Entrevista de The Sunday Times a Jaime Alonso, Vicepresidente Ejecutivo de la FNFF

 
 
 
Shearing Hazel
The Sunday Times
Febrero de 2016
 
 
 
Pregunta: ¿La Fundación Franco tiene algún comentario sobre la reciente renuncia de Mirta Nuñez Díaz-Balart y su cátedra?  
 
Respuesta: La Ley de Memoria Histórica es un proyecto totalizador, de ingeniería social para conseguir el control y dominio cultural, político y mediático de una izquierda que no ha evolucionado porque no tiene un proyecto de futuro, de ahí su interés en denostar el pasado de su fracaso. Deslegitimando el franquismo, que les derrota en todos los frentes, se deslegitima la transición política de Franco a la actual democracia; la Monarquía y la derecha en su conjunto, fácilmente considerada heredera de ese régimen. Los nuevos totalitarios del socialismo conseguirían de ese modo un gobierno asimilable al de Venezuela o Cuba.  
 
   Por ello colocan, sin ningún pudor, al frente de la Cátedra de esa selectiva memoria histórica, mal llamada democrática a una activista del “nuevo socialismo” (viejo estalinismo)  que conoce las técnicas empleadas en Rusia y Cuba, para borrar de la conciencia de un pueblo el valor de los referentes y de la cultura que su historia le procura. Su curriculum poco importa, lo esencial es su sectarismo y afán depurador, además de la disciplina con la cúpula que la designa.  
   
   La renuncia obedece a un problema de cálculo iconoclasta. Han ido demasiado lejos y han sido tan discriminatorios y tan carentes de base documental histórica que resultó fácilmente criticable hasta para sectores claramente afines al proyecto de amnesia colectiva que han implantado en estos cuarenta años, como paso previo al relato falso e inventado de una historia que nos lleve a la II República, al frente popular, a las elecciones fraudulentas y al control de la sociedad, de la economía de mercado, de la libertad de culto, de prensa, la justicia, los medios de comunicación  y un largo etc.  
 
 
P: ¿Cuál es la opinión de la Fundación Franco en relación con el proyecto para rediseñar Madrid y para eliminar los nombres de calles relacionados con el dictador?  
 
R: El proyecto ya está, en parte, contestado con anterioridad. Franco, y lo saben quiénes lo combaten a izquierda y derecha, es un referente esencial en la reciente historia de España. Supo salvar la civilización del humanismo cristiano enfrentado en guerra civil al totalitarismo marxista de Stalin, venciendo en desigual contienda y granjeándose un prestigio que conservó hasta su muerte el 20 de Noviembre de 1975. En ese período, desde el 18 de Julio de 1936, supera las mayores dificultades imaginables para una nación y un pueblo.  
   
   Se mantiene neutral en la segunda guerra mundial, a pesar de las innumerables y brutales presiones; se enfrenta a la nueva invasión comunista con “el maquis” después de la II Guerra Mundial; al bloqueo impuesto por las naciones vencedoras que siguiendo los dictados de Stalin sometieron al pueblo español a la penuria y el hambre más criminal que se recuerda, con la pretensión de que el pueblo se revelara contra su Caudillo. Vano intento, venciendo esa dificultad y con una política alejada de los partidos políticos, pero no de la participación del pueblo en su gobierno a través de los cauces naturales (democracia orgánica) o meritocracia, consigue en solo veinte años convertir a una nación destruida y arruinada en la octava potencia industrial del mundo, con una renta per cápita equiparable a la de cualquier país europeo; un Estado de Derecho que funcionaba; una justicia e innumerables instituciones respetables y respetadas; una sociedad pujante y de pleno empleo; un sistema impositivo apenas existente; una política internacional respetada y que seguía los intereses del pueblo y nación; un reequilibrio social como nunca antes había conocido España; una pacificación sin odios, discriminaciones, ni rencores que permitieron una transición pacífica y ordenada; una previsión sucesoria en la figura de un Rey con legitimidad dinástica y de origen, por su mandato y basado en la victoria producida el 1 de Abril de 1939; y una adhesión social que permanece aún, después de cuarenta años de sistemática descalificación y ensañamiento de su figura y obra y de haber fallecido la mayor parte de las personas de su generación. De ahí el interés de la izquierda de culminar su obra destructiva sobre los símbolos y referentes de una época que les recuerda el fracaso sin paliativos de sus ideas y el éxito de su enemigo, aunque Franco no los considerase como tales, según su testamento.  
 
 
P: ¿La Fundación tiene algún comentario sobre los 256 nombres publicados recientemente en El País, (que fue compilada por uno de los historiadores de la cátedra)?  
 
R: Que los doscientos cincuenta y seis nombres tienen un denominador común: Son personas notables por su vida y hechos; contrarias todas ellas al comunismo que se quiso implantar en aquella época en España; fueron, en mayor o menor medida portavoces o combatientes de las ideas que se enfrentaron y triunfaron entonces. Algunos de los designados ni siquiera pudieron ser franquistas, pues fueron asesinados con anterioridad al 18 de Julio del 36, o durante la contienda, por los socialistas, anarquistas o comunistas de entonces. No faltan los errores y las paradojas y las equivocaciones; pero lo realmente importante es que la base de la Ley de Memoria Histórica, sobre la base de “reconocer derechos y establecer medidas de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”, solo se les reconocen derechos “post morten” a quienes sufrieron persecución o violencia en uno de los dos bandos, NO A TODOS.  
   Para ello introducen, no en la Ley, sino en la praxis, una especie de “memoria democrática” por la cual y en virtud de una interesada manipulación de la realidad, el bando Republicano, que se llamaba a sí mismo “rojo”, Brigadas Internacionales, anarquistas, separatistas etc. y todos sus combatientes, eran pacíficos luchadores por la libertad y la democracia que tuvieron que enfrentarse a un golpe de Estado fascista o reaccionario. A partir de la introducción de esa falsaria interpretación quedaría excluida hasta la discrepancia o distinta interpretación de la historia, la práctica política discrepante y la propia existencia de la Fundación Francisco Franco que lleva su nombre.
 
   Como puede comprobarse se está construyendo una democracia donde se persigue la discrepancia, se borra y discrimina la historia y se condena a la sociedad a carecer de raíces donde sustentar su razón de ser y con ello la posibilidad de buscar un futuro no impuesto.  
 
P: Manuela Carmena desestimó la lista como “sin sentido”. ¿Qué opinan sobre la reacción de Carmena? Y, ¿qué piensa usted acerca de su determinación de resdesign de la ciudad?  
 
R: Manuela Carmena fue utilizada, en su día, como cartel electoral. Una vez que obtiene el poder, La Alcaldía, no obstante ser la tercera fuerza más votada de Madrid –error imperdonable del PSOE- es fagocitada por Podemos, fuerza de extrema izquierda, antisistema, que impone su política de confrontación de derribo de las instituciones, netamente bolivariana. La edad y circunstancias de Carmena, así como la torpeza y atonía del PSOE, favorecen ese asalto al poder desde la municipalidad, lo que no es obstáculo para que la Alcaldesa tenga momentos de lucidez política y se dé cuenta de la barbarie que propugna y contribuye a crear, en distintos ámbitos, de ahí su frase “sin sentido”.  
   
   Como en el fondo tiene el mismo concepto totalitario y globalizador de la vida, a pesar de su edad y experiencia, pretende hacer un hombre/mujer votante nuevo, en base a un desconocimiento y falseamiento absoluto de la historia ocurrida antes de que ellos nacieran, impuesta por los poderes públicos, desde la infancia (adoctrinamiento), pasando por todos los ámbitos de la vida cultural, política y económica. Aquí el callejero para ellos es un instrumento más deslegitimador de lo que ellos han combatido siempre, pero con un nuevo barniz, aparentemente democrático.