Pensamiento de Franco: La representación orgánica, forma genuina de la realidad social

Quieren algunos presentar —de mala fe— la representación orgánica como una representación de segunda clase, como un hipócrita sistema para rebajar, restringir o bastardear una representación autentica. Y, sin embargo, es todo lo contrario; es la única genuina, la que corresponde a la verdadera realidad social. Emana de la función social, no de los simples números; viene de la vida, no de la teoría abstracta; da lugar a una representación responsable, y subrayo que lo contrario es la irresponsabilidad; es continua, sin saltos bruscos ni reacciones violentas.

La representación territorial, a través de los Municipios y Diputaciones, nos trae las voces y diversidades de la amplia piel de toro ibérica con sus problemas locales y provinciales tan trascendentes para su vida. Las familias españolas, semillero de la nación y células básicas del consumo, nos traen la voz ponderada de las generaciones que en cada hogar, lejos de enfrentarse, se unen para el verdadero progreso civil, que es la vida de cada día y cada hora de España.

Las últimas elecciones han sido un ejemplo de ciudadanía sobria y eficiente, y donde las acostumbradas voces que pedían la abstención al pueblo español fueron otra vez desoídas por la clara intuición de nuestro pueblo, que sabe muy bien donde radican sus auténticos intereses, razón poderosa que nos impulsa a continuar, sin desmayos ni debilidades, en nuestro servicio pleno a ese pueblo que tanto merece.

Francisco Franco Bahamonde

(17-XI-1967: Inauguración de la IX Legislatura de las Cortes Españolas.—Madrid.)


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