Libro: Genios del trinque

 
 
“Genios del trinque”.
Autobiografía no autorizada de un funcionario autonómico.
de Pablo Molina 
Libros Libres. Alcobendas. Madrid 2013. 162 páginas.    
 
Ángel Maestro    
 
 
   Dentro de los, afortunadamente cada vez más numerosos escritores que hacen frente a la dictadura de lo políticamente correcto, Pablo Molina ocupa un lugar destacado por la ironía e ingenio que utiliza desenmascarando especialmente a uno de los especímenes más necios entre esa grotesca fauna  casi omnipresente en tantos medios: “el progre”.  
 
   Por sus dimensiones especiales al ocupar espacios de toda índole, el “progre”, se ha convertido en un colosal monstruo, el “estupidisaurio”, que califica, juzga y sentencia todo aquello que no sea acorde con su totalitarismo. El genial Jardiel Poncela, tiene un breve relato en el que descubre con su enorme ingenio  a un fósil del “estupidisaurio”, terror de las tierras y de los mares. Pero el nuevo ejemplar de tan fantástico monstruo, creado por “el progre” tiraniza a sectores sumamente amplios de la sociedad occidental, agudizados en la Ex -España de hoy, esa sociedad en la que gran parte de sus componentes no sólo temen al “estupidisaurio” progre, sino que le tributan vasallaje y pleitesía, y con ciertas dotes de masoquismo se complacen en ser objeto de sus insultos y vejaciones.  
 
   Pablo Molina, con esa arma tan poderosa, pero generalmente  escasa en los medios conservadores cual es la ironía, utiliza profusamente la misma, cual pudimos ver en una de sus obras más destacada “Como convertirse en un icono progre” en la que relataba con un ingenio descriptivo evidente, y una ironía punzante la forma de llegar a ser un icono de la progrez.  
 
   En esta nueva obra que toma forma de “autobiografía no autorizada de un funcionario autonómico”, hay una parte, la más extensa, en la que el protagonista, Juan Martínez García, narra sus vicisitudes desde que aprueba las oposiciones a una plaza administrativa en su comunidad, naciente dentro del nuevo estado de las autonomías. Relata pormenorizadamente, y con el ingenioso sentido del humor que caracteriza a Pablo Molina, el ambiente de una administración autonómica, agravada en sus carencias con la tempestad desatada con la “barrida” socialista.  
 
   El retrato de la burocracia existente en cualquier administración que realiza Molina, podría recordar por la veracidad y humor, la de Miguel Mihura en “Sublime decisión”, más con el añadido producido por esa tempestad señalada por los seguidores de San Carlos Marx. La figura del director general, de los adjuntos, de los diferentes jefes del organismo expedidor de subvenciones,  donde desempeña su actividad funcionarial el protagonista, de las intrigas, del aluvión de enchufados impuestos por el partido, de las corruptelas , la descripción de personajes entre los que destacaríamos a Flora, vigilante de cualquier elemento sospechoso de complicidad con el “régimen anterior” y adalid incansable del luminoso futuro alumbrado por el socialismo, e impulsora de purgas para los desafectos, reaccionarios, fascistas, etc.  
 
   La última parte del libro se aparta algo del desarrollo de la novela, aunque sea en forma de reflexiones del protagonista, y constituye una de las más acertadas descripciones del sistema político instaurado por la Nicolasa en 1978, especialmente en el tema autonómico desgajando competencias estatales para  ejercerlas en diecisiete mandarinatos, demostrando la inutilidad de un entramado territorial nocivo para la nación y sus ciudadanos.  
 
   La sátira del nefasto estado de las autonomías, no sólo particularidad del PSOE, sino tan grato a la actual  dirección del PP, asoma en la descripción del enloquecedor derroche inherente a tal sistema con humor, cual la partida presupuestaria dedicada a tema tan vital cual la  protección de la camelia en Nueva Zelanda. Certeramente señala Pablo Molina, esforzándose: “hasta el paroxismo para intentar convencer- a los ciudadanos – de que las comunidades autónomas  son vitales para la existencia misma de la humanidad”.
 
 
 

Publicado

en

por