Pensamiento de Franco: La transformación de España

Una conjugación de los problemas y de las posibilidades nacionales nos permitieron redactar los primeros programas, que vienen desarrollándose y perfeccionándose al correr de estos años, con los baches naturales que a una obra de esta envergadura ofrecen las incidencias de la vida económica nacional e internacional. El hecho es que España progresa enormemente en sus campos, en sus pueblos y en sus ciudades, en el agro como en la industria; que sus producciones aumentan considerablemente y que las obras acometidas marcan un hito en la transformación de España de la que la historia sabrá hacernos justicia. Obras hidráulicas de envergadura, para muchos insospechadas, retienen y embalsan las aguas de nuestros ríos; miles y miles de hectáreas de nuevos regadíos están cambiando la suerte de muchísimos millares de campesinos; concentraciones parcelarias y alumbramientos de agua se disputan entre sí los pueblos labradores; las nuevas producciones de algodón, de tabaco, de kenaf y tantos otros cultivos antes exóticos, extienden por nuestros valles sus alfombras de flores en las nuevas tierras regadas. Surgen pueblos alegres en los ricos valles españoles, entre cantos de paz y de esperanza, a los que se trasladan los excesos de población de aquellos viejos poblachos que apiñaban sus casas al pie de los castillos roqueros. Los montes se pueblan con los pimpollos de los nuevos pinos y las riberas se transforman con el verdor y el oro de sus enhiestos álamos. Es la revolución que crea y que transforma la España áspera y desnuda, que no nos gusta, por otra más hermosa y fecunda.

Francisco Franco Bahamonde

(31-X11-1956: Mensaje de fin de año.)


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