4 de Diciembre, nació un gran hombre

Francisco Lanzas

Sierra Norte Digital

¿Por
qué no se va a celebrar la efemérides del nacimiento de Francisco Franco? Si
hay hombres en la Historia de España que merecen un recuerdo por lo entregado a
la Nación, uno de ellos es él. Si nos circunscribimos a la Historia más
reciente de los últimos 200 años, probablemente junto a Jose Antonio, pocos más
lo merecen.

Han
pasado 42 años de su fallecimiento en el Hospital La Paz, creada por su Régimen
y usada como Hospital de referencia por quienes le denostan. Después de esos 42
años han sido cientos las biografías escritas del Caudillo. La mayoría
infumables respecto al rigor histórico y las laudatorias, bastante repetitivas.
Creo que ha pasado el tiempo suficiente para hacer la biografía definitiva, con
la calma que da el paso del tiempo y la opción histórica de la comparativa.
Necesaria es la explicación a los más jóvenes de la obra social de Franco y
explicarles que el Estado de bienestar que poco a poco están perdiendo, no
viene del logro socialista, como increíblemente algunos estudiantes y futuros
gobernantes de España, estudian en sus centros. Paco Torres está terminando una
obra al respecto, tan necesaria.

Una
biografía en la que no se haga hincapié en detalles tan tontos, banales e
insignificantes para un gobernante como su tipo de voz y su altura y el número
de testículos. Una biografía en la que quede finalmente claro, que la
sublevación del 18 de Julio fue totalmente justificada, como demostraremos en
siguientes artículos, por la ilegalidad republicana tanto en las urnas, como en
el desempeño de la misma. Que quede claro que Franco ganó una guerra que tenía
perdida y que la ayuda internacional fue mucho mayor al bando que ahora quieren
denominar legal de la República. Que quede claro que la tan manida represión de
la posguerra y con el paso de estos casi 80 años de la misma y con datos más
que elocuentes, se puede considerar efímera en comparación con otros vencedores
años después en las guerras europeas. Que quede claro, como un gran estadista y
un gran político, aunque algunos le quieran librar de esa categoría, jugó con
muchos intereses y nos libró de una entrada en la II Guerra Mundial que hubiera
sido el final de España como Nación, casi seguro. Que nos deje claro, como
fuimos vilmente perseguidos por los “demócratas de toda la vida” y nos llevaros
a esa autarquía que con el trabajo y buen hacer, tanto del Gobierno, como de
los españoles salimos de ella, allá por finales de los 40 o principios de los
50. Que quede claro que no se perseguía a la pluralidad, ni lingüística, ni
cultural de las diferentes regiones españolas. Tan claro, como que
evidentemente, si se perseguía con el mayor rigor, a las ideas que querían
hacer de esa “rica multiplicidad de nuestras regiones” un hecho diferencial.
Que quede claro que no se arrodilló ante la Iglesia, aunque como católico la
respetaba, a lo mejor para el criterio mío en exceso, pero de ahí a la sumisión
que hablan algunos pseudo historiadores va un abismo. Que quede claro que tenía
clara una ideología y que no era un militar que pasaba por allí y estuvo 37
años sentado en El Pardo al verlas venir. Aunque duela a algunos, que quede
claro que y si no era falangista lo disimulaba fantásticamente y ejerció de
falangista bastante mejor que algunos azules “auténticos” que terminaron en la
social democracia. En definitiva que quede claro, que no se comía a los niños
crudos y sería necesario hacer un estudio certero de si es verdad o no, que
España hubiera crecido más sin Franco. Política ficción que algunos hacen dogma
de fe, diciendo que si, así que es necesaria esa biografía para demostrar lo
contrario.

Cuando
esa biografía salga y se hable en España de Franco, con la naturalidad,
habremos cerrado el círculo y mientras sale o no, desde ese MURO imaginario de
los hombres de buena voluntad, le seguiremos recordando e intentando limpiar su
memoria, de desmemoriados, traidores e incultos.


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