, a lo que subordinaba toda otra consideración de cualquier clase que fuera, amistad, parentesco, afectos, de aquí que, a veces, pareciese duro aunque en realidad era todo lo contrario. Por eso, a veces, tomaba decisiones contra personas a quienes estaba unido por parentesco o tenía afecto, cuando entendía que esa decisión era necesaria tomarla para el bien público.

Franco era más táctico que dogmático, era un posibilista y se enfrentaba a los problemas con un sentido de la realidad más que de la ortodoxia doctrinal, aunque al tratar de resolverlos tomaba siempre como norte y guía el interés de España. Su magnífico espíritu y formación militar, con todas las virtudes de valor, patriotismo, jerarquía, sentido del deber que ellos implican, le fueron de grandísima utilidad para el gobierno de España, si bien ese espíritu castrense no le impidió tener un concepto exacto de la vida civil, comprender los problemas de España en su dimensión global.

De gran inteligencia, reflexivo, cauto, con una preparación cultural acrecentada por la enseñanza de un contacto directo durante muchos años con los más variados y complejos problemas internos e internacionales. Franco ha sido el estadista constructor de uno de los capítulos de la Historia de España más fecundos eh la paz, la justicia, el progreso y el respeto a la convivencia humana. Cuando pasen los años y las pasiones hayan pasado también, este juicio sobre la etapa franquista estará aceptado y corroborado por la mayoría de la opinión pública.

 


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