Teodoro Palacios Cueto, Embajador en el infierno

 
 
PPG – FNFF 
 
 
 
Teodoro Palacios Cueto nació en Potes, Santander, el 10 de septiembre de 1912, en el seno de una familia humilde. Empezó a estudiar la carrera de Medicina en Madrid y al estallar la Cruzada de Liberación Nacional, tras el Alzamiento Nacional del 18 de julio, abandonó Potes para incorporarse en Palencia a una Bandera de Falange. Combatió durante toda la contienda, alcanzando al final el empleo de Capitán Provisional, que revalidó luego en la Academia General Militar de Zaragoza.
 
   Marchó como Voluntario Falangista a la División Azul, a combatir el comunismo en Rusia, como Capitán de Infantería, quedando encuadrado en la 5ª Compañía del 2º Batallón del Regimiento número 262. En 1943, se encontraba en la zona de Leningrado, Sector de Kolpino cerca de Krasny Bor, cuando fue hecho prisionero en dicho Frente, junto con 35 hombres, durante la batalla del nombre de esta localidad.
 
   Padeció cautiverio durante 11 largos años, durante los cuales pasó por diferentes campos de prisioneros en la Unión Soviética, protagonizando hazañas que sacaron de quicio a los rusos y, que entre otras muchas, fueron: En Kolpino, es condenado por negarse a declarar desnudo, ya que aquello atentaba contra su dignidad militar. En Suzdal, es condenado por negarse a efectuar trabajos agrícolas ante un piquete de soldados con armas cortas y perros policía, ya que esto violaba la Convención de Ginebra sobre prisioneros de guerra.
 
   En Oranque es condenado por acudir en defensa de unos rojos españoles secuestrados por los rusos en una barraca. En Potma, es condenado por defender al Teniente Altura que había sido agredido por un centinela. En Jarcof, es condenado por negarse a efectuar trabajos al igual que lo había hecho en Suzdal. En Borovichi, es condenado por encerrarse voluntariamente con un Alférez al que los rusos habían maltratado. En Rewda, es condenado por escribir al gobierno soviético dos cartas, replicando un discurso de Vichinsky. Otros campos de prisioneros que el Capitán Palacios conoció, fueron los de Cheropoviets, Moscú, Cherbacof y Vorochilogrado. Estuvo también condenado a muerte, bajo las acusaciones de agitador político y saboteador. En esta ocasión, dirigió su propia defensa y la de tres compañeros más, durante 5 horas delante del Tribunal Militar que lo acusaba y condenaba. Protagonizó 3 huelgas de hambre.
 
   Envió 4 cartas directas al ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética. Realizó una Historia de España, escrita para el uso de sus Soldados cautivos. Creó una Universidad improvisada por él mismo, para el intercambio de idiomas entre los prisioneros de diferentes nacionalidades. Creó un servicio de ayuda alimentaria para los compañeros de cautiverio enfermos y más débiles.
 
   El cautiverio llegó a su fin a la muerte de Stalin y la Cruz Roja fletó un buque, el Semíramis, que recogió en Odesa a estos españoles, entre los cuales se hallaban también algunos rojos. El barco zarpó el 27 de marzo de 1954 del Puerto de Odesa, llegando a la mañana siguiente a aguas turcas. El 27 de marzo zarpó de Estambul con destino al Puerto de Barcelona, donde atracó el 2 de abril de 1954, siendo motivo de la paralización total de la Ciudad Condal, abarrotándose los muelles para darles un caluroso recibimiento.
 
   A su regreso a España contrajo matrimonio. En 1967 se le concedió la Cruz Laureada de San Fernando. La historia de su permanencia en Rusia fue narrada en la novela-testimonio Embajador en el infierno, de Torcuato Luca de Tena. En 1956 se realizó la película Embajadores en el infierno, dirigida por José María Forqué. Fue conocido como el Héroe legendario de la División Azul. Falleció en Santander, el 27 de agosto de 1980. Tras su fallecimiento, fue ascendido, a título póstumo, a General de División.
 
 
 
 
 

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