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Franco visto por sus ministros.
Coord. Ángel Bayod
Página 307
La vida de Franco fue una vida de austeridad,
quemada conscientemente, día a día, en el mejor servicio de España
y con el corazón puesto en el bien de nuestro pueblo.
Notario y fiscal. Ministro de la Gobernación del 11 junio 1973 al 29 diciembre 1973. Presidente del Gobierno del 29 diciembre 1973 al 3 julio 1976 (confirmado el 12 diciembre 1975). Nació en Madrid el 11 de diciembre de 1908. Se doctoró en Derecho por la Universidad de Madrid, ingresando en el Cuerpo Técnico del Ministerio de Justicia con el número uno, en 1929. El año 1933 ingresó en la carrera fiscal. Se incorporó al Ejército Nacional al liberarse Málaga. Fue nombrado gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de las provincias de León (1944), Santa Cruz de Tenerife y Navarra. Desde 1957 desempeñó el cargo de director general de Seguridad. En 1965 fue nombrado alcalde-presidente del Ayuntamiento de Madrid. Fue procurador en Cortes en varias legislaturas. Al cesar en sus funciones como presidente del Gobierno se reintegró al ejercicio profesional como notario de Madrid. Está casado.
Visión personal sobre Franco
Estoy seguro de que mi visión personal del Generalísimo Franco es compartida en muchos aspectos por todos aquellos que, llamados un día a colaborar con él en su obra de Gobierno, pudieron conocerle con mayor profundidad.
Fue la suya una vida de austeridad y sacrificio, quemada conscientemente, día a día, en el mejor servicio de España y con el corazón puesto en el bien de nuestro pueblo. Su conocimiento de los problemas y capacidad de trabajo me parecieron difícilmente superables. La comprensión benevolente para todas las opiniones y el estimulante apoyo con que alentaba a sus colaborado.. res, hacían más llevaderos los trabajos y programas, aun los más arduos y espinosos; en las reuniones del Consejo de Ministros nos asombraba por su prodigiosa memoria y nos ejemplarizaba con su indeclinable atención a todos los temas y por el apasionado amor a España y el acendrado culto al honor y a la disciplina que se transparentaba en sus palabras. En el aspecto estrictamente personal, parecía de carácter muy reservado que en todo momento inspiraba respeto.