Von Thies
Indalecio Prieto es de esos políticos republicanos, y por supuesto marxistoide, que tiene buena prensa en una derecha entre estúpida y suicida. Tiene su monumento, junto a Largo Caballero, en la zona de los Nuevos Ministerios, dos bodrios que ahí estarán hasta que la gente, que cada vez leerá menos, ignore quienes son los representados en esos dos bronces y se hayan acostumbrado a verlos en el paisaje urbano. En una tertulia, el ínclito e insumergible Amando de Miguel nos dijo que es falso que el Transvase Tajo-Segura sea obra de Franco, que es de Prieto que incluso publicó dos (¿o eran tres?) tomos sobre los trabajos previos, incluidos los pantanos necesarios. Lo que no dijo de Miguel fue que, al igual que la idea, también de Prieto, del Plan Badajoz, fracasó en cuanto los técnicos valoraron y estudiaron los diferentes proyectos, que fueron echados abajo casi al completo. En el Plan Badajoz sólo se inició la construcción de un pantano que se terminaría muchos años después. Los diferentes proyectos no pasaron el examen y la cosa se olvidó. Luego llegó el que sabía iniciar y acabar los proyectos, y todo se solucionó, sino en todo, en parte casi total.
Prieto consiguió llegar al 18 de julio casi de milagro, porque en un mitin en mayo de ese año, en Écija se liaron a tiros con él algunos disidentes socialistas, y sería la Guardia Civil la que le sacaría sano y salvo de aquella “balacera”. No olvidemos que, si Largo Caballero decía aquello tan pacífico de que sin no ganaban las elecciones se iría a la guerra civil, el bueno de don Inda decía que si para conseguir el triunfo socialista había que derramar sangre, se derramaría.
Prieto fue el creador del temible e implacable SIM, servicios de información, que dirigieron y mantuvieron las terribles chekas, centros científicos de investigación y tortura cuya sede en Barcelona estaba en la Escuela Náutica. Esperemos que los responsables del Turismo Histórico en Barcelona nos hagan un recorrido por los diferentes lugares en los que estaban instaladas estas chekas. Hoy se pueden visitar los sótanos de la cheka de San Elías, donde cada año se dice una misa por las víctimas y victimarios.
Y Prieto fue uno de los políticos social marxistas que sometieron a España a un saqueo y expolio “legal” sin precedentes, entrando a saco en el Patrimonio Nacional y el privado, parte de él, la más importante, enviada a México en el yate “Vita”. Pese a los esfuerzos de Amaro del Rosal, responsable de aquel organismo denominado “Caja de Reparaciones”, al que iba a parar todo lo saqueado, sin olvidar los Montes de Piedad, no ha sido posible evaluar todo lo saqueado y robado. Y este responsable, al ser partidario de Prieto y enemigo de Negrín, escribió un libro para denunciar al que odiaba, sacando a la luz toda la miseria de aquella operación.
Lógicamente, hoy día nadie se atreve en la prensa, en los magacines de los domingos, tocar estos temas. Hace muchos año, alguien en las Cortes pretendió organizar unas comisiones que estudiaran casos como el del yate “Vita” para poder recuperar, en su caso, lo robado. Le echaron inmediatamente tierra encima, no sabemos si al proyecto, al “proyector” o a los dos por el mismo precio. Fue aquella operación “Vita” el mayor robo y latrocinio organizado y dirigido por un gobierno desde los tiempos de Viriato, pero hoy ellos, los herederos de los responsables, y la cobarde derecha, callan.
Prieto es uno de los que asaltaron la República en octubre de 1934, aunque años después se arrepintió de ello, pero nunca le hemos leído unas palabras de arrepentimiento por las chekas o por el saqueo en el que intervino de forma tan directa.
Cuando la guerra ya estaba perdida del todo, a finales del año 1938, además de la esperanza de ganar tiempo para que por fin estallara la inminente segunda guerra mundial, Prieto y otros prebostes marxistas y comunistas ofrecieron a la Gran Bretaña “Gibraltares” en la ría de Vigo y en el golfo de Rosas, y a Francia un protectorado entre el río Ebro y los Pirineos.
Pues este es el Prieto de verdad. Esperamos que algún partidario suyo sea capaz de rechazar nuestros argumentos.
El incalificable Luis María Ansón, en uno de sus artículos encomiásticos sobre su adorado “Juan III”, nos hablaba de lo bueno que hubiera sido para España que Franco cediera en 1945 el mando a su rey Juan, para que este regresara a España y formara un gobierno con los socialistas, nombrándose a Prieto Jefe del Gobierno. Y es que este Ansón es otra buena pieza de este circo de poncios de la Prensa.