Pensamiento de Franco: Las batallas de la paz

Burgaleses: Solamente unas palabras para saludaros y dar remate a este acto de mi visita a Burgos, en que con estas realidades venimos a demostrar y a cumplir las promesas y esperanzas anteriores. Por los edificios que están surgiendo en vuestra población, por las fábricas y centros docentes que se han inaugurado, por este engrandecimiento que Burgos ha tenido podéis imaginaros lo que será el futuro. Si desde una base tan pobre como la que España nos presentaba hemos podido hacer resurgir estas ciudades, ponerlas en movimiento, crear una nueva fuente de producción y de riqueza y de múltiples servicios, hay que imaginarse lo que será dentro de treinta años, partiendo de la base a la que ya hemos llegado. Pero, para que esto pueda tener realidad es necesario planificarlo, crear nuestros Planes de Desarrollo, recibir antes las aspiraciones de los pueblos, presentes en los Congresos económico-sociales; dialogar con los pueblos en este diálogo constante que venimos realizando en España. Porque es necesario que os apercibáis de que todo esto es el resultado de una política. Esto no hubiera podido realizarse sin una política: esto requiere unidad y autoridad (Grandes aplausos y gritos de ¡ Franco, Franco!), requiere disciplina y unidad; disciplina porque es necesario no dejarnos imbuir por las campañas internacionales y las compras de conciencia. Yo dije hace unos días (Grandes aplausos y gritos de ¡ Viva Franco!) que creía en la juventud, porque toda mi vida he trabajado con la juventud, lo mismo en los campos de batalla que en las batallas de la paz. (Gritos de ¡Viva Franco!) Pero es necesario conservar los lazos políticos, el ideario político sin el cual no caben ni son posibles las empresas. Y el lazo político nuestro es la unidad de los españoles, la firme unión y no dejarnos invadir por ningún pesimismo. Porque ello da el triunfo y el futuro está en nuestras manos.

Francisco Franco Bahamonde

(5-VII-1968: Burgos.—Casa del Cordón.)