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Blas Piñar López
Madrid, 7 de mayo de 1.958
Excelencia:
Los que en esta entrevista me acompañan, integran el “VII Curso de Documentación Española para Periodistas Hispanoamericanos” que el Instituto de Cultura Hispánica organiza anualmente.
Si es verdad que la Prensa no es el cuarto poder, porque la radio y la televisión le han arrebatado una parte muy considerable de su influencia, lo cierto es que, ello, no obstante, el Diario y la Revista continúan penetrando en el pueblo y marcando orientaciones, a veces decisivas.
Pero lo curioso es que este poder, tan celoso de su libertad, se halla manejado por la más poderosa de las dictaduras: las grandes agencias internacionales de noticias.
Ellas ocultan, matizan o desfiguran la noticia de acuerdo con sus peculiares intereses o con las directrices de las fuerzas a cuyo servicio se hallan.
A ellas se debe que los pueblos de la Comunidad Hispánica, a pesar de su cercanía recíproca, en unos casos, y de la conciencia, en todos, de una profunda solidaridad, permanezcan aislados y desconocidos entre sí, con una visión catastrófica y derrotista de su diario quehacer, sirviendo incluso, en ocasiones, de puro espectáculo sensacional y sensacionalista ofrecido por las empresas a los lectores, que disfrutan del espectáculo a distancia.
En tanto que la Comunidad de los pueblos hispánicos no tenga su gran agencia de noticias al servicio de los intereses y de los ideales comunes, estaremos en situación de inferioridad en el combate. Pero esa agencia común de noticias supone una madurez que todavía no hemos logrado, una superación de prejuicios y distancias que aún no hemos conseguido.
Mientras tal superación se logra y la agencia de noticias se convierta en una consoladora realidad, el Instituto de Cultura Hispánica no podía permanecer impasible y en silencio.
Los “Cursos de Documentación Española para Periodistas Hispanoamericanos” nos han permitido reunir en estos siete últimos años a más de quinientos periodistas de los principales diarios y publicaciones de Hispanoamérica.
España ha sido para ellos la tierra de nadie y de todos donde se han conocido, donde han captado, a través de profundas y duraderas relaciones de amistad, la urgencia de permanecer y de luchar unidos.
Mediante estos Cursos podemos hoy afirmar, sin temor a equivocamos, que en las redacciones de los principales periódicos y revistas de Hispanoamérica hay uno o varios especialistas en temas hispánicos con una sensibilidad especialmente aguzada para percibir, exponer e interpretar una serie de temas desde un punto de vista que podemos llamar “nuestro”.
Desde las reivindicaciones territoriales a la independencia económica, desde la pureza del castellano al intercambio cultural, nada se esconde y oculta a los ojos avizores de estos periodistas, luchadores de vanguardia, que han hecho de su joven y hermosa profesión un entero servicio a la Hispanidad.