¡Tu carrito está actualmente vacío!
Puedes consultar la información de privacidad y tratamiento de datos aquí:
- POLÍTICA DE PROTECCIÓN DE DATOS
- SUS DATOS SON SEGUROS
La FNFF, junto con otras agrupaciones de la sociedad
civil, ha provocado que el Ayuntamiento de Madrid suspenda la retirada de las
placas de las 52 calles a las que ha cambiado sus nombres por un capricho
político y en base a una errónea interpretación de la Ley de Memoria Histórica.
Hace unos días la FNFF presentó un recurso
contencioso-administrativo que, entre otras cosas, solicitaba la suspensión
cautelar del cambio del callejero de Madrid. Como
consecuencia de este recurso, y de otros presentados por otras asociaciones, el
Ayuntamiento ha decidido paralizar la retirada de las placas, medida de
prudencia y acatamiento que no deja de ser sorprendente, dado el sectarismo
ideológico del actual Ayuntamiento de Madrid.
El recurso presentado por la FNFF alcanza a la totalidad
del callejero que el Ayuntamiento de Madrid pretendía modificar en su Acuerdo
del 4 de mayo pasado. Las razones
aportadas por la FNFF en su recurso son precisas, ajustadas a derecho y de
respeto a la historia, como fuente de cultura, a saber:
1) La Ley de Memoria Histórica (LMH) no debe tener como
misión, contrariamente a lo que algunos puedan entender, «borrar» todo lo que
guarde relación con el período histórico del anterior Jefe del Estado, D.
Francisco Franco, y, a tal fin, obligar al cambio del nombre de calles,
estadios de fútbol, centros educativos, etc., de personajes públicos relevantes
en la historia de la localidad o de España que hubieran mostrado afecto al
régimen o, incluso, que no hubieran mostrado desafecto, desmontando monumentos
y quitando placas de inauguración de hospitales y pantanos…, sino (i)
«reconocer o ampliar unos derechos» y (ii) adoptar medidas complementarias
destinadas a suprimir la división entre los españoles.
2) La LMH no debería ser una ley que ampare borrar o
modificar los hechos históricos, ni tampoco una ley que condene el pensamiento
exteriorizado de ideologías diferentes, o a cualquier tipo de manifestación
gráfica o monumental, pues en nuestro actual ordenamiento jurídico, como no
podía ser de otro modo, no se tipifica como delito profesar las ideologías
asociadas al concreto periodo histórico al que se refiere la LMH.
3) El recurso aporta un detallado estudio histórico
suscrito por cinco doctores de Historia contemporánea, Filología hispánica,
Geografía y Urbanismo, en el que se analiza que siendo alcalde D. Enrique
Tierno Galván (1980), el Ayuntamiento procedió a renombrar todas aquellas
calles de Madrid que cambiaron de denominación en la España de Franco, como por
ejemplo la Gran Vía, y que las calles que pretende cambiar ahora Dª Manuela
Carmena son calles creadas por la España de Franco, y que por lo tanto es
razonable, por motivos históricos, que dichas calles recibieran, en tal
proporción, nombres de personalidades de la España de la época. El
cambio de callejero propuesto tiene por lo tanto por objeto borrar el recuerdo
de una época de la historia de España, lo que es claramente contrario al
espíritu de reconciliación y a la propia carta magna. Este cambio, con una
interpretación torticera de la LMH -por mucho que así lo oculte el acuerdo
impugnado-, responde a cuestiones fuertemente ideológicas (más próximas a la
revancha y provocación para el enfrentamiento entre españoles), que son excluidas
por la LMH.
4) El cambio de callejero propuesto supone un fortísimo
impacto económico para los ciudadanos madrileños, superior a los 55 millones de
euros, de los cuales 6 millones son coste directo a las arcas públicas del
Ayuntamiento de Madrid, que pretenden destinarse no a fines públicos y de
interés general, sino privativos del sector ideológico que gobierna el
Ayuntamiento de Madrid, malversando fondos públicos. No
estamos hablando del coste moral o afectivo, sino del coste real. Esta
estimación económica se basa en un informe de un Agente de la Propiedad
Inmobiliaria, minuciosa y detalladamente elaborado, en el que se hace un
análisis del coste económico y social-moral atendiendo a la población y sector
afectado, empresas, profesionales y Administración Pública, que es altamente
preocupante, y mucho más en la situación de crisis económica, paro y pobreza de
esta Ciudad de Madrid.
por