Apuntes biográficos de Franco, por José Luis Montero Casado de Amezúa

 

Apuntes tomados esencialmente del libro “Franco” de Luis Suárez.

 

Resumen realizado por José Luis Montero

 

Dice el evangelio: “Si perseveráis… conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8,32) El acercarme a la verdad de lo que Francisco Franco hizo, es lo que me ha animado a escribir estos apuntes biográficos orientados a aquellos que quieran hacerse una idea de lo que fueron las acciones de Franco y las circunstancias en las que se encontró a la hora de tomar las decisiones. Para escribirlos he releído el libro sobre Franco del prestigioso historiador Luis Suárez Fernández, de 1073 páginas, habiendo añadido algún otro dato y una experiencia personal, ya que viví hasta los 25 años, siendo Franco Jefe del Estado.

Inserto entre paréntesis algunas páginas del libro de Suárez (ISBN: 84-344-6781-X), por si queréis ampliar o localizar la cita.

 

Carrera militar

Nacido en El Ferrol en 1892, de una familia muy vinculada a la marina, al no lograr ingresar en la Armada, fue a la Academia de Infantería en Toledo donde salió como Teniente.

En 1909 por primera vez los socialistas tienen representación en las cortes, y Pablo Iglesias, fundador de la UGT, dice: “el partido socialista… está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de ella cuando no le permita realizar sus aspiraciones”

Durante su estancia en Toledo sufrió bromas por su estatura y voz aflautada. Solicitó destino en África pero no lo obtuvo, destinándole al Ferrol, donde en 1911 ingresó en la Adoración Nocturna. Tras un levantamiento del Rif, se solicitaron oficiales y se prestó voluntario y tuvo su primer destino en África en 1912. En los primeros días que entró en fuego llamó la atención por su valor, ascendió a primer teniente, único ascenso por antigüedad. Ese valor sereno que manifestó le valió su ascenso a Capitán y le proporcionó una aureola de buena fortuna o “baraca” que para los marroquíes supone algo así como un don divino. En un ataque tomó el fusil de un soldado herido y con la bayoneta calada arrastró a los suyos. Cayó herido de gravedad que casi le cuesta la vida, ganó la primera medalla militar y tras una acción heroica  fue propuesto para Comandante, pero algunos militares estimaron que era muy joven para ese empleo, lo que motivó su protesta al Rey Alfonso XII quien accedió a lo solicitado y fue nombrado Comandante. En esa época se destacó defendiendo los méritos de guerra para promover los ascensos y no sólo la antigüedad como defendían los militares de despacho. En 12 de octubre de 1913 se le impuso la Cruz al Mérito Militar de 1ª Clase.

El destino de comandante fue en Oviedo, y allí le llamaban el “comandantin”. Tras contactar con Millán Astray, éste le ofrece el segundo mando de la Legión que se iba a crear destino que ocupó en 1920, constituyendo la legión como un auténtico “cuerpo de élite”. En la guerra de África toma parte brillantemente en la defensa de Melilla, y al caer herido Millán Astray tomó el mando de la legión ascendiendo a Teniente Coronel. El diario ABC le dedica una portada.

Ocurrió entonces el llamado “desastre de Annual” y las Cortes buscan responsabilidades que dieron lugar a la protesta de Millán Astray, siendo relevado del mando y Franco por lealtad con su jefe solicita la baja en la legión. El Rey le nombra “Gentilhombre de cámara” y le impone la Medalla Militar, él se reintegró al regimiento Príncipe en Oviedo. El rey acepta ser padrino de la boda que él le había ofrecido, y que lo realizó por poderes celebrándose la unión con Carmen Polo el 22 de octubre de 1923.

Vuelve a hacerse cargo de la legión en África plasmando algunos pensamientos como “la ofensiva es la salvaguarda de la moral” y “debemos dejar siempre al enemigo una puerta para invitarlo a huir”. En la ciudad de Xauen se forja la condición de líder o caudillo militar y el dictador General Primo de Rivera le otorga la segunda Medalla Militar. Asciende a coronel en 1925 y para que permaneciera al frente de la legión, tuvieron que ampliar la unidad para que le correspondiera ser mandada por un coronel.

Abd el-Krim pasa a la zona francesa del protectorado dando pie a que se prepare el desembarco hispano-francés de Alhucemas, y por realizar la cabeza de playa ganó el ascenso a General de Brigada a los 33 años. Con este ascenso termina su etapa africana y es destinado a La Coruña. En el Ferrol recibe junto con su hermano Ramón, que acababa de realizar la operación Plus Ultra, un homenaje.

El General Primo de Rivera crea la Academia General de Zaragoza, en 1927,  para fomentar el conocimiento mutuo y la camaradería entre todos los militares de tierra fuesen del arma que fuesen, pues hasta entonces las rencillas entre infantería, caballería, artillería o ingenieros militares eran frecuentes, pero conviviría todos en la Academia General donde se formarían como militares y luego irían cada uno a la academia de su arma. Para dirigir la Academia General el dictador nombra a Franco.

 

II República

Con la llegada de la II República, se dicta la orden de cerrarla, en junio del 31, a los dos meses de establecerse la República. Franco pronunció un famoso discurso en el que dijo: ¡Disciplina!…, que no encierra mérito cuando la condición del mando nos es grata y llevadera. ¡Disciplina!…, que reviste su verdadero valor cuando el pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda, cuando el corazón pugna por levantarse en íntima rebeldía, o cuando la arbitrariedad o el error van unidos a la acción del mando. Esta es la disciplina que os inculcamos, esta es la disciplina que practicamos. Este es el ejemplo que os ofrecemos. Franco en la Academia mantuvo la bandera de España una semana negándose a arriarla mientras no recibiera una instrucción formal para izar la tricolor.

Azaña eliminó los ascensos por méritos de guerra u otros méritos dejando como único criterio el turno por antigüedad, pero esto no afectó a los generales que ascendían por elección. Azaña escribió de Franco: “es el más temible… el único temible”. Quedó pues Franco en expectativa hasta que le destinaron a La Coruña, manteniendo una conducta fiel a la república, se negó a sumarse al golpe protagonizado por el general  Sanjurjo, afirmando: “… no está justificado un golpe contra la república porque muchos militares se sientan decepcionados después de haberla implantado”. Después le destinaron a la Comandancia de Baleares.

Tras las elecciones de 1933, aunque había obtenido más diputados la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) el Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, le encargó formar gobierno a Alejandro Lerroux. Franco había sido ascendido a General de División por elección y fue llamado por el Ministro de la Guerra que le incorporó a su séquito por lo que se veía venir. En la revolución del 34, en la que sus líderes afirmaron que era un “movimiento para destruir la república” el Ministro le puso en el gabinete telegráfico, desde donde dirigió las operaciones hasta sofocar la revolución en Asturias. Tras  la dimisión de Lerroux por el escándalo del estraperlo y la negativa del Presidente de la República a que formara gobierno Gil Robles, líder de la CEDA, la situación estaba abocada a elecciones en el 36. Las elecciones eran a dos vueltas, tras la primera empezaron los desórdenes y Franco, Jefe del Estado Mayor, propuso la adopción de medidas para garantizar el orden pero no se adoptaron y tomó la iniciativa el frente popular. Tras las elecciones Azaña formó gobierno y destinó a Franco a Canarias y al despedirse de Alcalá Zamora fue cuando dijo la frase famosa: “Donde yo esté no habrá comunismo”. Camino de Cádiz vio iglesias incendiadas y al llegar a Tenerife le recibieron hostilmente llamándole el “carnicero de Asturias”, sin embargo entre los oficiales del ejército tuvo una calurosa acogida. Desde Canarias escribió al Presidente del Gobierno, Casares Quiroga, proponiendo que adoptara medidas hablando con los militares para hacer frente a los desmanes, pero no tuvo contestación.

Varios generales del ejército iban teniendo conversaciones para dar un golpe militar, liderado por el General Sanjurjo y del que participaron algunos como Cabanellas con la intención de apuntalar la república, para hacer otra república como Mola, que decía que en España apenas había monárquicos, y otros como el partido carlista, para apoyar la pretensión de su candidato Don Alfonso Carlos a la corona; también participaba de las conversaciones Renovación Española, los partidarios de la dinastía de Alfonso XIII, Gil Robles y Calvo Sotelo.

Tras el asesinato del teniente Castillo, guardias oficiales detuvieron y asesinaron al líder de la oposición José Calvo Sotelo, quien en una de las últimas sesiones del parlamento había recibido la amenaza de Dolores Ibarruri diciéndole: “usted ha hablado por última vez”.

 

Alzamiento del 18 de Julio. Guerra

Asesinado Calvo Sotelo, Franco se sumó a la conspiración debiendo ponerse al frente del ejército de África, para  lo que le pusieron un avión desde las Canarias, que vino de Inglaterra y fue financiado por Juan March. Antes de volar le informaron de que los rebeldes habían triunfado en Burgos, Sevilla, Valladolid y Zaragoza. Él comunicó la situación de que se trataba de luchar contra el comunismo, al general francés, al gobernador de Gibraltar, a Italia y a Alemania.

El gobierno destituyó a los generales que participaban del alzamiento, a lo que respondió el General Mola constituyendo la Junta de Defensa, presidida por el general Cabanellas, de la que aún no participaban ni Queipo de Llano ni Franco al no estar aún unidas las zonas.

Las primeras dificultades que tuvo que superar fueron la compra de armas y pasar el estrecho, controlado por el Gobierno, para unir las dos zonas que estaban en manos de los sublevados. Para pasar el estrecho Franco dijo a sus oficiales de marina que a pesar de la superioridad aplastante de la marina roja era posible hacerlo “porque los barcos de guerra rojos están ahora tripulados por asesinos y los asesinos son siempre cobardes”. Y así ocurrió ya que el crucero Alcalá Galiano no quiso enfrentarse a la escasa aviación nacional que apoyaba el paso del convoy nacional por el estrecho

La compra, tras algunas dificultades, la obtuvo de Alemania entre otros efectos le enviaron 12 aviones, con los que realizó el primer puente aéreo trasportando 13.952 soldados en dos meses y medio, sin sufrir accidente aéreo alguno, algo que en aquellos años era infrecuente. Tampoco renunció a pasar por mar y a pesar de la oposición de sus oficiales que lo veían muy arriesgado, mantuvo su decisión, tras subir al Santuario de la Virgen de África desde el fuerte del Hacho en Ceuta, supervisó la operación que fue cubierta desde al aire por el General Kindelán, llegando a Algeciras el 5 de agosto.

En Sevilla Franco hizo un gesto de enarbolar la bandera bicolor, que algunos interpretaron como un anuncio de volver a una Monarquía. El objetivo de unir los ejércitos del norte (Mola) y del sur (Queipo de Llano) se logró conquistando Mérida, Badajoz, y Talavera. En Badajoz, Yagüe con 3.000 hombres venció a las fuerzas gubernamentales con 8.000, y por temor a que se sublevasen fusiló en el cementerio a los prisioneros, lo que generó la primera reacción internacional contra Franco. A los dos meses y medio del alzamiento, en septiembre la Junta de Defensa se reunió en Salamanca y acordaron que hubiera un mando único, que recayó en Franco a quien todos reconocían el liderazgo por su carrera militar, por ser General de División, por haber sido Jefe del Estado Mayor, por el éxito en el paso del estrecho y finalmente por la liberación del  Alcázar de Toledo que se encontró acosado en sus ruinas por las fuerzas del gobierno republicano con el hombre de Stalin en España, el soviético Mijail Kolstov a la cabeza. Cuando entraron los nacionales les dieron el famoso saludo “sin novedad en el Alcázar” del entonces Coronel Moscardó, a quien habían chantajeado con matar a su hijo si no se rendía y, efectivamente, fue ejecutado. Franco el 29 de septiembre visitó el Alcázar y dijo “…ahora sí que hemos ganado la guerra”. En esa fecha se hizo público el nombramiento de Franco como mando único y el 1 de octubre se celebró el acto cediéndole todos los poderes del “Estado”, pues Franco quería que, si ganaba la guerra, se recompusiera la nación y sin hablar de la forma del Estado, es decir sin hacer referencia a la monarquía o a la república, fue nombrado Jefe del Estado.

El cardenal Pla y Daniel, calificó la guerra como cruzada y Franco hizo suya esta expresión con lo que dejó claro que había que  ganar la guerra, defendiendo a España y a la religión católica. En esa fecha murió el pretendiente carlista a la corona de España, Don Alfonso Carlos, en accidente de tráfico.

En el discurso del 1 de octubre Franco planteó algunas líneas como la representación a través de instituciones, (prescindir de los partidos), afirmó que el Estado era aconfesional, la obligación de trabajar, y la protección del patrimonio familiar de los agricultores afirmando que los partidos políticos llevaban a los puestos a aficionados, y no a los más preparados, por ello organizó el Estado con una voluntad integradora de todos unidos en una organización católica y social. Para ello constituyó la Junta Técnica compuesta por 7 colaboradores civiles y continuó su vida con austeridad, silencio, pocos amigos, protocolo tradicional y misa diaria (61).

En octubre del 36 intentó tomar Madrid sin conseguirlo, pero dando lugar a que el Presidente del Gobierno, Largo Caballero, abandonara la capital y se estableciese en Valencia, dejando Madrid bajo la responsabilidad del General Miaja y una Junta Militar, encargándose del Orden público Santiago Carrillo. En noviembre se produjeron los fusilamientos en Paracuellos del Jarama. Las posiciones militares se mantuvieron por lo que la capital siguió  sitiada.

En octubre entraron en guerra los tanques soviéticos, en Seseña, y a primeros de noviembre también lo hicieron, tras desfilar, las primeras brigadas internacionales de voluntarios. El 20 de noviembre fusilaron a José Antonio Primo de Riveras, aunque esta noticia tardó en llegar a los nacionales. Alemanes e italianos, que ayudaban a los sublevados  menospreciaban a Franco y proponían acciones más eficaces, pero Franco argumentaba que esta guerra no era contra otro país, sino que se trataba de liberar al propio de una dominación extranjera, y por tanto tenía que recuperar las ciudades una a una y con el mínimo destrozo. Mussolini se creció con la victoria sobre Málaga en la que participó y con sus propias fuerzas, sin participación de las españolas, planteó el frente de Guadalajara librándose en Brihuega una batalla que terminó en derrota, si bien al final pudo mantenerse la posición, con esta actuación se paralizó el intento de tomar Madrid.

Tras El Salvador y Guatemala, Alemania reconoció a Franco como único interlocutor legítimo. Las relaciones con el Vaticano que importaban mucho a Franco se vieron complicadas por los católicos vascos, nacionalistas, y también porque la Iglesia quería proteger también a los católicos que vivían en la zona dominada por el Frente Popular y temían que una posición muy favorable a los nacionales les supusiera una mayor persecución. El cardenal Gomá llevó las negociaciones y logro publicar una carta colectiva de los obispos, -salvo dos: Guipúzcoa y Vizcaya- y la distribuyó al extranjero recibiendo la adhesión de cerca de 900 obispos, entre ellos el arzobispo de París, el de Westminster y el General de la Compañía de Jesús. Posteriormente la Santa Sede restableció la Nunciatura y agradeció a Franco la forma en que había recibido y atendido las sugerencias en relación con el clero vasco.

La guerra tuvo los acontecimientos más sobresalientes en los veranos, por la mayor facilidad de mover las tropas y todos los medios, así en el del 36, se unieron los ejércitos del norte y del sur y se establecieron las posiciones rodeando parcialmente a Madrid. En el verano del 37, se libró la conquista de la cornisa cantábrica, Bilbao, Santander y Asturias, aunque en ese verano hubo dos intentos de que acudieran fuerzas nacionales a otros objetivos, para así retrasar la conquista del norte. Así se distrajeron fuerzas por la ofensiva de Brunete, cerca de Madrid, pero al plantear la ofensiva de Belchite, localidad de Zaragoza, Franco no disminuyó las fuerzas del norte culminando su victoria. La heroica defensa de Belchite al final de agosto, se quiso recordar manteniendo las terribles ruinas, que aún hoy se pueden ver. En el verano del 38 se logró dividir la zona republicana alcanzando el mediterráneo en la zona de Castellón. Ya entre diciembre y febrero del 38 se libró la batalla de Teruel, ciudad que 

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había caído en manos del Frente Popular, y la decisión de Franco era de no perder ni una sola de las plazas que tenían bajo el control de  los nacionales y logró su reconquista en un crudísimo invierno. Unos meses después en un intento de envolver a las fuerzas nacionales junto al Ebro, se produjo la batalla del Ebro, que fue la más larga extendiéndose desde julio hasta noviembre del 38, y resultó definitiva al conquistar de Barcelona en enero, y Valencia y Madrid en marzo. Durante esta etapa se hicieron obras en el puerto de Pasajes, se reorganizó el Instituto Nacional de Previsión para otorgar subsidios a las familias de los trabajadores, y en diciembre se otorgó la paga extra de Navidad, se encargó a juristas relevantes el estudio de qué decisiones concretas del Gobierno de la República debían ser consideradas ilegales y cuáles no, y   se constituyó un nuevo Tribunal Supremo.

El 1 de abril se emitió el conocido último parte de guerra: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado” Burgos, 1º abril 1939. Es digno de tenerse en cuenta la expresión “objetivos militares” pues siendo Jefe del Estado, estaba indicando que iba a recomponer una nación en ruina por la guerra. También hay constancia de que evitó la palabra “enemigo” al tratarse de una guerra entre españoles.

El gobierno de Roosevelt reconoció a Franco el mismo 1 de abril de 1939.

El número de víctimas que causó la guerra, publicadas por César Vidal, ascendió a las siguientes:

 

Víctimas de la guerra

       

Víctimas causadas

Por los alzados

Por el Frente Popular

Total

En los frentes

34.878,00

42.297,00

77.175,00

       

Fusilados

Por los alzados

Por el Frente Popular

Total

En guerra

46.823,00

56.576,00

103.399,00

En posguerra

27.966,00

0,00

27.966,00

       

TOTAL VÍCTIMAS

109.667,00

98.873,00

208.540,00

 

 

Franco fue consciente de los desmanes que las fuerzas nacionales cometieron en la retaguardia; incluso en los casos de sentencias dictadas por tribunales. Buena muestra es que en enero de 1937 conmutó en un solo día 70 penas de muerte dictadas por esos tribunales. En materia económica mantuvo la paridad de la peseta con la libra durante toda la guerra a pesar de la posición contraria de sus consejeros económicos y de sus banqueros. Sin embargo estos mismos le tuvieron que felicitar al final de la guerra confesando que era la primera vez que una nación en guerra había logrado mantener – sin oro ni divisas- el precio de la moneda. Según el informe que José Larraz, ministro de Hacienda, presentó al Consejo de Ministros en 1940, los gastos de la guerra fueron de 8.260 millones de pesetas los del bando nacional y 23.000 millones los bando republicano.

 

Primeros pasos par ala reconstrucción del Estado. II Guerra Mundial

Tras el final de la guerra que el ejército rojo había intentado prolongar para que coincidiera con la inminente guerra mundial, la situación de España, tal y como la veía Franco era problemática. Siempre tuvo como enemigo al comunismo y por ello firmó el pacto Antikomintern con Alemania, Japón al que luego se sumaron Italia, España y Hungría. En agosto del 39 Alemania firmó un tratado con la URSS, ante lo cual Franco abandonó el pacto Antikomintern. El 1 de septiembre, justo 5 meses después de finalizar nuestra guerra Hitler invade Polonia, provocando la declaración de guerra de Inglaterra y Francia a Alemania. Franco en esta guerra mantuvo neutral e España. Los ejércitos de Alemania derrotaron al ejército prestigiado francés en una semana y Hitler, dominaba además los Países Bajos, pretendió que España entrara en la guerra. Franco, habiendo sido ayudado por Alemania en nuestra guerra y siendo tan poderoso Hitler, adoptó una posición de pedir a cambio de la entrada en guerra exigencias excesivas, en materia de alimentación, armamento, material, todo ello con el fundamento de la situación de penuria en que se encontraba España, pero además planteó pretensiones territoriales sobre el protectorado francés en África. La razón era clara: Francia había firmado un acuerdo con Alemania y conservaba parte del territorio francés con capital en Vichy y su protectorado en Marruecos y lo que Franco pedía le creaba a Hitler dificultades con Francia. En realidad era una medida dilatoria, porque además Franco propugnaba la paz.

Cuando Alemania invadió la URSS Franco accedió a participar en el frente ruso, pues su política se basaba en que el enemigo era el comunismo, así que envió una división de voluntarios, pero encuadrados por militares del ejército que permaneció en el frente ruso algo más de dos años, regresando a España año y medio antes de la rendición de Alemania. Hitler presionaba a Franco para que le permitiera pasar por España y así hacerse con Gibraltar, pero Franco que mantenía la posición de neutralidad en la guerra entre Alemania e Inglaterra, se mantuvo firme a pesar de que en España había una notable inclinación a conquistar Gibraltar, hábilmente Franco hizo un claro acercamiento a Portugal, para constituir un “bloque ibérico”, lo cual era significativo dada la buena relación entre Inglaterra y Portugal, que suavizó con un discurso anticomunista para tranquilizar al poderoso Hitler. Cuando Italia entró en la guerra formando el eje Berlín-Roma-Tokio, puso en serios apuros a los alemanes, por lo que Hitler pensó que la entrada de España podía ser otra carga para Alemania. Cuando Franco pensaba que ya era inevitable que Hitler entrara por la fuerza a tomar Gibraltar, éste tuvo que distraer las fuerzas para acudir en ayuda de los italianos a Marsa Matruk (Egipto), operación que impidió la operación “Félix” que era la operación para hacerse con el control de Gibraltar y del Mediterráneo.

En diciembre del 41 entró USA en la guerra y Japón invadió Filipinas, la posición de Franco en lo que llamó guerra del pacífico, fue matizada, porque él mantenía que había tres guerras diferentes: la guerra entre Alemania y los países europeos, Inglaterra y Francia, en la que mantenía la neutralidad; la guerra entre Alemania y la URSS, en la que España era “no beligerante” pero estaba a favor de Alemania; y finalmente la guerra del pacífico en donde era “no beligerante” a favor de los países hispanos. Estos distingos no fueron tenidos en cuenta por los países, pero todos mantenían la atención a lo que ocurriera en la península ibérica, y Canarias. Franco mantuvo las relaciones comerciales con los todos los contendientes.

Franco instituyó el Consejo de Ministros como órgano colegiado, de forma que la toma de decisiones era de todos los miembros del Gobierno y la relación de Franco con sus ministros se realizaba a través del Consejo. Con anterioridad los Presidentes  del Gobierno mantenían una relación bilateral con sus ministros, lo que generaba una relación de dependencia más fuerte. Los grupos de apoyo al régimen ya fuesen falangistas, tradicionalistas, “católicos”, militares etc., tenía reflejo en la composición del Consejo de Ministros, coexistiendo miembros partidarios de Alemania-Italia y miembros partidarios de Inglaterra. Además en el interior tenía facciones muy diversas que eran rivales en cuanto al protagonismo que pretendían ejercer. Las dos fuerzas que habían apoyado el alzamiento con un pensamiento político sólido eran los falangistas y los tradicionalistas. Los falangistas, republicanos, con alto contenido social, los tradicionalistas monárquicos, defensores de los fueros y de la tradición. Ambos defendían lo natural en cuanto a las instituciones políticas y sociales. Argumentaban que cada persona había nacido en una familia, vivía en un territorio y tenía un trabajo, por lo tanto la representación política debía ser “familia, municipio y sindicato” y así implantar una representación democrática orgánica: la democracia orgánica.

Como Franco era más partidario de la unidad que de la división dictó un decreto de unificación creando la organización del movimiento: “Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista” que por sus iniciales rezaba “FET y de las JONS”. La unificación no era real, cada grupo mantenía sus personajes y grupos influyentes; por otro lado estaban los militares y algunos civiles partidarios de la restauración rápida de la monarquía, y Franco, que era monárquico, pensaba que era preciso demorar el establecimiento de la monarquía. Finalmente estaban los que podríamos llamar “católicos” vinculados a la jerarquía de la Iglesia que mantenían su posición en lo referente a cuestiones morales y a lo concerniente a las relaciones con el Vaticano, que eran vitales para España. Con estos condicionantes Franco fue realizando cambios en la composición del Consejo de Ministros para acomodarse a las tensiones internas y a la situación del exterior.

TIME_October_18,_1943_Vol._XLII_No._16En cuanto a la relación con Don Juan, Franco en septiembre de 1941 le escribió “Para vuestra alteza y el Régimen que representáis también el único camino por el que, en el día que es servicio de España os llame, para que coronemos la obra con la instauración del Régimen tradicional, del que para mí sois el único y legítimo representante, pueda ésta tener la solidez y plena autoridad que mi espíritu acaricia”, a la que Don Juan contestó “ se hace preciso realizar en España la fecunda revolución que supone el retorno a lo que ha sido y es específicamente nuestro sentir religioso de la vida, incluido lo social y la reafirmación del núcleo familiar, de las corporaciones profesionales y de la vida local”. (207) Como se puede ver Franco cuidó de utilizar la palabra “instaurar” en lugar de “restaurar”, palabras que con el tiempo reconoció como más adecuadas la misma familia real. Con esta palabra estaba dando a entender que no quería volver a una monarquía como la que había caído en el 31. Por lo que respecta a Don Juan, se advierte un paralelismo con las ideas del Movimiento “familia”, sindicato (corporaciones) y municipio (vida local). Con motivo del funeral de Alfonso XIII, Don Juan, ya Jefe de la Casa Real hizo un discurso afirmando: “la Monarquía tradicional… supo España hacer frente a la revolución religiosa de Lutero… Así debemos hacer hoy frente a la revolución roja con una política racial militante, llena de espíritu cristiano…”. Y ante las pretensiones de monárquicos que querían volver a la monarquía, que Franco calificaba “sin pulso”, le escribió “Es mi ilusión, que me tarda, el coronarla para poderos ofrecer ese día, con la jefatura total del pueblo y sus ejércitos, el entronque con aquella Monarquía totalitaria que, por serlo, vio dilatarse sus tierras y sus mares.” Franco ofrecía a Don Juan ser continuador de su obra.

Franco, Carrero y el Ministro de Exteriores, Jordana, compartían la certeza de que Alemania iba a ser derrotada, aún así hablaban de paz para dejar clara la conducta del régimen y consiguieron que el Papa Pío XII dijera que el régimen español “era una clara muestra de las inagotables posibilidades que la doctrina católica, sinceramente practicada había encerrado la Divina Providencia para la edificación y reconstrucción de los pueblos”. (240)

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Durante  1944 se organizó un Frente Nacional Antifascista que pretendió a través del maqui, resistencia militarizada rural, realizar un movimiento político y pretendiendo el apoyo exterior, afirmando que España había entrado en guerra y llegó a invadir el Valle de Arán, si bien se les consideró francotiradores y no soldados de un ejército. El intento de invasión terminó con la orden de retirada dada por Santiago Carrillo que culpó de la derrota a Jesús Monzón. Tras esta actuación, aunque no recibieron apoyo, tampoco se mostraron contrarios al intento de invasión, con lo que Franco comprendió que estaba solo frente al comunismo y que las democracias liberales no le iban a ayudar.

Los que se oponían al régimen, al ver el resultado de la guerra mundial, trataron de formar una fuerza de oposición a Franco que integraba republicanos, monárquicos, invitando a los socialistas y declarándose todos “anticomunistas”, y admitiendo sólo a los que habían sido “vencidos” en la guerra, por lo que no admitieron a Gil Robles. Los exiliados en Méjico y Francia quisieron revitalizar un Gobierno y unas Cortes en el exilio, que no lograron por falta de unidad, aunque pretendieron el reconocimiento por la Conferencia de Yalta en febrero de 1945, encontrándose allí con la oposición de Churchill que no quería que España entrara en la órbita de la URSS. En Yalta se decidió que en todos los países se celebraran elecciones, firmándola Stalin que en la URSS sólo permitía un partido y así lo impuso en Polonia, Bulgaria,  Rumanía y Hungría.

Es abril de 1945 por asaltar la Universidad de Santo Tomás en Manila, España rompió relaciones con Japón y clausuró la embajada en Madrid, (287) distanciándose del Eje que ya declinaba en la guerra. Alemania se rindió el 7 de mayo del 1945 y Japón el 15 de agosto, tras la explosión de las bombas atómicas el días 6 en Hiroshima y el 9 en Nagasaki.

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La labor realizada por Franco en defensa de los judíos fue reconocida por Haim Auni, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén quien anunció que España durante la II Guerra Mundial había salvado la vida a 46.000 judíos y esta actitud se mantuvo hasta después de morir el 20 de noviembre de 1978 en el templo de la comunidad sefardita de Brooklin se elevaron oraciones de recuerdo y agradecimiento al general Franco por haber salvado la vida a 40.000 judíos durante la Guerra Mundial y por la ayuda que prestó a los judíos en los países árabes durante el conflicto de 1967. (ABC 21/XI/1978)

En esos años 1944-46, la depuración llevada a cabo por el General De Gaulle durante el Gobierno provisional procedió a más de 100.000 ejecuciones (314) en lo que llamaron las “desnazificación” y en línea con esta conducta, los aliados no olvidaban el apoyo de Hitler y Mussolini que recibió Franco, pero éste mantenía la advertencia de lo que realmente era el comunismo y así le expuso a Churchill el riesgo que iba a suponer para Europa, pero en aquellos años el inglés estaba por tener una buena relación con Stalin, sin embargo dos años después él mismo acuñó la expresión del “telón de acero” para referirse a las naciones que habían caído en regímenes comunistas en Europa.

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Nada de esto impidió el aislamiento de España que se encontró por las presiones soviéticas con las fronteras cerradas, si bien se libró de ser invadida al no haber entrado en la guerra. Aun así en la Conferencia final de la Segunda Guerra Mundial, en Postdam en julio-agosto de 1945, Stalin propuso el abandono de las relaciones con España. Al verse aislado Franco reforzó sus vinculaciones con el catolicismo, declarando en el Fuero de los Españoles que la religión católica se declaraba como propia, y a las demás solo se las limitaba en sus manifestaciones públicas, de hecho la celebración judía de Yamin Nora’im, que en España no se celebraba desde 1492, se celebró en 1953. La Iglesia vio con buenos ojos la mayor libertad que se deducía del Fuero de los Españoles y Franco decidió mantener el orden interior, continuar indultando penas, permitir a la prensa su trabajo siempre que no estorbara la labor institucional y no se opusieran al Gobierno y, por lo demás decidió esperar a que las democracias liberales se dieran cuenta de lo que era el comunismo. Por eso en una entrevista del General De Gaulle al Ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Castiella en una visita oficial en París le dijo: “es mucho lo que Occidente le debe a Franco”.

 

Fin de la Segunda Guerra Mundial. Bloqueo a España.

Don Juan y los que le apoyaban –Pedro Sainz Rodríguez, ex-ministro de Franco; y Gil Robles- daban por supuesto que los Estados Unidos e Inglaterra verían bien el establecimiento de la monarquía parlamentaria en España y apoyaron un golpe de Estado capitaneado por el General Aranda, a quien seguían los Generales Kindelán, y Orgaz quienes habían luchado en la guerra en el bando nacional. Socialistas y comunistas no quisieron secundar este intento por su condición de republicanos.

En marzo de 1945 Don Juan viendo cómo se decantaba la guerra mundial, y sin sentirse vinculado por sus peticiones de formar parte de la sublevación, publicó el Manifiesto de Lausanne, en el que afirmaba insolidaridad con el régimen y la incompatibilidad  de éste con la situación internacional posterior a la guerra ofreciendo como solución el establecimiento de la Monarquía “justiciera y tolerante” para que no se volviera a repetir la situación que dio lugar a la II República. Franco no podía ver bien que estando España sufriendo un bloqueo fundamentalmente promovido por la URSS, Don Juan criticara al régimen que había derrotado al comunismo. Los países europeos, de hecho no quisieron apoyar el traslado de residencia de Don Juan si se hacía en contra del criterio de Franco, que dio su conformidad para el traslado de residencia de Lausanne a Estoril en febrero de 1946, y así estar más cerca de España.

En 1946 hubo dos manifestaciones el 1 de abril con motivo del aniversario de la victoria y el 9 de diciembre en contra de la decisión de la ONU de retirar a los embajadores acreditados en España y su exclusión de los Organismos Internacionales, ambas de apoyo a Franco, para sorpresa de los observadores extranjeros.

 

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Franco se dirige a los manifestantes. 9-XII-1946

 

Aunque se mantenía la no existencia de embajadores en España, había embajadas y relaciones comerciales y con esta situación en el exterior, en el interior presento la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, que declaraba que España era un reino y fue sometida a referéndum nacional aprobándose con un 78,01 % de los votantes.(338) Carrero Blanco le llevó el Proyecto de Ley a Don Juan, antes de presentarlo en las Cortes, pero éste lo rechazó e insistió en que el Régimen no podía aguantar si seguía enemistado con los países europeos, pero advirtiendo que con esa Ley podía llegar a ser rey, pretendió hablar con Franco, aunque se negaba a acatar los Principios del Movimiento. Franco y sus consejeros empezaron a pensar en Don Juan Carlos.

En 1947 una delegación parlamentaria de estadounidenses se entrevistó con Franco y la situación comenzó a cambiar y Franco convencido de que los países europeos no le iban a ayudar orientó su política hacia los Estados Unidos de América, a Hispanoamérica y a los países árabes. Tuvo muy buenas relaciones con la Argentina del General Perón que accedió a suministrar trigo durante el bloqueo comercial que sufrió España. USA pensó que derribar a Franco iba suponer que España entraría en la órbita de la URSS y ellos precisaban que la península ibérica fuera como un gigantesco aeropuerto muy necesario si se producían problemas en oriente próximo, circunstancia esperable pues en 1948 la ONU reconoció al estado de Israel. Dentro de USA los militares y el Senado eran favorables a Franco mientras que el Presidente Truman no lo era y el Presidente vetó un par de acuerdos del Senado y España quedó fuera del programa de recuperación económica de Europa que se denominó el Plan Marshall, exclusión que también obedeció a presiones de los países europeos. Los militares norteamericanos concienciaron que al fin y al cabo Franco había vencido en África, en la guerra española y posteriormente había derrotado a la guerrilla y le fueron valorando su lucha contra el comunismo sobre todo cuando vieron que la URSS intentó cortar todas las vías de acceso a Berlín. En resumen el problema de España acabó dividiendo a los aliados, entonces no se le admitió a la ONU ni a la OTAN, aunque si fue admitida en los organismos internacionales de carácter técnico y dejando que cada país decidiera lo referente al nombramiento de embajadores y en las cuestiones económicas y comerciales bilaterales, en definitiva la falta de alternativa a Franco y su anticomunismo fue lo que hizo imprescindible contar con él y de forma más clara al estallar en 1950 la guerra de Corea.

Esta mayor integración internacional no eliminó los contactos entre monárquicos y socialistas, excluyendo a los comunistas, pero cuando Don Juan accedió a que su hijo Juan Carlos estudiara el bachillerato en España, monárquicos y socialistas debilitaron su acercamiento. Don Juan se encontraba incómodo pues pensaba que la entrevista que había mantenido con Franco a bordo del yate Azor en agosto de 1948 no daba los resultados que él esperaba pero Franco dejó siempre claro que la Monarquía sucedería al régimen pero que no lo sustituiría. La buena relación con Portugal reforzó el Pacto Ibérico y la Universidad de Coimbra nombró a Franco Doctor Honoris Causa.

En 1949 nace en Martorell (Barcelona) la SEAT inaugurando Franco las instalaciones, la central hidroeléctrica de Villalcampo en Zamora y la Central térmica de Ponferrada. Se construye el TALGO, y se inaugura Nitratos de Castilla y la Empresa Nacional de aluminio (ENDASA). Con el establecimiento de industrias, este sector crecía a un 11% anual, pero también empezaron a surgir problemas laborales con huelgas en 1951 en Cataluña, Vizcaya y Madrid e incluso hubo una huelga general con un muerto por el disparo de un policía de paisano. En 1953 se crea la Empresa Nacional de Siderurgia en Avilés (ENSIDESA) para la producción de acero. Por aquéllos años, inicio de los 50, se terminaron las cartillas de racionamiento y Franco puede afirmar que “España ha pagado sus deudas, las contraídas por los dos bandos”. (384) La celebración del 12 de octubre pasó de llamarse “Día de la raza” como en la República, a “Día de la Hispanidad”.

En Francia se declara ilegal al partido comunista español y los comunistas se integran en el Partido comunista francés, ganando fuerza para ir contra Franco, pero los Estados Unidos no querían correr el riesgo de que España pudiera caer en la órbita de la URSS, sobre todo tras producirse la guerra de Corea, por lo que no desean derribar a Franco cuyo anticomunismo estaba probado.

El Papa Pio XII otorga a Franco la medalla de oro de su pontificado y la de plata del jubileo del año santo 1950,  y también le nombró Caballero de la Milicia de Cristo, Orden de la que sólo formaban parte 4 personas, y llegó a firmar un nuevo Concordato en 1953 que fue muy ventajoso para la Iglesia Católica. Tras la oposición de varios países y sin que España manifestase especial interés en entrar, fue admitida en la ONU en 1955. Tampoco manifestó interés en ingresar en la OTAN contentándose con fortalecer la alianza con los norteamericanos. En esta década de los 50, en España se trabajaba en orden lo cual le permitió aprovechar la ayuda que empezó a suministrarle los Estados Unidos de América. El Newsweek en julio de 1951 dedicó a España la primera plana. Los Norteamericanos presionaban para que los protestantes tuvieran más libertad y la Iglesia que había sido muy firme empezó a cambiar mostrándose de acuerdo con lo que establecía el Fuero de los Españoles, sin perjuicio de la unidad católica. Firmado el Concordato y con Eisenhower de Presidente, se firmaron los Acuerdos con  Estados Unidos. En 1955 la Unión Interparlamentaria, expulsó a los representantes del Gobierno en el exilio y admitió a los de las Cortes españolas.

Realmente desde 1952 se inició el crecimiento ininterrumpido llegando a incrementarse la producción industrial un 64 % entre 1953 y 1956, (441) asimismo se fueron dando paso para establecer una Democracia Orgánica, basada en instituciones naturales como son la familia, el municipio y el sindicato, pero no en los partidos políticos que son creaciones artificiales e ideológicas no naturales que dividen a los españoles, seleccionando, no la mejor de las ideas, sino la más numerosa.

En 1956 se puso fin al protectorado español en Marruecos, que se había iniciado en 1912, por acuerdos con Francia e impulso británico. Don Juan seguía haciendo valer sus derechos hereditarios alineándose con las democracias parlamentarias liberales y rechazando asumir el sistema político del Movimiento Nacional que había ganado la guerra afirmando que no iba contra él, pues “dos veces me ofrecí como voluntario” (413). No obstante en diciembre de 1954 Don Juan y Franco se entrevistaron en el Palacio de Las Cabezas cerca de Navalmoral de la Mata acordando que Juan Carlos, al terminar el Bachillerato recibiera la educación posterior en las facultades y Escuelas Militares en España.

En la URSS murió Stalin y en Italia el comunista Gramsci dio un giro hacia lo que se llamó el “eurocomunismo” en donde se integró Santiago Carrillo, quien con mando, dinero y disciplina siguió una política de infiltración en todas las instituciones: ejército, sindicatos, universidades, editoriales y en la Iglesia, produciendo en 1953 el movimiento de sacerdotes obreros que iniciaron la crítica de la Iglesia al sindicato vertical, con el apoyo de la HOAC y la JOC, organizaciones cristianas de obreros. No obstante las relaciones Iglesia-Estado eran inmejorables. En 1956 hubo revueltas en la universidad provocadas por falangistas por un lado y marxistas por otro, llegando a producirse disparos y detenciones.

En las primeras 4 legislaturas Las Cortes devolvieron 120 Proyectos de Ley al Gobierno y muchos proyectos de ley sufrieron importantes modificaciones en la Cámara legislativa. El Gobierno era consciente de que había que hacer un desarrollo intelectual de la política y creó el Centro de Estudios Sociales del Valle de los Caídos del que formaron parte personalidades intelectuales de primer orden y que tenía por objeto que la legislación social y económica fuese respetuosa con la doctrina social de la Iglesia.

Durante esta década se produjo un cambio políticamente importante porque en los grupos que apoyaban a Franco: falangistas, tradicionalistas, católicos propagandistas y militares, Franco solía mantener un equilibrio de influencias, pero al mismo tiempo trataba de profundizar en la democracia orgánica e ir dando pasos de para instaurar la monarquía, puesto que España se configuraba como un reino desde la promulgación de la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado. El problema se planteaba con la falange, que al ser republicana, era crítica con la monarquía; ello generó división en el Gobierno y como Franco valoraba y creía en la unidad, cuando se encontraba con una división acostumbraba a apartar del asunto al responsable, que en este caso el era el falangista Arrese, al que Franco le tenía en alta consideración personal y procedió a relevarle de la cartera ministerial de la Secretaría del Movimiento, encargándole la de Vivienda.

Después de ese cambio la orientación política del Gobierno se “despolitizó” entrando en él los llamados “tecnócratas” que dieron a la administración un impulso “desarrollista”. Con respecto a los problemas universitarios también apartó a Ruiz Giménez de Educación, que pertenecía al ala católica, porque no había logrado poner orden en la Universidad. Con los tecnócratas se acometió la reforma de la Administración en 1957 con la ley que hizo de López Rodó que dio lugar a la creación de cuerpos generales de la Administración y no cuerpos distintos de cada ministerio. Nombró  Ministros que no pertenecían a grupos políticos a los que se les denominó “tecnócratas”. En materia económica se asignó un valor realista a la peseta (moneda) para mejorar la balanza de pagos y favorecer la entrada de divisas (monedas extranjeras). Se congeló el salario de los funcionarios y obreros y, para que no perdieran valor adquisitivo, se adoptaron medidas que impedían la subida de productos de primera necesidad. No obstante se producía el alza de los precios (inflación) se redujo el gasto y se acometió un programa selectivo de inversiones. En esos años se iniciaron algunas agitaciones universitarias y el Partido Comunista, clandestino buscaba infiltrarse en todas las instituciones, disponiendo de mando, dinero y disciplina. Se inauguraron industrias en Cartagena,  una Central térmica, y un complejo petroquímico que proporcionaba abono. En octubre de 1957 se produjo la gran riada de Valencia por desbordamiento del río Turia dando lugar a una reacción de unidad solidaria, buscando soluciones para que no volviera a ocurrir, como efectivamente no ocurrió con la realización del encauzamiento del Turia.

Los tradicionalistas se dividieron, unos reconocieron a Don Juan como legítimo aspirante a la corona regalándole una boina roja, su símbolo; otros permanecieron fieles a la otra rama, la que promocionaba a Don Hugo. Don Juan mantenía que jamás había pretendido abrir un proceso constituyente y que la monarquía no significaba una alternativa sino un perfeccionamiento. Al haber recibido el apoyo de un sector importante de los tradicionalistas era considerado único pretendiente al trono con lo que se cerraba el problema dinástico que había costado tres guerras civiles en el XIX.

Franco estaba dispuesto a ofrecer un puesto a todos los que sin malicia desearan el progreso de la nación, afirmando que la base doctrinal era el cristianismo y consecuentemente en 1958 se publicó la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento, que se debían al pensamiento tradicionalista de Víctor Pradera, aportando también conceptos falangistas. La posición quedó clara para Don Juan: o los aceptaba claramente o no sería rey. La situación era de conflicto porque  los que apoyaban a Don Juan no querían una monarquía tradicional, católica, social y representativa que se deducía de los Principios Fundamentales, sino que querían una monarquía liberal parlamentaria con partidos políticos, orientación con la que no se mostraban conformes los tradicionalistas que habían reconocido a Don Juan y escribieron a Franco mostrándole su adhesión. Don Juan no logró unirlos.

Las medidas económicas apuntadas dieron lugar al establecimiento del Plan de Estabilización, que Franco admitió finalmente al conocer  un informe sobre la deuda que se estaba generando. El Plan supuso la devaluación de la peseta; la reducción del gasto público; elevación de los impuestos directos; aumento del tipo de descuento; rebaja de aranceles y liberalización de las importaciones; otorgar facilidades a la inversión extranjera y supresión de la deuda picnorable (con garantía real de bienes).

Entre los visitantes extranjeros crecía el prestigio de Franco, como demuestra que el Cardenal Spellman celebrase una misa en el Valle de los Caídos elogiando a Franco, cuando Fidel Castro se hizo con el poder en Cuba en 1959 (575). También el General De Gaulle dijo de él que era “un hombre político excepcional por quien tengo gran simpatía y admiración” (575), aunque también es verdad que Franco recibía ataques en publicaciones extranjeras. El problema se inició en España cuando en el Monasterio de Montserrat se formó un foco de enfrentamiento con el Régimen. En el País Vasco ETA se escinde del Partido Nacionalista Vasco. Franco seguía su plan con respecto al príncipe Juan Carlos quien participó en el Desfile de la Victoria, generando reacciones críticas de los falangistas. Franco y Don Juan se volvieron a entrevistar en el Palacio de Las Cabezas (Cáceres) acordando los estudios de Juan Carlos de ciencias económicas y formación política en la que colaboró Torcuato Fernández Miranda. Aunque las divergencias con Don Juan aumentaban la simpatía de Franco por Juan Carlos crecía por la conducta de éste en las Academias Militares.        

 

Visita de Eisenhower a España. Los cambios en la Iglesia.

apuntes_bio_ff_4Para la visita del Presidente de los Estados Unidos, Eisenhower, Franco tenía que suavizar su política con los protestantes y con los masones, toda vez que la mayoría de los presidentes de Estados Unidos habían sido masones, aunque la masonería norteamericana tenía un carácter filantrópico y no tan radicalmente anti católica. A este viaje se opusieron los monárquicos de Don Juan y los que querían el establecimiento de partidos, como los socialistas, comunistas o los demócratas cristianos.

En 1960 Jordi Pujol, dirigente de Acción Católica, con motivo de una visita de Franco a Barcelona en la que regaló el Castillo de Montjuic a la ciudad, redactó octavillas llamándole “opresor” y “corruptor”, lo cual resultaba sorprendente porque  el régimen se fundamentaba en la fidelidad a la Iglesia Católica, a la moral católica y a la doctrina social católica. No se tomó ninguna medida contra él. No obstante en esos años se inició la división del clero pues una parte del mismo pedía de una forma u otra la descatolización del Estado. (587). Era la labor del comunismo que quería penetrar en el interior de las instituciones como la Iglesia, los sindicatos, la universidad o el ejército, aplicando en cuanto podía lo que llamaban el “agitprop”, es decir agitación y propaganda. El padre Calofre, jesuita, sostuvo que había que ir contra el régimen porque favorecía el capitalismo y no el socialismo. Los dirigentes políticos se iban organizando en partidos clandestinos o en el exilio y pretendían la ruptura de Don Juan con Franco, pero no estaban unidos como lo demuestra el que Indalecio Prieto no admitía a los monárquicos y además a todos les parecía que el régimen sin partidos políticos no iba a durar mucho tiempo, no obstante el 10 de julio de 1961 escribió: “Como un español más quise participar en el glorioso Alzamiento y sólo cuando V.E. me recordó las responsabilidades que Dios podía reservarme en el servicio de España, tuve que renunciar a lo que entonces constituía mi más entrañable aspiración” (628)

Tras la visita de Eisenhower posibilitó mejoraron las relaciones de España con la Alemania de Adenauer, con el  Reino Unido y con Francia. Franco había franqueado todas las puertas internacionales sin modificar el régimen, salvo las de la OTAN  (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y las del Mercado Común. También cuidaba las relaciones con la Iglesia construyendo en 20 años 76 seminarios (612) inauguró la primera universidad privada en Navarra con plenitud académica y Franco no se explicaba las posiciones críticas de la Iglesia pues no debía ser indiferente a un régimen que posibilita la moral católica y el concepto cristiano de la libertad. Junto a estas manifestaciones críticas la Jerarquía de la Iglesia se manifestaba de forma distinta, así Don Ángel Herrera Oria, diciéndole en contestación al discurso de Franco: “Inmensos son los servicios prestados por vuestra excelencia la Iglesia y a España. Pocos podrán estimarlos en su conjunto como el prelado que os habla”…”tras los anárquicos días que una República que atacó de frente a la Iglesia, al Estado y al Ejército”… “la ingente obra de reconstrucción nacional a la vista está de quien con serenos ojos quiera contemplarlo”. Por su parte el arzobispo Bueno Monreal afirmó: “Que nadie se sorprenda de que la Iglesia le bendiga, no sólo en el plano de la concordia jurídica, sin con afectuosidad de madre hacia ese hijo”…”la concordia entre la Iglesia y el poder civil es ejemplar en España” (615). Y en el Congreso Eucarístico de Zaragoza el Papa Juan XXIII , defraudando a los que esperaban un gesto contrario a Franco se refirió a España como “heraldo del Evangelio y paladín del catolicismo”. (622)

La elección de Kennedy como presidente de Estados Unidos empeoró algo las relaciones con España, pues recibió a todos los políticos de la oposición y les dijo que era preciso que todos se unieran en un solo frente. En 1962 la URSS puso misiles en Cuba, provocando una crisis entre USA y URSS, que estuvo muy cerca de desencadenar una guerra. Franco no quiso participar en el bloqueo a Cuba y no rompió relaciones aunque eso molestaba a los Estados Unidos, y lo justificó por la vinculación histórica que nos unía, manteniéndose como aliado de los norteamericanos. La revista TIME dedicó a Franco más número de portadas que a ningún otro Jefe de Estado (994). Los acuerdos España-Estados Unidos se salvaron porque el régimen era claramente anticomunista y porque las bases militares eran importantes estratégicamente. En la relación con Estados Unidos también era importante la situación de los protestantes que vivían en España, y superando las dificultades que opuso la Iglesia Católica, publicó una ley de protección de los protestantes. Estados Unidos apoyó la entrada de España en la OTAN, entrada que a Franco no le interesaba, pero a Estados Unidos, sí y en el Mercado Común a lo que se oponían Bélgica y Holanda. En Francia y Alemania se consintieron actitudes anti americanistas con pintadas como “yankees go home”, olvidando la ayuda que los Estados Unidos les había prestado con el Plan Marshall para reconstruir los países europeos e impedir que se expandiera el comunismo. En España también se produjo algo de anti americanismo, aunque no fuera consentido por Franco quien al preguntarle por la democracia en USA decía que la democracia al estilo USA con sólo dos partidos, era posible pero no era posible si había muchos que conducían a una situación inestable. En 1968 se renovaron los acuerdos España-USA, Estados Unidos se convertía en el mejor aliado entre los países avanzados.

Con motivo de la boda de Juan Carlos y Sofía, en mayo de 1962, Don Juan ofreció a Franco el Toisón de Oro, por los servicios prestados a España pero Franco declino el ofrecimiento rechazándolo. Previamente a la boda en abril hubo huelgas de 72.000 obreros en Asturias, León, Vizcaya, Barcelona y Valencia y se provocó por primera vez un roce entre el Gobierno y sectores eclesiásticos, apareciendo en la Iglesia la división entre “progresistas” y “retrógrados”, introduciéndose en España cada vez con más fuerza la idea de la lucha de clases.

A España le interesaba entrar en el “Mercado Común” y lo solicitó, pero en Múnich se reunieron 118 personalidades antifranquistas, sin los comunistas, monárquicos, masones, judíos, sectores católicos, demócratas cristianos, socialistas que estaban exiliados y algunos contrarios al régimen que se desplazaron desde España. A las personas que se consideraban del régimen, se les impidió asistir a pesar de que defendían la libertad y se opusieron a la entrada de España en el Mercado Común mientras no permitiera partidos políticos, esta postura la mantenían a pesar de que también defendían la no injerencia en los asuntos internos. La reunión de Múnich provocó el distanciamiento de los tradicionalistas que habían apoyado a Don Juan, sobre todo por la actuación de Gil Robles que se olvidó de que él estuvo a punto de ser asesinado el mismo día que asesinaron a Calvo Sotelo y que se libró por no estar en casa. En el pueblo español hubo una reacción negativa a la reunión de Múnich lo que les hizo pensar a los Consejeros de Don Juan, pero Franco siguió pensando que Don Juan no colaboraría con el Movimiento. El Presidente del Movimiento Europeo, que estudia la integración europdo las dificultades que opuso la Iglesia Católica, publicó una ley de protección de los protestantes. Estados Unidos apoyó la entrada de España en la OTAN, entrada que a Franco no le interesaba, pero a Estados Unidos, sí y en el Mercado Común a lo que se oponían Bélgica y Holanda. En Francia y Alemania se consintieron actitudes anti americanistas con pintadas como “yankees go home”, olvidando la ayuda que los Estados Unidos les había prestado con el Plan Marshall para reconstruir los países europeos e impedir que se expandiera el comunismo. En España también se produjo algo de anti americanismo, aunque no fuera consentido por Franco quien al preguntarle por la democracia en USA decía que la democracia al estilo USA con sólo dos partidos, era posible pero no era posible si había muchos que conducían a una situación inestable. En 1968 se renovaron los acuerdos España-USA, Estados Unidos se convertía en el mejor aliado entre los países avanzados.

Con motivo de la boda de Juan Carlos y Sofía, en mayo de 1962, Don Juan ofreció a Franco el Toisón de Oro, por los servicios prestados a España pero Franco declino el ofrecimiento rechazándolo. Previamente a la boda en abril hubo huelgas de 72.000 obreros en Asturias, León, Vizcaya, Barcelona y Valencia y se provocó por primera vez un roce entre el Gobierno y sectores eclesiásticos, apareciendo en la Iglesia la división entre “progresistas” y “retrógrados”, introduciéndose en España cada vez con más fuerza la idea de la lucha de clases.

A España le interesaba entrar en el “Mercado Común” y lo solicitó, pero en Múnich se reunieron 118 personalidades antifranquistas, sin los comunistas, monárquicos, masones, judíos, sectores católicos, demócratas cristianos, socialistas que estaban exiliados y algunos contrarios al régimen que se desplazaron desde España. A las personas que se consideraban del régimen, se les impidió asistir a pesar de que defendían la libertad y se opusieron a la entrada de España en el Mercado Común mientras no permitiera partidos políticos, esta postura la mantenían a pesar de que también defendían la no injerencia en los asuntos internos. La reunión de Múnich provocó el distanciamiento de los tradicionalistas que habían apoyado a Don Juan, sobre todo por la actuación de Gil Robles que se olvidó de que él estuvo a punto de ser asesinado el mismo día que asesinaron a Calvo Sotelo y que se libró por no estar en casa. En el pueblo español hubo una reacción negativa a la reunión de Múnich lo que les hizo pensar a los Consejeros de Don Juan, pero Franco siguió pensando que Don Juan no colaboraría con el Movimiento. El Presidente del Movimiento Europeo, que estudia la integración europea, pidió que Franco recibiera a tres comisionados prometiendo no dar publicidad a la audiencia, y Franco lo aceptó y les recibió.

 

El Plan de Estabilización y los Planes de Desarrollo. Los ministros tecnócratas.

Con el advenimiento de los ministros tecnócratas se debilitó la presencia de los falangistas y se legalizaron las huelgas por razones estrictamente laborales y hubo paros. El Plan de Estabilización provocó que se tuvieran más divisas por el turismo y las remesas de divisas que enviaban los trabajadores emigrantes, del año 62 al 65 España creció a un ritmo del 8%, generándose inflación y desarrollo que se manifestaba en el incremento de coches, mejora de las infraestructuras de la red viaria y ferroviaria. Hubo un descenso de valores tradicionales y morales.

TIME_January_21,_1966_Vol._87_No._3El Plan de Desarrollo era vinculante para el sector público y orientativo para el privado y logró un incremento de la renta per cápita desde 360  a 1.000 $. Institucionalmente se necesitaba completar la legislación política con una ley Orgánica, pero no había acuerdo pues los monárquicos que apoyaban a Juan Carlos que proponían una Ley Orgánica del Estado, y los procedentes de la falange que proponían una Ley Orgánica del Movimiento, que no hacía referencia a la monarquía. El régimen respetaba la función legislativa reconociendo a Franco el derecho de veto de las leyes, derecho que nunca ejerció a pesar de que se aprobaron unas 4.000 leyes.

Franco cuidó siempre de que lo político no afectara a las funciones judicial ni legislativa, y pensaba que el sistema parlamentario elimina la independencia de las tres funciones, aunque con motivo de los XXV años de paz, se declararon prescritos todos los delitos cometidos durante la guerra, suprimiendo el Registro Central de Penados y Rebeldes, los antecedentes se reputarán como inexistentes. Franco a lo largo de su mandato realizó 13 indultos desde el 1945, concediendo, en esta primera ocasión, indulto total de la pena impuesta a los delitos de rebelión militar contra la seguridad del Estado u orden público, cometidos hasta el 1º de abril de 1939, siempre que no conste que hubieran tomado parte en actos de crueldad, muertes, violaciones, latrocinios u otros que repugnen a todo hombre.

Con el Concilio Vaticano, el catolicismo, que era radicalmente base de la conducta de Franco, entró en una situación en la que católicos importantes pedían el desmantelamiento del régimen,  lo que le desconcertó, aunque acató el criterio de la Iglesia sometiendo la legislación a los principios marcados por la Iglesia. Por su parte en el entorno de Don Juan en Estoril, se agrupaban los liberales, socialistas, intelectuales de izquierda, católicos de la Democracia Cristiana pero nunca se producía la presencia de los comunistas, quienes viendo la marcha de las cosas siguieron la estrategia de infiltrarse en las estructuras universitarias, en la Iglesia y en los sindicatos y se hizo siendo Santiago Carrillo líder indiscutible por la expulsión de disidentes y presentándose como perteneciente al “eurocomunismo”. De todo esto a Franco no le preocupaban ni las algaradas estudiantiles con la participación de exministros de Franco; ni los conflictos laborales en cuya actividad se intentó incluso un acercamiento a la CNT (Confederación Nacional del Trabajo, de ideología anarquista) al no estar vinculada a partido político alguno; ni que determinados intelectuales escribieran contra el régimen. Lo que le desconcertaba era la actitud de la Iglesia. En 1964 la Ley de Bases de la Seguridad Social asignó obligaciones a las empresas de financiación de la asistencia sanitaria, las pensiones de jubilación y el desempleo. En ese año se establecieron los polos industriales de Burgos Huelva, La Coruña, Sevilla, Valladolid, Vigo y Zaragoza. El 50 % de la población había adquirido la propiedad de su vivienda y todas estas realizaciones se iban logrando teniendo en cuenta la doctrina social de la Iglesia. A Franco le desconcertaba que la Iglesia, por ejemplo, en materia de libertad religiosa pasara de ser un freno a ser impulsora. La explicación era que, como en el contexto internacional, la Iglesia entendía que el régimen acabaría con Franco y no quería que al estar muy vinculada al régimen la arrastrase en su caída. No obstante a pesar de esta actitud de la Iglesia la Ley de Libertad Religiosa se publicó una vez que el Concilio había promulgado la Declaración sobre este tema.

La influencia del Concilio Vaticano II fue muy importante en la Iglesia y particularmente en España, pues el concilio adoptó una actitud pastoral y evitó ratificar condenas de errores. Esta posición benefició las infiltraciones que en España estaba llevando a cabo el comunismo en un país con una población que basaba la vivencia de su fe y sus certezas en el catecismo que había estudiado y en los documentos condenatorios del comunismo y liberalismo económico que había publicado la Iglesia y que ahora parecían haber perdido fuerza o vigencia. La infiltración en la Iglesia se produjo especialmente en Cataluña donde constituyeron asambleas cuyas conclusiones debían ser implantadas por los obispos. Los seminaristas de Gerona al alistarse para el servicio militar de acuerdo con el Concordato declararon que no conocían otro idioma que el catalán. (811). La comisión permanente de la Conferencia Episcopal el 29 de junio de 1966, aceptó la validez de la fórmula de los sindicatos verticales. (830). Franco veía en la encíclica “Populorum Progresio” de Pablo VI, una confirmación de lo que el régimen había realizado en justicia social, y por ello los sectores radicales de la Iglesia, que se alineaban entre ”progresistas” y “retrógrados” o “integristas”, le tenían confundido y preocupado, le afectó que el nuncio se pusiera al lado del sacerdote que quitó el monumento a los caídos, y pensaba que la Iglesia empezaba a tratarle como un enemigo, al ver acercarse a sector importante de la Iglesia al Partido Comunista. Sin embargo la relación con Pablo VI no era mala y cuando leyó la Ley Orgánica del Estado, bendijo el texto diciendo que “hacía extensiva la bendición al Jefe del Estado” (863).

TIME_November_3,_1975_Vol._106_No._18En 1968 aunque había pleno empleo hubo que hacer una devaluación de la peseta ante el desequilibrio de la balanza comercial que superaba los ingresos por turismo y las remesas de los emigrantes. En ese año se produjo la “Guerra de los seis días” entre Israel y los países árabes dando lugar a la crisis del petróleo. La marcha de la economía no obstante era buena y España estaba cerca de ingresar en el Mercado Común. Ante esta posibilidad la oposición quiso actuar pero al no lograr la unidad, no logró el apoyo de los Estados Unidos ni del Vaticano. Ese mismo año nació el futuro Felipe VI y su bisabuela la reina Victoria Eugenia, quiso llegar a España sola, y no en compañía de su hijo Don Juan, siendo recibida por el ministro del Aire que propuso pasar por el Pardo pero Franco dijo que sería él el que se desplazaría a cumplimentarla. En este año se inició el terrorismo de ETA, favorecida por sacerdotes vascos, también hubo conflictividad laboral de los obreros, y se detuvo al líder de CCOO, Marcelino Camacho; las revueltas estudiantiles fueron a más y, impresionado por el mayo del 68 en París, el Gobierno decretó el estado de excepción  durante dos meses en los que se suspendían unos derechos permitiendo a la policía actuar con más contundencia. En la Iglesia hubo una fuerte oposición al régimen, sobre todo en Cataluña y en el País Vasco. Todo el mundo pensaba que Franco no iba durar mucho pero con 76 años estuvo todo el desfile en pie y a su lado Juan Carlos, quien en 1969 fue nombrado Príncipe de España y sucesor del Jefe del Estado como rey. No quiso denominarse Príncipe de Asturias por no haber sucedido a su padre. También Don Juan era partidario de hablar de “instauración” y no de “restauración” de la monarquía.(924) Padre e hijo mantuvieron buena relación tras el nombramiento de Juan Carlos como Príncipe. Don Juan Carlos incluso declinó la imitación de Franco de ir semanalmente al Pardo a presenciar como despachaba Franco y le pidió que nombrara un Presidente de Gobierno.

En el exterior el Acuerdo Preferencial España–CEE se firmó el 30 de junio de 1970 y ese mismo año visitaron a Franco Marcelo Caetano, Charles De Gaulle y Richard Nixon, firmándose convenios consulares con Hungría, Polonia, Bulgaria, Rumanía y Checoslovaquia (entonces un solo país).

En el interior el Partido Comunista y su sindicato, CCOO ganaban presencia, aún siendo ilegales. La policía detuvo a dieciséis terroristas etarras, dos de ellos sacerdotes, que habían provocado tres muertos por asesinato. Los partidos socialista y comunista declararon su solidaridad con ETA, porque luchaban por la libertad y de esa forma se creyó en los países europeos. 

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Como esos asesinatos se consideraban contra la Patria, le correspondía el juicio a un tribunal militar. Los obispos vascos presionaron y ETA secuestró al vicecónsul alemán. La sentencia fue de nueve penas de muerte, seis a prisión y una mujer indultada. La sentencia provocó una reacción internacional contra España, contestada con una manifestación, espontánea, multitudinaria de apoyo a Franco el 17 de diciembre, de la que fui testigo y recuerdo que yendo en el metro se oía en el ambiente cómo hablaban de la concentración unos con otros, la mayoría desconocidos entre sí, pero que iban de camino de la plaza y fui dándome cuenta del gentío que se estaba concentrando. La aparición de Franco fue largamente esperada. Al parecer le avisaron de que había muchas personas congregadas cuando llevábamos mucho tiempo de espera en la plaza de oriente del Palacio Real, con lo que como tenía que venir desde el Pardo tardó bastante en presentarse y lo hizo acompañado por el Príncipe Juan Carlos. Mi experiencia la escribí en un artículo que titulé “17, jueves”, en el último número de la revista “Familia, Anual diciembre 1970” número suelto que no fue objeto de encuadernación y que  reproduzco escaneado.

La vivencia me impresionó tanto que el recuerdo saltó a mi memoria cuando caí en la cuenta de que era “17, jueves” el día que nació un sobrino mío en agosto de 1972.

 


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