Pedro Romero Basart, Jefe de la Guardia Civil artifice de la defensa de El Alcázar

 
PPG – FNFF 
 
 
Pedro Romero Basart nació en Santiago de las Vegas, Cuba, el 19 de enero de 1891, donde su padre estaba destinado como Teniente de la Guardia Civil. Hijo de Pedro Romero Paredes y de la cubana Eloísa Basart Diez. Tras el desastre de 1898, su padre regresó a España y fue destinado como Jefe de Línea a la localidad de Betanzos, La Coruña, consiguiendo que su hijo Pedro ingresara en la Academia de Infantería de Toledo. Cuando en 1902 se despidió del Servicio Activo por haber cumplido la edad reglamentaria de retiro, su hijo ya ostentaba en su uniforme las estrellas de Teniente. En marzo de 1914 ascendió a Capitán.
 
   Durante la segunda república, con el empleo de Teniente Coronel de la Guardia Civil, destinado en Jerez de la Frontera, Cádiz, participó a las órdenes del Coronel del Tercio Móvil, Arturo Roldán Trápaga, en el intento de golpe de Estado denominado la “Sanjurjada”, liderado desde Sevilla por el General José Sanjurjo Sacanell, el 10 de agosto de 1932. Por su implicación, pasó a la situación de disponible gubernativo. Sufrió un procesamiento de dos años separado del Cuerpo, aunque luego fue absuelto con todos los pronunciamientos favorables por un Consejo de Guerra celebrado en Madrid el 7 de febrero de 1934, reintegrándose a la Guardia Civil con todos los honores y emolumentos reglamentarios.
 
   Estando al mando de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, participó activamente en la preparación del Alzamiento Nacional del 18 de julio. Toledo era la cabecera del 2º Tercio de la Guardia Civil, formado por las Comandancias de Toledo y Cuenca. El mando de la Comandancia de Toledo lo ejercía el Teniente Coronel Pedro Romero Basart. Esta Comandancia la formaban cuatro Compañías: la 1ª y 4ª con cabecera en Toledo,  la 2ª  en Ocaña y la 3ª en Talavera de la Reina. Un mes antes del Alzamiento, se entregó a cada Puesto, Línea y Compañía, un sobre lacrado, con instrucciones de concentración en Toledo muy detalladas, fechadas el 30 de marzo de 1936, que no podían abrir hasta recibir la consigna “Siempre fiel a su deber”.
 
   Al recibir la consigna el 18 de Julio, se inició la concentración en Toledo. Los Guardias llevaban su armamento reglamentario, objetos personales y familia. Al mando de dicha Comandancia consiguió que casi todas las fuerzas de la Guardia Civil destinadas en Toledo y su provincia se replegasen al interior del Alcázar de Toledo y participasen en su gloriosa defensa. El único grupo que no pudo llegar a Toledo, fue uno de los de Tembleque, con 29 Guardias, al mando de un Teniente.
 
   Cerca de Toledo, por falta de transporte y haber iniciado el ataque la Columna de Madrid, hizo imposible su llegada. El total de Guardias Civiles en el Asedio fue de 693 hombres. Fue uno de los principales artífices de la defensa de la fortaleza. Una vez liberado El Alcázar toledano, fue nombrado Director General de Seguridad. Llegó a ser Subdirector General de la Guardia Civil, y fue Director Accidental de la Guardia Civil en febrero de 1943, pasando de nuevo a Subdirector cuando asumió el cargo en la Dirección General el General Camilo Alonso Vega.
 
Pedro Romero Basar, el primero a la derecha, en El Alcázar de Toledo
 
   En mayo de 1943 ascendió a General de División. Cesó en el cargo, pasando a la Reserva, en enero de 1947. Su hermano, el Teniente Coronel de Infantería Luis Romero Basart, de ideología anarquista, huyó a Francia después del Alzamiento. A su vuelta a España en 1942, fue juzgado y condenado a 12 años de prisión, de los que cumplió solo una pequeña parte.
 
   Pedro Romero Basart estaba en posesión de numerosas distinciones y condecoraciones, entre ellas: Laureada Colectiva del Alcázar de Toledo; Grandes Cruces de San Hermenegildo; María Cristina; Isabel La católica; Mérito Militar con Distintivo Rojo y Blanco; y la Mehdauia. Falleció en Madrid, el 7 de febrero de 1962, siendo enterrado en la Cripta del Alcázar de Toledo.