1952: El Caudillo de España Francisco Franco inaugura el hogar del Frente de Juventudes de Sada, por Carlos F.Barallobre

 

Carlos Fernández Barallobre

 

 

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1952: El caudillo de España Francisco Franco llega  a Sada para inaugurar el hogar del frente de Juventudes.

 

En la tarde del sábado día 6 de septiembre de 1952, el  Jefe del Estado presidia en la villa de Sada, la inauguración de un Hogar del Frente de Juventudes y  entregaba a la organización Juvenil una embarcación a motor para prácticas marineras.

Sada se había engalanado con banderas Nacionales y del Movimiento para recibir al Caudillo, y la flota pesquera se hallaba concentrada en la zona de los muelles, cuyos barcos se hallaban también  engalanados con banderas y gallardetes.

Ante el “Hogar Juvenil” se encontraban formadas tres centurias del Frente de Juventudes de la Coruña, una de la provincia y otra de Sada, Esperaban  también al Caudillo de España varios grupos folklóricos, bandas de música y el pueblo de Sada en masa congregado en calles y avenidas.

El Generalísimo llegó al Hogar Juvenil, que llevaba su nombre, a las cinco menos veinticinco de la tarde. El Caudillo de España,  que vestía de paisano y se cubría con gorra náutica, llegó acompañado de su esposa,  Carmen Polo de Franco, de sus hijos, los marqueses de Villaverde, su hermano político Felipe Polo, segundos jefes de sus Casas Militar y Civil, señores Nieto Antúnez y Fuertes de Villavlcencio y ayudantes de servicio.

Fue cumplimentando a  su llegada por los ministros de Marina, Almirante Moreno; Secretario General del Movimiento, señor Fernández Cuesta; de Justicia, señor Iturméndi y de Información y Turismo, señor Arias Salgado; Capitán  General de la Octava Región Militar, Teniente General Delgado Serrano, y del Departamento Marítimo del Ferrol del Caudillo, almirante Pastor; delegado Nacional de Sindicatos, señor Solís Ruiz; gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de La Coruña, señor Pardo de Santayana; presidentes de la Diputación y de la Audiencia; alcalde de Sada, señor del Valle; Consejo Provincial del Movimiento, mandos del Frente de Juventudes  y otras autoridades provinciales y locales.

 

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1952: Afiliados al Frente de Juventudes.

La presencia del Caudillo fue acogida con disparos de bombas de palenque, en cuyo momento se desbordó el entusiasmo de la multitud, que prorrumpió en aplausos y vítores a Franco y a España. También repicaron las campanas de varias iglesias. Los barcos surtos en el puerto hicieron sonar sus sirenas. Tras escuchar el Himno Nacional el Caudillo pasö revista a las centurias del Frente de Juventudes y posteriormente fue a pie hasta el Hogar Juvenil, entrando en él, seguido de los ministros y autoridades.

El asesor religioso del Frente de Juventudes, canónigo don Antonio Lago, procedió a la bendición del local, que después fue recorrido detenidamente por el Generalísimo. Al asomarse el Caudillo a la terraza de la planta baja del edificio, se desbordó el entusiasmo de los afiliados al Frente de Juventudes, que hicieron agitar sus boinas Rojas en señal de saludo, aclamando junto con los vecinos,  durante largo rato con  gran  fervor al Caudillo Franco.

El Hogar del Frente de Juventudes inaugurado era el primero de una serie de tres, de orientación marítima, construidos en la provincia de La Coruña. Los otros dos estaban terminando sus obras en  Rianjo y Santa Eugenia de Riveira. Habían sido construidos merced a las gestiones  del  gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, siguiendo la consigna del Caudillo, que había dado el año pasado en su visita al  campamento Juvenil de Gandarío. Los medios materiales para la construcción da esos Hogares habían  sido facilitados por el ministerio de Trabajo.

El Hogar inaugurado, un bello edificio  de dos plantas, de estilo arquitectónico con un aire a los pazos gallegos, contaba  con salas de lectura, recreo, gimnasio, sala de reuniones y otras instalaciones para las Falanges Juveniles. El Caudillo firmó la primera orden del día del Hogar inaugurado.

Antes de que el Caudillo abandonase Sada, una escuadra del Frente de Juventudes se lanzó al agua, llegando hasta la embarcación  donada por el Generalísimo. Ya en ella, saludaron al Caudillo quien correspondió desde el hogar a su saludo. De seguido y tras despedirse de las autoridades presentes, el Jefe del Estado acompañado de su esposa Carmen, se dirigió en coche hasta el embarcadero  de Fontán, donde tomaría una falúa que le trasladaría al yate Azor, fondeado en la Ría de Sada, a fin de dirigirse al puerto de La Coruña donde presidiría   las regatas  de traineras, balandros y báteles, a celebrar en su honor. La despedida, que le tributó la villa de Sada al Generalísimo fue apoteósica.

De nuevo se dispararon bombas de palenque, sonaron las sirenas de los buques, y los vecinos, mientras la banda de música interpretaba el Himno Nacional, aclamaron durante largo tiempo  al Jefe del Estado con vítores, aplausos y gritos de ¡Franco! ¡Franco! , a lo que Franco correspondió saludando repetidas veces. Eran las cinco de la tarde cuando el yate “Azor” puso rumbo a La Coruña.

 

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1952: El Caudillo de España, Francisco Franco, a bordo del yate Azor, llega a La Coruña para presenciar desde el real club Náutico las Regatas en su honor.

El yate “Azor” avistó el Puerto de la Coruña  a las seis y veinte  de la tarde, cuando cruzó el Castillo de San Antón,  La bahía coruñesa se encontraba llena de embarcaciones de todos los tipos, empavesadas con banderas nacionales y del código internacional de señales, y una muchedumbre inmensa cubría la zona de los  muelles, Dársena  y lugares inmediatos, que se hallaban adornados con banderas Nacionales, de la Falange Española y de la Comunión Tradicionalista. En el club Náutico flameaban también numerosas enseñas con los colores rojo y gualda. 

Poco después de las seis y media de la tarde el yate “Azor” quedó, atracado al muelle  del Almirante Vierna, situado frente al Real Club Náutico. Al irse acercando a tierra, el Caudillo, que venía en la cubierta del buque, hubo de corresponder a los aplausos y vítores que le tributó el público que le saludaba  desde los muelles. En el puerto se, encontraba anclado el cañonero de la Armada “Hernán Cortés”, que disparó las salvas de ordenanza en honor al Jefe del Estado. Con el Jefe del Estado viajaban en el “Azor” además de su esposa, Carmen Polo de Franco; los marqueses de Villaverde;  ministros, autoridades y séquito, que habían asistido a los actos celebrados en Sada.

El Caudillo, al desembarcar, fue cumplimentado por las autoridades que  le esperaban en la puerta del Real club Náutico  encabezadas por el ministro de Agricultura, señor Cavestany; directores generales de Ganadería  y de Coordinación, Crédito y Capacitación Agraria; alcalde de La Coruña, señor Molina; comandante de Marina, Capitán de Navío  Fontenla;  delegado Nacional de las Falanges del Mar, Sergio Cifuentes; Comandante General de la Escuadra, almirante Regalado; directivos del Real Club Náutico y otras  autoridades y representaciones,  penetrando seguidamente en el Real Club Náutico. En ese momento, en el mástil del  Real club Náutico fue izado el guion del Caudillo. La esposa e hija del Jefe del Estado fueron obsequiadas con ramos de flores. Él Caudillo ocupó el ventanal principal del segundo piso del edificio, desde donde presenció las pruebas de regatas.

Dieciséis Balandros tomaron parte en la primera de las pruebas  a disputar, haciéndose con el triunfo “Vispón” de la flotilla ferrolana de Destructores de la Armada. Seguidamente se dio salida a la regata de Bateles, en la cual vencería, llevándose la copa “Falanges del Mar” la embarcación “Remeros de Nalón” de Soto del Barco, seguidos de la cofradía de Pescadores de Ribadeo.

Finalmente se daría la salida a la regata de Traineras donde participarían  “Virgen del  Mar“ de Canabal, Vigo; “Blanca” de San Pedro, Oleiros La Coruña;  Cofradía de Pescadores de Moaña de Pontevedra;  “Juana de Vega” del club del Mar de San Amaro de La Coruña; “Rosalía de Castro” de las Jubias La Coruña; “María Pita” de Educación y Descanso de Mugardos La Coruña y “Santa Bárbara del club del Mar de San Amaro de La Coruña. La victoria sería para los remeros de Moaña, quien vencerían con autoridad, con casi un minuto de ventaja sobre la gran favorita “La Blanca” de San Pedro de Nos.     

Al final de las pruebas las siete traineras desfilaron con los remos en alto, saludando al Jefe del Estado, entre los grandes aplausos  de los miles de coruñeses que llenaban los muelles.

Tras ello, en el salón principal del club Náutico el  Caudillo entregó, los trofeos a los vencedores. De seguido, por parte de la directiva del Real Club Náutico se sirvió, en honor del Jefe del Estado, su esposa, autoridades e invitados, una merienda.

Mientras el Caudillo permaneció en el edificio miles de personas se fueron congregando a la puerta del Real club Náutico,  que tributó al Jefe del Estado una apoteósica despedida entre  ovaciones, vítores y gritos de ¡Franco! ¡Franco!, que se repitieron al paso de la comitiva donde viajaba el Generalísimo con su espectacular escolta motorizada  por las calles del centro de la Coruña en dirección a su residencia veraniega del pazo de Meirás.

 

 


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