¡Tu carrito está actualmente vacío!
Puedes consultar la información de privacidad y tratamiento de datos aquí:
- POLÍTICA DE PROTECCIÓN DE DATOS
- SUS DATOS SON SEGUROS
Carlos Fernández Barallobre
1947
El Caudillo de España visita la Escuela de Trabajo de La Coruña. Le acompaña entre otros el director del centro Fernando Wirtz.
En la tarde del día 23 de septiembre de 1947, el Jefe del Estado Generalísimo Francisco Franco presidia en La Coruña una apretada jornada con las inauguraciones de un nuevo pabellón de la Escuela Elemental del Trabajo, el Instituto de Enseñanza Media Masculino, la Escuela de Comercio, el Museo Provincial de Bellas Artes y el nuevo edificio del Gobierno Civil.
Con tal motivo el público ‘coruñés rindió una vez más fervoroso homenaje de afecto y simpatía al Caudillo. La ciudad apareció totalmente engalanada. Todas las viviendas lucían colgaduras de los colores nacionales y en los centros oficiales, adornados con reposteros, ondeaba la Bandera Nacional. El entusiasmo de la población se hizo sensible desde primeras horas de la tarde.
El Generalísimo llegó a la Escuela Elemental del Trabajo pasadas las cinco de la tarde. La presencia del Caudillo fue recibida con disparos de bombas de palenque. En los alrededores de la escuela y en las zonas de acceso al mismo, enclavado en el barrio de Santa Lucía, se congregaron centenares de personas que recibieron al Caudillo con vítores y vivas a España.
A la puerta de la escuela cumplimentaron al Caudillo los ministros de Educación Nacional, señor Ibáñez Martin; de Gobernación Blas Pérez González; Capitán General de la Región Militar Teniente General Salvador Mújica: Gobernador Civil y jefe Provincial del Movimiento señor Martín Ballesteros; alcalde de la Coruña Alfonso Molina; rector de la universidad de Santiago, Luis Legaz; autoridades militares, civiles y eclesiásticas, así como el director de la nueva escuela Fernando Wirtz.
El Generalísimo entró en el centro y se dirigió a una gran aula, adornada con profusión de banderas Nacionales, donde le esperaban los setecientos alumnos del nuevo centro, que le recibieron con una prolongada ovación y gritos de ¡Franco!, ¡Franco!
El jefe del Estado, recorrió de seguido las demás aulas y talleres de la escuela, atendiendo las explicaciones que sobre el funcionamiento de la misma le ofreció el director del centro señor Wirtz, Posteriormente se dirigió al pabellón, que se iba a inaugurar, en el segundo piso del centro, que se dedicaría exclusivamente a clases orales, el cual recorrió.
Al bajar el Generalísimo, los alumnos volvieron a vitorearle y aplaudirle con entusiasmo. A las 5’25 el Caudillo abandonó la nueva escuela en dirección a la ciudad Escolar de Riazor, donde presidiría la inauguración del Instituto de Enseñanza Media Masculino “Ibáñez Martín”.
En el Instituto “Ibáñez Martín”, que aparecía profusamente engalanado con banderas y gallardetes, le esperaban el director, Enrique Míguez Tapia, con todo el claustro dé profesares y diversas representaciones militares, entre ellas, el gobernador Militar de La Coruña General Pérez Salas.
1947 El director del Instituto de Enseñanza Media, Enrique Míguez Tapia se despide del Generalísimo Franco.
En la explanada situada frente al edificio, formó una compañía del Regimiento de Infantería Isabel La Católica nº 29 con escuadra de gastadores, Bandera, bandas de música y de cornetas y tambores, que rendirían honores de ordenanza al Jefe del Estado,
A su llegada, acompañado por el gobernador Militar de La Coruña General Pérez Salas, pasó revista a la compañía de honores, que desfilaría a continuación ante el Caudillo de España
En la calle donde se encontraba situado el instituto, y en las vías adyacentes, se habían congregado miles de coruñeses así como los niños y niñas de los Centros benéficos de la ciudad. La ‘presencia’ del Caudillo fue subrayada con clamorosos aplausos, vítores y gritos de ¡Franco! ¡Franco! ¡Franco!
El Caudillo pasó al interior del Instituto y el director del mismo le acompañó en su recorrido por las diversas dependencias. Visitó las aulas, salón-teatro, laboratorio, museo de Historia natural, comedores, cantina y bar, así como la capilla, donde el capellán del centro le ofreció agua bendita.
En el despacho del director, el ministro de Educación explicó al Caudillo sobre planos, todos los proyectos que estaban en marcha en relación con la ciudad escolar “Generalísimo Franco” coruñesa que los conformarían el Instituto, la Escuela de Comercio y la Escuela del Magisterio “María Pita”, esta en construcción. El Caudillo inauguró con su firma el libro de oro del nuevo Instituto
El Generalísimo se interesó por el proyecto de las casas para el profesorado y se le indicó el terreno donde, serian emplazadas. También se le hizo saber que existía el proyecto de construir una residencia para estudiantes y un campo de deportes. Los alumnos del Instituto, que esperaban al Caudillo en sus respectivas aulas, le vitorearon con entusiasmo.
A las seis menos diez de la tarde, el Caudillo y autoridades se dirigieron a la Escuela de Comercio, “Nicolás Arias Andreu”, próxima al Instituto, para proceder también a su inauguración. Fue recibido por el director Enrique Fraga, profesores y alumnos, que, le acogieron con una prolongada ovación y gritos de ¡Franco! ¡Franco!
El Caudillo recorrió asimismo todas las dependencias de la escuela, escuchando las explicaciones que sobre su funcionamiento le dieron los profesores de las distintas asignaturas.
1947 Fachada del Museo de Bellas Artes de La Coruña el día de su inauguración.
A las seis y cinco de la tarde el Jefe del Estado se trasladó al museo de Bellas Artes sito en la calle de Panaderas. Allí, donde resaltaba la fachada del Museo engalanada con reposteros, una multitud le esperaba. Las ventanas y balcones de la calle estaban también repletos de público.
Uno instantes antes de la llegada del Caudillo de España lo había hecho su esposa Carmen Polo, que fue obsequiada con un ramo de flores.
A la puerta del Museo recibieron al Generalísimo y a sus acompañantes el director el museo José Seijo Rubio y el presidente de la Academia de Bellas Artes, Conde de Canillas, junto a numerosos académicos y artistas.
El Generalísimo Franco recorrió las diversas salas de museo escuchando las explicaciones que le ofrecieron sobre el nuevo centro. Franco se detuvo en las salas dedicadas al pintor Fernando Álvarez de Sotomayor y en otra donde se hallaban nueve cuadros de gran tamaño, enviados en depósito por el museo del Prado, obra barroca salida de lo pinceles del artista florentino Vicente Carducho. Los grandes lienzos pertenecían a la colección que decoraba el Monasterio Cartujo del Paular, situado en Rascafria, en la sierra madrileña de Guadarrama y que narraban escenas de la vida de San Bruno de Colonia, fundador de la orden.
El Caudillo también se detuvo en la sala de arqueología donde admiró varios objetos de un gran valor histórico y artístico que allí se exponían. Por último, visitó la biblioteca del Museo, instalada en la planta baja del edificio del viejo Consulado.
El Real Consulado era una construcción de finales del siglo XVIII, diseñada para vivienda de José Ramos. Esta elegante y magnifica residencia sería arrendada por el Real Consulado Marítimo y Terrestre de La Coruña en el año 1785, fecha de su creación por orden del Rey Carlos III. En 1793 el Estado se hizo con la propiedad al abonar a su propietario 290.000 reales de vellón.
A las 6’30 de la tarde el Jefe del Estado, ministros y autoridades emprendieron la marcha hacia el Gobierno Civil.
En las calles del trayecto, completamente abarrotadas de público, fue objeto, de continuas demostraciones de adhesión popular y cariño.
En el Gobierno Civil el Jefe del Estado fue obsequiado con una copa de vino español y recorrió todas las dependencias en compañía del Gobernador Civil de la provincia Antonio Martín-Ballestero. El público que aguardaba la llegada del Generalísimo y que se había aglomerado principalmente ante la fachada del edificio y en la zona de la calle Real, no cesó un momento de vitorearle con entusiasmo. En dicho Centro oficial se hizo entrega a la esposa del Caudillo y a la del ministro de Educación Nacional de sendos ramos de flores.
1947 El Jefe de Estado Generalísimo Franco en el gobierno Civil de La Coruña.
El edificio que ocuparía el gobierno civil era el antiguo de la Aduana Real, construido en 1761, proyectado por el arquitecto municipal de entonces, Fernando Rodríguez y Romay con la colaboración de Pedro Martín Cermeño y García de Paredes.
A las siete menos cuarto de la tarde el Jefe del Estado salló del Gobierno Civil para regresar al Paso de Méirás. Al aparecer el Caudillo en el exterior, el público arreció en sus demostraciones de entusiasmo, aclamándole con fervor. En todo el trayecto, hasta el Pazo da Meirás, especialmente al paso del coche por los Cantones y Avenida de Linares Rivas, de nuevo los coruñeses exteriorizaron sus sentimientos de adhesión incondicional a Franco.
Carlos Fernández Barallobre.
PD: Ni el instituto Masculino ni la Escuela de Comercio utilizarían los nombres de “José Ibáñez Martín” y “Nicolás Arias Andreu”, pasando a ser conocidos como Instituto Masculino y Escuela de Comercio. El proyecto de residencia para estudiantes, campo de deportes y viviendas para profesores, no llegaría a realizarse. En su lugar se construiría la Escuela de Náutica. En la actualidad se denominan Instituto Salvador de Madariaga y Centro Universitario de Riazor.
Se incorpora el enlace para visionar el NODO de aquellas inauguraciones. Curiosamente sin sonido.