La FNFF y el futuro, por Gonzalo Fernández de la Mora

Gonzalo Fernández de la Mora y Varela

 

Los regímenes políticos se fundan y se desarrollan sobre la base de unas ideas fuerza que son las que rigen su destino. La España nacida de la Constitución del 78 está basada en dos ideas, que son la democracia y el liberalismo. Por contra, la España de Franco persiguió tres ideales: el catolicismo, la unidad de España y el desarrollo económico. Como intentaremos exponer en este escrito, los ideales que marcan cada periodo histórico condicionan la potencia creativa del mismo, que puede variar desde una rápida decadencia hasta la grandeza. Por ello, la labor de la Fundación Francisco Franco es no sólo de naturaleza investigadora y educativa sobre la figura de Francisco Franco, sino también sobre los valores que sustentaron la España regida por él, y ello implica el  análisis no sólo de dicho periodo histórico, sino también su comparación con los regímenes que le precedieron (la II República) y le han seguido (la Constitución del 78). Para ello, proponemos analizar en qué medida los ideales de la España de Franco nos condujeron al éxito,  y la pérdida de los mismos nos ha llevado a una severa decadencia que aparentemente no tiene fin.

En primer lugar estudiaremos cómo la Constitución del 78 ha destruido la España de Franco, y las consecuencias de este hecho. Empezando por el catolicismo, la encuesta del CIS de octubre 2021 señalaba que aunque el 55% de los españoles se declaraba todavía católico (la cifra más baja de nuestra historia), sólo el 28% de los jóvenes afirmaba serlo, y de entre los autodeclarados católicos, el 53% afirmaba no ir nunca o casi nunca a misa. Si acudimos a los datos del INE de 2020, sólo el 10% de los matrimonios fueron consagrados por la Iglesia, y el descenso puede definirse como vertiginoso,  ya que en 2009 (tan sólo 11 años antes), todavía lo hacía el 45%. Debemos recordar que, para los estudiosos de la historia como Toynbee, la religión es la base de la civilización, y un cambio de religión implica siempre un cambio de civilización. En el caso del actual régimen, ello es evidente cuando analizamos lo que ha ocurrido con la natalidad en España desde la muerte de Francisco Franco: hemos pasado de un índice de fecundidad de 2,77 hijos por mujer en 1975 a 1,19 en 2021. Este resultado es  la consecuencia directa de una pérdida de religiosidad, porque es sabido que el único factor clave para predecir la natalidad es la religiosidad[1]. A dónde nos lleva este desplome puede verse en nuestras regiones más despobladas, lo que ha dado en llamarse la “España vaciada”, ya que es simplemente la muestra de lo que ocurrirá en las restantes regiones en las próximas décadas: lo que hoy ocurre en Asturias, Zamora o Teruel se extiende como una mancha de aceite sobre toda nuestra geografía y puede resumirse como una desaparición física: sólo quedan ancianos. Hay que concluir que el régimen nacido de la Constitución del 78 ha liquidado en pocas décadas el catolicismo español, uno de los pilares de la España de Franco y una herencia milenaria, con consecuencias catastróficas, no sólo para el actual régimen, sino para toda la España del futuro.

En cuanto a la unidad de España, los cambios han tenido una intensidad y rapidez similares a los que ya hemos visto para el catolicismo. Las encuestas sobre el sentimiento secesionista en Cataluña daban cifras del orden del 10% en los primeros años del actual régimen, en tanto que los datos actuales se sitúan en el orden del 50%, una cifra peligrosísima en términos de convivencia civil. Los partidos que de forma directa preconizan la prosperidad de sus regiones por encima de la solidaridad nacional se han multiplicado, y todos los pronósticos señalan que esta tendencia se acentuará de forma muy clara en el próximo futuro. El espectáculo de secesión de Cataluña alumbrado en las postrimerías del último mandato de Mariano Rajoy prosigue su curso, con un gobierno regional declarado en rebeldía frente a España y que no cumple ni tan siquiera las sentencias judiciales (enseñanza del español) que en su opinión perjudican sus objetivos secesionistas. Aunque la Constitución del 78 no lo declara así expresamente, a todos los efectos la España actual es un Estado a medio camino entre Federal y Confederal, en el que el peso de los partidos secesionistas en la gobernación es clave (tumban y crean gobiernos), y en el que la única esperanza de un futuro en común reside en la Unión Europea. No podemos esquivar la conclusión de que la unidad de España, que fue una de las ideas motrices de la España de Franco, no sólo ha sufrido un duro embate, sino que está en grave peligro de desaparecer.

Como tercer pilar de la España de Franco hemos citado el desarrollo económico. Citaremos para empezar que la renta per capita española a finales de 2021 era inferior a la de 2006 (26.207 versus 26.752 dólares constantes de 2015), lo que significa 15 años de estancamiento, en tanto que la renta per capita del conjunto del mundo creció un 25% en ese mismo lapso de tiempo. Como puede verse en la Figura 1, la crisis del 2007 duró 2 años en el conjunto del mundo frente a 6 años en España, en tanto que el mundo ya se ha recuperado de la crisis del Covid en 2021, mientras España sigue inmersa en la misma. Tomando perspectiva, España era el décimo país en producto interior bruto al fallecer Francisco Franco[2] en 1975 (datos del banco Mundial) y en 2020 ya habíamos bajado a la décimo sexta posición medida en paridad de poder adquisitivo[3], con un grave riesgo de precipitarnos aún más en los años venideros, ya que todos los países que nos siguen en  esa clasificación se desarrollan mucho más rápido que nosotros, dato que por otra parte es obvio. También tenemos que concluir que el régimen del 78 ha destruido el tercer pilar de la España de Franco, a saber, el desarrollo económico.

¿Cómo podríamos recuperarnos de la terrible situación a la que el régimen del 78 nos ha conducido? Creo que un factor esencial para la reconducción de nuestra actual decadencia es la educación: informar a los españoles de la deriva en la que estamos inmersos, y señalar las virtudes que nos pueden salvar. En dicho proceso de información y formación, la FNFF puede y debe jugar un papel importante, ya que las únicas ideas que pudieran formar la base de la recuperación de España son exactamente las mismas que ya cumplieron ese papel en la España de Franco.

 

13-La_FNFF_y_el_futuro.Gonzalo_Fdez._de_la_Mora_-_Figura_1

Figura 1: Renta per capita  en paridad de poder adquisitivo (PPP) de España (en azul) y del mundo (en rojo) entre 2020 y 2021, en dólares constantes de 2015, preparada por el autor. Datos de 2000 a 2020 tomados del Banco Mundial (ver GDP per capita (constant 2015 US$) – Spain | Data (worldbank.org) ) y dato del 2021 calculado por el autor basado en los últimos datos del INE para España y de Euromonitor para el mundo (ver Global Economic Outlook: Q4 2021 – Euromonitor.com). Los datos de España se recogen en el eje izquierdo, y los datos del conjunto del mundo en el eje derecho

 

 

 

[1] Alejandro Macarrón, “Suicidio demográfico en Occidente y medio mundo”, 2017

[2] Historical GDP by Country | Statistics from the World Bank | 1960-2019 – knoema.com

[3] List of countries by GDP (PPP) – Wikipedia


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