¡Tu carrito está actualmente vacío!
Puedes consultar la información de privacidad y tratamiento de datos aquí:
- POLÍTICA DE PROTECCIÓN DE DATOS
- SUS DATOS SON SEGUROS
En los últimos tiempos se ha hablado bastante, como una necesidad del desarrollo político, del problema de la oposición institucionalizada. Tomando modelos que funcionan en otros países se pretende puerilmente que sea el único sistema de lograr una crítica permanente de la labor del Gobierno. Los que tal cosa defienden, no recuerdan que, aún allí donde se admite, se trata de la «Leal Oposición de Su Majestad». Oposición leal y no desleal, en primer término; oposición dentro del sistema y no fuera de él, por otra parte. Pero en esto como en todo lo que importa es el resultado y no los procedimientos. ¿Es que entre vosotros no se critica a la Administración? ¿Es que no hemos asegurado el relevo de los equipos directivos? Por otra parte, cuando un país está venciendo etapas difíciles de su desarrollo económico, social y cultural, sería un suicidio gastar a sus mejores hombres en la dialéctica y desaprovecharles para la planificación y la ejecución eficaz.
Y por eso, yo digo que el verdadero valor cívico no reside en la oposición por sistema, en la algarada verbal, en la proposición de dificultades insolubles, sino en que el civismo se demuestra en la búsqueda de soluciones constructivas, en la cooperación en lo razonable, y, en definitiva, en las aportaciones auténticas a la gran empresa histórica de la Patria.
Francisco Franco Bahamonde
(17-XI-1967: Inauguración de la IX Legislatura de las Cortes Españolas.—Madrid.)