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Lenin ha
presentado la solicitud correspondiente en la Internacional Socialista (antes y
después de la guerra civil, aunque algunos autores discrepan y afirman que solo
fue una vez). Pero es rechazada. No se ajusta a los
“parámetros” de un partido Socialista de carácter marxista.
Recuérdese que desde el Congreso de Erfurt (1891), en la Internacional Socialista
predomina la corriente marxista. Engels ha fallecido en 1895, pero siguen
viviendo Kautsky y Bernstein, sus dos discípulos predilectos, nombrados
albaceas testamentarios.
Ni que decir tiene que Lenin conoce muy bien la doctrina marxista. La ha estudiado muy a fondo (*). Por supuesto, no directamente, siempre a través de Engels… Sin embargo no está dispuesto a esperar que se vayan produciendo las presuntas “leyes naturales” marcadas por Marx… La población de Rusia en aquella época estaba compuesta en un 80% o más por campesinos. Los campesinos, según el planteamiento científico de Marx, no son trabajadores (proletarios). Según dichas “leyes naturales” han de irse transformando en obreros industriales (proletarios)… Lenin sin necesidad de calculadora… entonces inexistentes… sabe perfectamente que entonces él estaría ya “criando malvas”… No quiere esperar, sino aprovechar la coyuntura histórica y disfrutar del poder absoluto… Kautsky en uno de sus libros expone un ejemplo muy gráfico… Conquistar el poder, saltándose las “leyes naturales” descubiertas por Marx, es como pretender transformar un niño de mantillas en un gallardo y bigardo mocetón en menos de un año… Repetir que Marx siempre se creyó un científico, no un político revolucionario…
(*) Quien haya conocido el Berlin comunista -capital de la Alemania comunista antes de la caída del muro- recordará que en la fachada de la Biblioteca del Estado figuraba una enorme placa de mármol indicando que allí pasaba largas horas como lector el eximio W.U. LENIN (N.B. curiosamente no indicaba la fecha). Después de la caída del muro, la placa “desapareció”…
Lenin sabe sobradamente que a la muerte de Engels, Kautsky y Berstein, albaceas testamentarios de Engels, son los indiscutibles intérpretes de Marx. Históricamente no puede negarlo. Lo que hace entonces es propagar, difundir la tesis de que los dos han “cambiado”. Ahora son unos traidores al pensamiento de Marx… son unos “renegados” (*).
No obstante, por decisión de la Internacional Socialista, el régimen soviético no puede titularse ni “socialista” ni “marxista”. Opta por denominarse Partido “Comunista” y como doctrina tiene que inventarse lo de “marxista-leninista” (**). Y empieza la batalla dialéctica. Ya en 1918 Kautsky publica su libro crítico contra el régimen de Lenin: “La dictadura del proletariado” y en 1919 su demoledor “Terrorismo y comunismo”. La réplica de Lenin no se hace esperar:”La revolución proletaria y el renegado Kautsky”
(*) En el Moscú anterior a la caída del imperio soviético, en una de sus calles principales se erigía una colosal estatua de hierro forjado de Marx acompañado de Engels. Por supuesto nada de Kautsky o Bernstein o cualquier otro posible intérprete…
(**) Acordaos también de la ridícula pretensión de Fidel Castro cuando en una multitudinaria reunión de su partido,anuncia que a partir de esa fecha se denominará “Partido Comunista cubano marxista- leninista”. Fidel Castro no tenía la menor idea de lo que era la doctrina de Marx ni de la doctriina de Lenin… ¡Ni falta que le hacía! (…acudiendo al sabio refranero español… “Tú dame pan…y llámame tonto…”)
Volvamos ahora la vista a José Antonio. Resulta que GM en su intento por justificar el título de su artículo, i.e. “El influjo directo de Marx en José Antonio” nos presenta precisamente los errores de José Antonio respecto a las “profecías” de Marx, afirmando que se estaban cumpliendo “inexorablemente”. GM escribe: Los aciertos de Marx asimilados por José Antonio (sic), que reseña Sacristán, pertenecen al terreno del diagnóstico, de la interpretación histórica y de la profecía. En buena parte es precisamente al revés. Los errores o “patinazos” de José Antonio se basan en los pretendidos aciertos de Marx… Así p.e. José Antonio considera que la famosa “Revolución Rusa” de Octubre 1917; la llegada de Lenin al poder y su permanencia en el mismo, se ajustan a las pretendidas “profecías” de Marx. José Antonio no es que sea un hombre de su tiempo o de su generación, como señala el propio GM. No, sencillamente es que reside en España… y estamos en 1933-1936 … en una pobreza y retraso cultural tremendos. Y por lo tanto José Antonio se equivoca… De todo lo anteriormente expuesto, en España no se tiene ni la menor idea; ni se ha oido hablar de ello…José Antonio se basa en las ideas o noticias erróneas que circulan en aquella España tan atrasada culturalmente y tan retrasada en lo que a la historia de la vida política internacional se refiere…
Primero porque José Antonio en esos años se dedica plenamente a la Falange (1933-1936) y no iba a dedicarse a estudiar el marxismo y las vicisitudes de la Revolución Rusa, encerrándose en la Biblioteca Nacional, etc. etc. Y aunque lo hubiera hecho… Allí tampoco hubiera encontrado los artículos de Marx y Engels en el periódico “Vorwärts” contra Dühring… y mucho menos traducidos al español o al francés o al inglés… ni las “Randglossen” de Marx al Programa de Gotha… Ni el texto del Programa de Erfurt elaborado por Kautsky y Bernstein bajo la dirección de Engels que representaron la entrada y completa aceptación de la ideología de Marx, i.e. el marxismo en el Socialismo alemán y posteriormente en la Internacional Socialista…
En descargo del “despiste” de José Antonio por las razones antedichas, coloquémonos en 1978, en la Facultad de Derecho (Univ.Compl.Madrid). Un gigantesco cartel colocado de lado a lado del vestíbulo de entrada, por parte de un grupo de estudiantes seguidores de Lister en su batalla contra la “traición” de Santiago Carrillo que tan buenas y reconocidas ventajas le reportaron en la España partitocrática que vivimos:
“En Octubre de 1917 por primera vez un pueblo se hace dueño de su destino. Triunfó la revolución socialista en la Unión Soviética.
Se inicia un proceso de liberación social y nacional que explica que hoy un tercio de la humanidad esté construyendo el Socialismo
El PCPE celebra con entusiasmo este 70 aniversario, marcado por el avance que para la consolidación del Socialismo supone el proceso de restructuración emprendido por la comunidad socialista.
¡A 70 años, el Socialismo avanza!
Y está escrito en 1978… Y José Antonio escribe en 1935 ¿Verdad que se le puede disculpar su “despiste”
N.B. Obsérvese que parece estar escrito en lenguaje de Lenin en 1917… No habla de “Comunismo” sino repetidamente de “Socialismo”; “socialista”… donde Lenin no fue admitido.
Un pequeño inciso… a modo de “addenda”… a propósito de la pretendida influencia de la doctrina marxista en la intelectualidad española y en concreto en la Universidad… Una “anécdota histórica” que puedo referir sin miedo a que nadie me lo desmienta… Cuando me incorporo en 1981 en la Facultad de Derecho (Universidad Complutense de Madrid) procedente de la Facultad de CC. de la Información, me dirijo a la Biblioteca –con merecida fama de bien dotada- y compruebo con sorpresa que no existían las Obras completas de Marx y Engels, ni en alemán ni en español. A través del Servicio de Intercambio me informan que tampoco figuran en las bibliotecas de las distintas Facultades de la Universidad (Facultad de CC. Políticas; Facultad de Filosofía, etc.).
Consiguientemente soy yo el primer profesor que solicita su adquisición. Si no recuerdo mal, son 35 volúmenes, editados para mayor garantía de fidelidad ideológica, por la Editorial estatal de la Alemania comunista en Berlin (sector soviético, i.e. Capital de la auto-denominada y hoy extinta “República Democrática Alemana”). En su idioma original, por supuesto.
Cuando llegan las Obras Completas, se instalan en mi despacho al haber sido yo el solicitante. Pues bien, parafraseando a Adolfo Suárez, puedo certificar y certifico que hasta mi jubilación allí permanecieron… i.e. Nadie, ningún profesor ni de la Facultad de Derecho, ni de ninguna otra Facultad, ni de la Universidad Complutense ni de ninguna otra Universidad española, solicitó tomo alguno de las Obras Completas de Marx y Engels… a lo largo y ancho de más de 25 años.
Otra anécdota significativa es mi experiencia en la Facultad de CC. Políticas de la década de los años 60… Y donde obtuve finalmente la Licenciatura y el Doctorado… A través de la cátedra de Historia de las Ideas Políticas, cuyo titular era Luis Díaz del Corral, con fama de muy docto (y de una gran fortuna familiar) con discípulos tan ilustres como Mari-Carmen Iglesias, tutora del hoy rey Felipe VI, de la Infanta Cristina… Presidenta de la Academia de la Historia, etc. Se impartían lecciones sobre las doctrinas de Platón, Aristóteles, Cicerón, etc.… hasta llegar a Tocqueville. Punto y final.
Ni una sola lección sobre Marxismo o Socialismo, o Fascismo o Nacional-Socialismo y no es porque lo prohibiera Franco, sino por aquello de la “libertad de cátedra” y donde los alumnos no solían ver al muy ilustre Díaz del Corral. Sus clases eran impartidas por los ayudantes. Por lo tanto, mal se puede hablar de la presunta influencia de la doctrina marxista a través de la Facultad de Ciencias Políticas, creada bajo el Régimen de Franco en 1948, si mal no recuerdo.
Refiriéndome a lo antedicho en descargo de José Antonio por el desconocimiento que tuvo de la verdadera historia de la famosa “Revolución Rusa” 1917, en la España que él vivió, citar el caso de las Facultades de Derecho que yo conocí en la España entre 1960 – 2000 donde los alumnos (en su 90 %) en la asignatura de Derecho Político, estudiaban por los libros de texto de Sánchez Agesta, Jiménez de Parga o Jorge de Esteban. Compárese su “peculiar” narración (básicamente tomada de su admirado “maestro” francés Maurice Duverger) con la que podemos leer p.e. en los libros de los historiadores alemanes. Ni punto de comparación…
Y en realidad, tampoco José Antonio hubiera podido enterarse en 1933-1936 del por qué el partido bolchevique de Lenin no había sido admitido en la Internacional Socialista… Por la sencilla razón de que ni en la Biblioteca Nacional ni en ninguna otra de las que frecuentaba -cuando podía- José Antonio p.e. la de la Escuela Social (entonces con otro nombre), no hubiera encontrado el demoledor libro “Terrorismo y Comunismo” de Kautsky, ni en alemán ni traducido al español, o al francés o al inglés, etc. etc. Y mucho menos libros de la guerra civil rusa de autores alemanes, ni en su versión original ni traducidos al español. Lo más que hubiera encontrado sería el librito -tan importante- de Fernando de los Rios: “Mi viaje a la Rusia sovietísta” (sic), que probablemente lo leyó, y la versión española del libro resumido “Anti-Dühring“, que no parece haber llega a leer.
En su valioso librito, F. de los Rios nos hace -entre otras- dos valiosas aportaciones. 1) Es testigo presencial de que Trotzky era quien entusiasmaba a las masas mucho más que Lenin. 2) Su entrevista con Lenin (no dice en qué idioma se entendieron). A su pregunta de cuándo Lenin pensaba pasar a la siguiente etapa… de libertades. La contestación sincera y rotunda de Lenin fue de las que hacen historia: “¿Libertad… para qué?”
A título de ejemplo, tenemos el caso histórico tan interesante del fundador del PSOE, Pablo Iglesias… Cuando se produce la famosa y complicada de entender “Revolución de Octubre”, con su fino olfato político, Pablo Iglesias quiere enterarse de verdad, porque sabe lo mal informada que está la opinión pública en España y envía allí (a Rusia) a dos “mensajeros” antagónicos: a un intelectual, muy capacitado, Fernando de los Rios, Catedrático de Derecho Político y a un dirigente sindical (de nombre Anguiano, creo recordar). Los sendos informes que pasan a Pablo Iglesias son radicalmente opuestos. Fernando de los Rios, un socialista a quien José Antonio tiene dedicado su mejor elogio en público, en una sesión de las Cortes 6 junio 1934… Nada menos que decirle, después de una sorprendente intervención de Fdo. de los Ríos, elogiando la obra de las Misiones españolas en América, que si el PSOE, el Socialismo español fuese como él (Fernando de los Ríos) había expuesto, la Falange no tendría razón de existir y “cerraría” (desaparecería)…(*)
(*)”… el día en que el partido Socialista asumiera un destino nacional… ese día no tendríamos que salir de nuestras casas a levantar el brazo… el día en que España recobrara la misión de estas dos cosas juntas, podéis creer que la mayoría de nosotros nos reintegraríamos pacíficamente a nuestras vocaciones”.
Para que los lectores… incluyendo a GM, principal destinatario de este artículo-replica… se hagan más cabal idea de cómo funcionaba el mundo de las ideas políticas en la España que le tocó vivir a José Antonio, y que curiosamente se sigue reflejando en la España actual, voy a presentar los casos de dos falangistas muy destacados. De un lado, Ceferino L.Maestú, veterano periodista, que hoy cuenta con 95 años de edad. Su profundo conocimiento de la doctrina de José Antonio no es de ahora, por supuesto, sino que se remonta a más de 70 años atrás (GM reconocerá que no es su caso…). N.B. Nos conocimos en 1963, cuando Maestú me propuso muy seriamente resucitar el espíritu de las antiguas Falanges Juveniles… porque estaban siendo castradas políticamente, i.e. “democratizadas”, y convertidas en una OJE (boys-scouts) por López Cancio, promotor de GM, por cierto… De ahí nació luego el FES y la acción sindical de Maestú…
En el intercambio epistolar que hemos mantenido …más un encuentro (comida) en el Valle de los Caídos en 2013, sorprendentemente Maestú comete el mismo error que José Antonio, i.e. estar convencido de que Lenin era marxista….y que su acceso al poder en Rusia pertenecía a las predicciones de Marx… Con la diferencia de que José Antonio vivía en el entorno cultural de la España de 1933-1936 y Maestú a lo largo y ancho de la España actual, en el entorno de 1940-2014. Trataré de exponerlo esquemáticamente. Maestú hace una singular división en los socialistas de la época de José Antonio… Socialistas marxistas (encabezados por Largo Caballero) y socialistas “no marxistas” (encabezados por Indalecio Prieto, de quien Maestú está perdidamente “enamorado”, a pesar de que yo se lo recrimino constantemente… porque, entre otras cosas era Ministro en el Gobierno de L.C. que mandó fusilar a José Antonio…). Cuando yo le replico por carta que Largo Caballero estaba lejos de ser marxista, Maestú me responde inmediatamente: “Olvidas que a Largo Caballero se le conocía por el “Lenin español”. Mi contestación, nada diplomática: “Pero hombre de Dios… (N.B. exclamación muy española y que quienes conozcan a Maestú saben que le encaja perfectamente…), claro que lo tengo en cuenta, pero ¿De cuándo acá Lenin era marxista?” Y estamos hablando de 2014 no de 1936…
En efecto, Largo Caballero era un admirador de Lenin, pero no por la lectura de sus libros o escritos, que probablemente no conocería ninguno, sino por sus éxitos, i.e. por haber alcanzado el poder … por la fuerza… y de haberse mantenido en el poder… por medio del terror… liquidando a la clase capitalista y a la clase burguesa… N.B. “Marxista, pero no perdiendo” podría haber sido el lema de Lenin… Largo Caballero, en su admiración por Lenin, llega incluso a tratar de imitarlo recuérdese su intento de Octubre 1934 Asturias y Cataluña que pretendía extender por toda España. Lo del mes de octubre no fue mera coincidencia. Era a imagen y semejanza de la pretendida “Revolución de Octubre” 1917 Largo Caballero tampoco estaba al corriente de la diferencia entre el calendario juliano y el calendario gregoriano…
Otro caso de falangista muy conocido: Narciso Perales (1914-1993), Palma de Plata al valor otorgada por el propio José Antonio. Médico de prestigio, etc. Poco antes de su muerte concede una entrevista (que Maestú reproduce en un cuadernillo que edita en su memoria) y… repite los mismos errores “externos” que José Antonio… Repite palabra por palabra parte del discurso de José Antonio el 17 novbre. 1935, porque está convencido de ello: “… en la revolución rusa (sic), en la invasión de los bárbaros a que estamos asistiendo, van ya ocultos y hasta ahora negados, los gérmenes de un orden futuro y mejor. Tenemos que salvar esos gérmenes… Esa es la labor verdadera que corresponde a España y a nuestra generación: pasar de un orden económico social que se derrumba… a la orilla fresca y prometedora del orden que se adivina… pero sin que nos arrastre el torrente de la invasión de los bárbaros…”
Sin embargo, no nos cansaremos de repetir, José Antonio comete esos errores porque vive en la España tan atrasada culturalmente de 1933-1936… mientras que Narciso Perales hablaba en 1992, si bien era un médico de dedicación absoluta a su profesión, sin tiempo ni ganas para encerrarse en una Biblioteca y ponerse a estudiar y revisar posibles errores “periféricos” de los discursos de José Antonio que él tanto admiraba.
En 1992 ya se sabía en qué consistió el símil que tanto gustaba a José Antonio de “la invasión de los bárbaros”. Cuando José Antonio es fusilado en novbre. 1936 por sentencia del Tribunal Popular que le “juzgaba”, se sabía a medias a nivel mundial, pero mucho menos en España… Lenin se liquidó físicamente a las clases capitalista y burguesa (hasta incluso a los modestos propietarios de un tienda de comestibles; agricultores de un modesto minifundio, etc.) a la nobleza (el 17 julio 1918 Lenin da orden de masacrar al Zar con toda su familia, apresada en Ekaterinburg) y después de 1920 con la victoria del Ejército Rojo (cuyo organizador fue Leon Trotzky… Bronstein de nombre real) se termina la “depuración”, salvo los que logran salvarse, escapando al exilio…
Cuando Stalin se hace con el poder, ya no tiene que dedicarse a liquidar a las “clases opresoras”. Ya lo ha hecho Lenin. Stalin se dedica a las “depuraciones” internas, en el propio Partido Comunista ruso. Lo primero, la “vieja guardia” de Lenin y luego… largo de contar… acciones criminales con millones de víctimas como p.e. la terrible hambruna provocada en Ucrania (entonces el granero de Europa), con Krutschof -ucraniano- de brazo ejecutor… entre 8 y 10 millones de víctimas, con fotografías espeluznantes de cadáveres por las calles (*). El relato de un famoso escritor polaco (cuyo nombre ahora no recuerdo)… en entrevistas directas…bajo el régimen soviético… p.e. el cuidado de las madres en esos años (1932-1933) para que sus niños pequeños no salieran solos a la calle, por el peligro de ser raptados… para comérselos… Más tarde, durante y después de la II Guerra Mundial, orden de traslados masivos de población, como represalia, en condiciones infra-humanas, con centenares de millares de víctimas, etc. Algo más tarde, la aparición a nivel mundial, del “Libro negro del Comunismo” con todo lujo de detalles, fechas y cifras… Se calcula en 50 millones de víctimas desde la famosa “Revolución de Octubre”. Ese fue el recorrido histórico de la mencionada “invasión de los bárbaros”. En España, el desconocimiento de todos estos acontecimientos justifica el “despiste” histórico de una cabeza tan privilegiada como la de José Antonio.
(*) Hace unos 10 años yo tuve la suerte de visitar en Kiew una exposición abierta, en el centro de la ciudad, junto a la Catedral, con todo lujo de detalles, cifras, fotografías, documentos, etc.
Capitalismo.- Vayamos ahora a este importante capítulo que GM incluye en su artículo para demostrarnos un pretendido “influjo directo (sic) de Marx en José Antonio“. Para empezar, José Antonio distingue entre capitalismo rural; capitalismo bancario y capitalismo industrial. Releyendo a José Antonio, encontramos párrafos como este: “Os decía (novbre.1935) que el fenómeno del mundo es la agonía del capitalismo (sic). Pues bien de la agonía del capitalismo no se sale sino por la invasión de los bárbaros (sic) o por una urgente desarticulación del propio capitalismo… el propósito resuelto de llevar a cabo, a fondo, una verdadera Ley de Reforma Agraria… La reforma agraria no es solo para nosotros un problema técnico, económico para ser estudiado en frío… es la reforma total de la vida española. España es casi toda campo. El campo es España… no es solo un problema económico: es un problema entero, religioso y moral. Por eso es monstruoso acercarse a la reforma agraria con solo un criterio económico… por eso es monstruoso que … como si los que reclaman desde su hambre de siglos, solo aspirasen a una posesión patrimonial y no a la íntegra posibilidad de vivir como seres religiosos y humanos“. ¡Sencillamente magistral! Y a los 32 años de edad… ¡Algo increíble!
Ahí lo tenéis, José Antonio se equivoca, “resbala”, en el aspecto meramente “periférico” del problema, porque carece de elementos de juicio en su época, creyendo que la “Revolución Rusa” de Lenin forma parte de las “predicciones” de Marx y nos habla de la “agonía del capitalismo”… de que el capitalismo tiene sus días contados…que es inminente su caída… Nos habla de la “invasión de los bárbaros”… y de los gérmenes que van ocultos en ella y que hay que salvar… refiriéndose a la Rusia soviética… que además, por cierto, ya en vida de José Antonio (1933-1936) había sufrido una radical transformación al hacerse Stalin con el poder a la muerte de Lenin (enero 1924)…y José Antonio hace caso omiso de tal cambio histórico… ni lo menciona… por las razones antedichas de que vive en la España de 1933-1936.
Tampoco puede adivinar -porque no tiene el don de profecía- que en el curso de la Historia, el capitalismo sale de su pretendida agonía introduciendo paulatinamente reformas radicales en su sistema, i.e. siendo lógico con sus objetivos… En efecto para el capitalismo su objetivo principal es ganar dinero. El beneficio. Su motor es el egoismo… No la caridad cristiana… Si a un capitalista sus expertos le demuestran que introduciendo mejoras para el personal, aumenta la productividad… lo hará, i.e. introducirá la calefacción, equipos de ventiladores, luego el aire acondicionado, el hilo musical, construirá campos de deportes con piscina olímpica, guarderías infantiles, asistencia médico-sanitaria en sus fábricas,(*) etc. No por amor a Jesucristo ni a las enseñanzas cristianas, sino… por amor al dinero, por incrementar la productividad y así aumentar su beneficio, etc.
(*) A título de anécdota histórica… el que suscribe… la primera pista de tenis que vió en su vida -en los años 40 no existía la tv en España- fue en los campos de deportes de “Standard Eléctrica, S.A.” (capital USA)… la 1ª piscina con trampolín que vió en su vida fue idem … idem… En el barrio donde me crié, cercano a esa empresa, de vez en cuando se corría la voz: … “Están repartiendo una nueva paga extraordinaria en la Standard…”
Sin embargo, José Antonio no se equivoca en absoluto en el aspecto básico i.e. en el ámbito fundamental. Fijaos cómo se distancia ya de la doctrina de Marx y de sus “leyes naturales” que cree haber descubierto para interpretar la evolución de la historia de la humanidad… considerando a la Economía como motor de la vida humana… independiente de la voluntad del hombre. José Antonio, por el contrario, nos habla de la urgente tarea de desmantelar o desarticular el capitalismo… por la voluntad del hombre. Y señala: “Esa es la labor verdadera que corresponde a España y a nuestra generación”… Algo, repito, totalmente contrario a la tesis marxista y recordando al lector, que Marx murió considerándose un científico no un revolucionario. Pero GM no se percata de ello y, por lo tanto, no lo señala. Y en cuanto al núcleo básico y fundamental del problema, la diferencia es abismal entre Marx y José Antonio. Una y otra vez José Antonio repite que el desmantelamiento o desarticulación del capitalismo no es una simple tarea económica sino que se trata de una alta tarea moral…. Imposible de encajar con las tesis de Marx… Eso implicaría admitir por parte de Marx, Engels, Kautsky, Bernstein, etc. que por encima del orden económico existe un orden superior… el orden moral… Y José Antonio tiene la gallardía, la valentía intelectual de “remachar el clavo”: un orden religioso y moral… Y a la hora de hablar del campesinado de su época (1935) y de su “hambre de siglos”, nos indica que “… aspira a la íntegra posibilidad de vivir como seres humanos y religiosos“.
Así pues, esto último enlaza con la crítica a GM expuesta al comienzo de este artículo-réplica. Si GM escribe sobre una hipotética influencia (“influjo directo”) de Marx en José Antonio y sobre aspectos “periféricos”, no tenía por qué silenciar la auténtica y demostrada influencia directa en el pensamiento doctrinal de José Antonio, en su aspecto básico y fundamental: el Derecho Natural cristiano en general, y Sto. Tomás en particular.
Respecto a otros puntos que GM considera muy importantes en su artículo y que en realidad no lo son, v.gr. el hipotético “revisionismo” de Bernstein, Kautsky, etc. quedan ampliamente contestados en mis dos citados libros (uno de 625 págs. y otro de 312 págs.). Baste señalar aquí que las críticas o elogios de “revisionismo” sobre Bernstein y Kautsky (“el maestro Kautsky” para Pablo Iglesias) fueron alternativos desde la muerte de Engels (1895). Sin embargo, lo cierto es que uno y otro siempre afirmaron su fidelidad al pensamiento de Marx según la magistral y diáfana exposición de Engels… y después de su relativo distanciamiento, andando los años vuelven a hermanarse… como lo que son… dos “hermanos gemelos” en la doctrina marxista a través de su maestro Engels…
En conclusión, GM se equivoca de medio a medio… por todos los razonamientos arriba expuestos (… y como diría el chuleta de mi barrio… ” y más que me dejo en casa”… i.e. mis libros antes citados…). GM pretende anotarse un tanto periodístico anunciando a bombo y platillo su “descubrimiento del Mediterráneo”… la pretendida y engañosa “influencia directa” (que GM denomina “influjo”) … que, según él, “ha permanecido largo tiempo en la penumbra”. Y para mayor “inri”, GM lo hace basándose en los análisis indirectos de su admirado profesor comunista Manuel Sacristán y no en una investigación directa de las obras de Marx… Imposible para GM… De un lado porque no sabe alemán (aunque con sus 80 años ya ha tenido tiempo de aprenderlo… Ignoro sus conocimientos de Inglés y de Francés, aunque me da la impresión de que no llega al nivel de José Antonio) y de otro lado porque -según hemos leído antes a Kautsky y Bernstein en su sincera y humilde confesión- a Marx nadie, salvo Engels, ha sido capaz de entenderle e interpretarle. Y además… Sin saber alemán ¿Cómo puede él (GM) juzgar si su admirado profesor comunista ha sabido interpretar correcta o incorrectamente a Marx?
Y en cuanto a GM respecto a José Antonio… Una persona que a sus 80 años todavía no sabe distinguir entre lo que es básico y fundamental en la doctrina de José Antonio y lo que es accesorio o “periférico” ¿cómo pretende haber descubierto -con la ayuda del Prof. M. Sacristán- “el influjo directo de Marx en José Antonio”…?
Quedo en espera de vuestros comentarios. Mientras tanto, saludo a nuestro estilo,
(N.B. Hago figurar mi 2º apellido porque, según me he enterado hace unos pocos años, tiene también origen alemán, i.e. Lucke (otros autores hablan además de Lübke)…