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Pastora Rojas Monje, nació en Sevilla 13 de abril en 1887. Hija de la bailadora gitana Rosario Monge y Monge, “La Mejorana”, la mejor bailaora de Cádiz de todos los tiempos, y del sastre de grandes toreros Víctor Rojas. Con solo 10 años, inició su carrera artística, y con 12 ya era conocida como Pastora Monje; pasando luego a llamarse Pastora Rojas cuando actuó en Madrid con 13 años, haciendo dúo junto a Margarita “La Roteña”, con el nombre de Hermanas Imperio.
Estuvo casada durante un año con el famoso matador de toros de la época Rafael Gómez El Gallo. Se casaron en la madrileña Parroquia de San Sebastián, el 20 de febrero de 1911. Se separaron, pero Pastora y Rafael se quisieron toda la vida. Y, seguramente, se odiaron también.
En 1912 actuó en el Teatro Romea de Madrid y, posteriormente, en giras por toda España. Tomó su nombre artístico de “Pastora Imperio” de un elogio de Jacinto Benavente, que dijo de ella: “...esta Pastora vale un Imperio”. Años después fue el rey Alfonso XIII, admirador de la cantante, quien dijo: “Pastora, hoy me gustaría ser emperador”. En 1914, viajó a París y a continuación cruzó el Atlántico actuando en Cuba, Argentina y México, entre otros países.
El compositor gaditano Manuel de Falla compuso para ella El amor brujo, obra estrenada en el Teatro Lara, de Madrid, el 15 de abril de 1915, consagrándose definitivamente. El 14 de febrero de 1917 actuó ante los reyes de España con motivo de una fiesta de la Cruz Roja. En 1928, se retiró de la vida artística. En 1934 reapareció en el Teatro Coliseum, de Madrid, con el pasodoble autobiográfico Retrato lírico, y ese mismo año estrenó una nueva versión de El amor brujo, en el Teatro Español.
El Alzamiento Nacional del 18 de julio de 1936, le sorprendió en Madrid, y estuvo a punto de ser asesinada por los milicianos frentepopulistas. Estando en una iglesia, vio como el jefe del grupo se acercó a un altar y, tirando de una patada un cáliz, le gritó: “Que conteste, coño, porque le puedo meter un tiro en la cabeza. Venga aquí. Si es tan artista, a bailar. A bailar en el altar. A zapatear sobre Cristo y su Virgen”. Salvó la vida de milagro pero nunca renegó de su catolicismo.
En esos años de dominación roja, se incautaron los teatros por los partidos marxistas y por los sindicatos, obligando a actuar a los artistas en funciones organizadas por dichos partidos y sindicatos, bajo pena de gravísimas represalias. Nadie podía negarse a actuar para evitar ser acusado de fascista, y en muchos casos no cobraban nada, por ser “funciones benéficas”, a favor de unidades milicianas o del Socorro Rojo Internacional.
Actuaron forzados, muchos artistas, como: Estrellita Castro, Ana Mary “la Shirley Temple española”, Amalia de Isaura, Pompoff y Teddy, Zampabollos, Nabucodonosorcito y Familia, Olvido Rodríguez, Angelina Aparicio y la misma Pastora Imperio. Por ejemplo, el Teatro Lara fue convertido en “teatro de guerra” y se colocó en su fachada la estrella roja de cinco puntas y la hoz y el martillo. El teatro Fontalba, en la Gran Vía, pasó a llamarse Teatro Popular. Por ejemplo, la Alianza de Intelectuales Antifascista se incautó del Teatro Español. Todos los actores tenían que ser iguales y no importaba la importancia de su papel, y se representaban obras a las que se les cambiaba el argumento, para marxistizarlas, como Fuenteovejuna y otras. Y así todo.
Después de la Cruzada Nacional de Liberación, entre los años 1942 y 1954, abrió un local en Madrid, “La Capitana”, en la calle Arturo Soria, esquina con López de Hoyos, lugar de reunión de artistas, cuyo propietario era su yerno, el torero Gitanillo de Triana. Unos años más tarde, en 1957, participó en el Teatro Lara en el estreno de ¿Dónde vas Alfonso XII?, de Juan Ignacio Luca de Tena; y en 1958, en el espectáculo de Luis Escobar Te espero en el Eslava.
Además de cantante y bailaora, también fue actriz de cine, protagonizando películas como: La danza fatal (1914); La reina de una raza (1917); María de la O (1936); La Marquesona (1940); ¡Canelita en rama! (1943); El amor brujo (1949); y Duelo en la cañada (1959). Se retiró de los escenarios en 1959. Fundó en Madrid el tablao “El Duende”, y otro tablao en Marbella con el nombre de “Los Monteros”. Gran patriota, fue admiradora del Caudillo Francisco Franco y de José Antonio. Fue una de las figuras más representativas del folclore flamenco de todos los tiempos.
Tuvo una hija con Fernando de Borbón y Madán, Duque de Dúrcal: Rosario. Era la bisabuela de la actriz Pastora Vega. Falleció en Madrid, el 14 de septiembre de 1979, a los 92 años de edad. En 2006, se le dedicó en Sevilla un monumento en su honor, obra de Luis Álvarez Duarte.