Antonio Castro Villacañas, jamás conoció la quiebra ni la derrota

 

Antonio Castro Villacañas nació el 12 de marzo de 1925, en Alcalá de Henares, Madrid. Hermano de Heliodoro, Demetrio, Elisa, José y Guadalupe. Ingresó en 1939 en la Organización Juvenil de la Falange, OJ, de Madrid. Estuvo en las Centurias “Monteleón” y “Pizarro”, y ocupó distintos puestos de Servicio dentro del Frente de Juventudes. Fue Asesor Nacional de Formación Política del mismo y Profesor de la Academia de Mandos “José Antonio”. También, ocupó puestos de mucha responsabilidad en el Sindicato Español Universitario SEU, y llegó a conseguir que se promulgara el Estatuto del Estudiante, en 1954. Estudió en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid y se Licenció y Doctoró en Derecho en la Universidad Complutense. Amplió estudios jurídicos en la Sorbona, Paris.

 

   Abogado del Ilustre Colegio de Madrid y Periodista. Fue Profesor de Derecho Administrativo e hizo las Oposiciones al Cuerpo Técnico Administrativo del Instituto Nacional de la Vivienda y de Letrados Sindicales. Fue Secretario General en José Banús, S.A., empresa creadora del madrileño Barrio de la Concepción, e intervino en la planificación del Barrio del Pilar en Madrid y de la Nueva Andalucía, en Marbella. Ocupó la Jefatura Nacional de Educación y Descanso y la Presidencia del Sindicato Nacional de Prensa, Radio, Televisión y Publicidad. Dirigió la Delegación Nacional de Prensa y Radio del Movimiento.

 

   Asimismo, ocupó diferentes puestos en la Organización Sindical y fue Procurador en Cortes, desde 1969 y, por designación del Caudillo Francisco Franco, Consejero Nacional del Movimiento, desde 1974. Dirigió la Editorial Doncel y fue Director del Seminario Central de Formación Política de Juventudes. Fundó y dirigió la Agrupación de Antiguos Miembros del Frente de Juventudes. Fue Colaborador de Juventud; La Hora; Alcalá; del diario falangista Arriba; y del periódico de la Organización Sindical Pueblo. Utilizó algunos pseudónimos, como: “Florito”, “Cañero”, o “Juan de Alcalá”, según las secciones y las circunstancias. Colaboró también en Altar Mayor; Encuentros; Razón Española; y Torre de los Lujanes. Igualmente en los diarios El Imparcial (como “Juan Ruiz”); y El Alcázar, Órgano de la Confederación Nacional de Combatientes, con el pseudónimo de “Diego Boscán”.

 

   Fue propuesto para senador del Reino en 1977, renunciando por lealtad a sus principios. Desde 1977 hasta 1990, año en el que se jubiló, ejerció como Funcionario Público, como Inspector General Jurídico del Ministerio de Obras Públicas.

 

   Entre sus obras, se pueden destacar: Cruz y Raya a Don Quijote 1949); En torno al problema de España: la revolución necesaria (1951); Formación del Espíritu Nacional. Restauración y protección de los valores nacionales. Historia y Doctrina. Curso V (1954); Una visión falangista del futuro de España (1956); Historia y Doctrina del Movimiento Nacional (1974); y Una luz tranquila (2003). Estaba en posesión de numerosas distinciones condecoraciones, entre ellas: Gran Cruz al Mérito Civil, Gran Cruz de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas y Gran Cruz de la Orden de Cisneros al Mérito Político. Estuvo casado con María Socorro Pérez Alcorta, y tuvieron seis hijos: María Gracia, Elio Antonio, María José, Francisco Javier, María del Val y Diego. Falleció en Madrid, el día 10 de mayo de 2016, a los 91 años de edad.