Redacción FNFF
En la mañana de hoy, 7 de abril de 2014, ha fallecido en el hospital madrileño de La Paz, a los 93 años nuestro gran amigo y héroe español, el
divisionario José María Castillo Hijosa, habiendo recibido los Santos Sacramentos.
Acudió en Madrid al mitin de José Antonio en el cine Europa y se afilió a FE a continuación con 13 años, como “Flecha”. Al estallar el Alzamiento fue capturado en Madrid por los frentepopulistas y confinado en un destacamento de trabajos forzados, de donde se escapó hasta cuatro veces, la primera de ellas destruyendo él solo cuatro ametralladoras. Sin embargo no fue ejecutado por el jefe del destacamento. Acabada la guerra se encontraron ambos en la calle, pero Pepe le dijo “no temas, no voy a denunciarte. Eres buena persona. Márchate“.
Se alistó en la División Azul en los primeros días de la apertura del banderín de enganche con apenas 20 años, formando parte del primer contingente que partió de la Estación del Norte el 13 de julio de 1941. Ellos fueron los protagonistas de la increíble marcha a pie de los mil kilómetros que, en sus propias palabras, “nos sirvió para ponernos fuertes“.
Tras el período de instrucción en Graffenwöhr, fue destinado como zapador de asalto al Regimiento n° 263 del coronel Vierna. Prestó servicio hasta su licenciamiento el 12 de octubre de 1942, tras haber participado en más de una docena de “golpes de mano” tras las líneas soviéticas, y obteniendo por ello varias condecoraciones.
Se casó con su madrina de la Sección Femenina con la que tuvo cuatro hijos y una hija. Ella se ofreció a cartearse con él mientras prestaba servicio en Rusia y, a su regreso del frente, esta relación desembocó en su fecundo matrimonio.
Enfermo de diabetes necesitó de diálisis los últimos trece años de su vida, lo que no le impidió volver a comportarse como un verdadero héroe en tiempos de paz, ya que le llegó el turno de recibir un riñón en transplante con 80 años y decidió cedérselo (era su última oportunidad de recibir uno por su edad) al siguiente en la lista, un joven de 18 años que “tenía toda la vida por delante“, según sus propias palabras.
Nos ha dejado un español ejemplar, y héroe de los que ya casi no quedan en nuestra patria. Que su ejemplar trayectoria nos sirva a todos de modelo, y de llamamiento también, para acometer con fe y determinación la reconstrucción de nuestra Patria, sometida hoy a la antiespaña en sus diferentes versiones “democráticas“.
Roguemos todos una oración por su eterno descanso.
Guripa Pepe Castillo
¡PRESENTE!