José Antonio Primo de Rivera Represaliado por el Frente Popular y la Ley de Memoria Histórica

Moisés Domínguez Núñez

Boletín FNFF nº 139 

Estamos
viendo día sí día también como se mancilla la memoria de José Antonio Primo de
Rivera. Se están derribando monolitos, quitando placas, nombre de barrios, y se
está llevando acabo; desde la
instituciones públicas gobernadas por partidos de Izquierda, y las privadas
Asociaciones de Memoria Histórica -cebadas con las subvenciones que les dan las
primeras –una verdadera e ignominiosa Damnatio
Memoriae
sobre la figura de “El Ausente“, evidentemente con la aquiescencia
y complacencia de un Partido Popular que ni está ni se le espera cuando
hablamos de la Guerra Civil.

¿Es
esta situación reversible? Desde mi humilde punto de vista, si es posible
revertir esta situación, haciendo mucha pedagogía y explicando hasta la
extenuación que José Antonio Primo de Rivera fue una más de las miles víctimas
inocentes que cayeron a manos del Frente Popular.

Y
podríamos empezar, instando al Ministerio de Justicia, que reparara y
declarase a José Antonio como Victima de
la Guerra Civil, pues si leemos el literal de la norma, comprobaremos que se
dan todos los motivos y se cumplen todos los requisitos para declararlo como tal:

“La
Ley 52/2007, conocida como Ley de Memoria Histórica, reconoce el derecho a la
reparación moral y a la recuperación de la memoria personal y familiar de
quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la
Dictadura. Por esta razón, en su artículo 4 la Ley contempla el derecho a
obtener una Declaración de reparación y reconocimiento personal a
quienes durante la Guerra Civil y la Dictadura padecieron persecuciones,
condenas, sanciones o cualesquiera otras formas de violencia personal por
razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa” .

Nadie,
en su sano juicio, duda que José Antonio fue perseguido, encarcelado y
fusilado, por motivaciones políticas e ideológicas .Su caso, entraría dentro de
la ley antedicha. Las irregularidades
judiciales y legales que sufrió tanto en su encarcelamiento como en su
fusilamiento, saltan a la vista y no hace falta ser ningún jurista para
comprobarlo. Tan solo hay que acudir a los magníficos libros sobre José
Antonio del historiador Francisco Torres
“El último José Antonio “o más recientemente “La vida por José Antonio “para
descubrir la realidad de los hechos alejados de mentiras y medias verdades.

Hace
falta dar ese paso, que desmontaría “per sé” las mentiras y falacias con las
que basan los historiadores de combate –aun piensan que están peleando con su
plumas en la Guerra Civil- la vida y
obra de José Antonio. Sería tan sencillo como aprovechar las armas
administrativas que nos proporciona la ley, esa infausta ley, ya que el Gobierno de Mariano Rajoy no
la ha derogado.

Quizás
si los herederos de José Antonio Primo de Rivera dieran el paso de solicitar su
reparación y reconocimiento como víctima de la guerra fratricida, podrían en un
brete a la administración de justicia española, que tendría que resolver sobre
esta cuestión y por ende a los partidos políticos que por acción o por omisión,
hacen causa común contra el legado de José Antonio.

Esta
situación es extensible , al resto de mártires de la Guerra Civil que fueron
injustamente asesinados , torturados, sufrieron presidio … en la España, mal
llamada Republicana, por ir a misa o utilizar sombrero . Si los descendientes
de estos españoles dieran un paso al frente y solicitaran que se les expidiera
ese título, un simple certificado de
papel, ninguna institución, asociación, administración podría argüir que tal
calle o tal plaza llevan el nombre de un “facineroso” o un “fascista“, sino la
de un represaliado por el bando, que gracias a Dios, perdió la Guerra Civil.
Hace falta dar ese paso , yo ya lo di hace tiempo y mi abuelo, Francisco Núñez
Trejo, cautivo en un campo de concentración del frente popular y que estuvo a
punto de ser fusilado por ser Guardia de Asalto y desafecto al “ régimen
marxista” , ha sido reconocido como
víctima de ese gobierno tan mal llamado “ democrático “ del Frente Popular. A
mi abuelo, ya no le podrán quitar ninguna calle… ¿y a José Antonio?