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El 18 de Julio de 1936, Las Unidades Militares existentes en Toledo, enteradas del Alzamiento Nacional, iniciado el día anterior 17 de Julio, e identificadas con los ideales del mismo, decidieron sumarse al Alzamiento.
El Mando de éstas fuerzas militares correspondió al Coronel D. José Moscardó Ituarte que ya era Comandante Militar de Toledo y el de mayor graduación de las mismas.
Las escasas Unidades Militares lo componían:
Toledo era la cabecera del 2º Tercio de la Guardia Civil, formado por las Comandancias de Toledo y Cuenca. El mando de la Comandancia de Toledo lo ejercía el Teniente Coronel D. Pedro Romero Basart. Esta Comandancia la formaban 4 Compañías: la 1ª y 4ª con cabecera en Toledo, la 2ª en Ocaña y la 3ª en Talavera de la Reina.
La previsión del Teniente Coronel Romero Basart hizo posible que casi toda la Guardia Civil de Toledo Capital y Provincia participase de forma muy importante en la defensa del Alcázar.
Un mes antes del Alzamiento, se entregó a cada Puesto, Línea y Compañía, un sobre lacrado, con instrucciones de concentración en Toledo muy detalladas, fechadas el 30 de Marzo de 1936, que no podían abrir hasta recibir la consigna “Siempre fiel a su deber”.
Al recibir la consigna el 18 de Julio, se inició la concentración en Toledo. Los Guardias llevaban su armamento reglamentario, objetos personales y familia.
El único grupo que no pudo llegar a Toledo, fue uno de los de Tembleque, con 29 Guardias al mando de un Teniente. Cerca de Toledo, por falta de transporte y haber iniciado el ataque la Columna de Madrid, hizo imposible su llegada.
El total de Guardias Civiles en el Asedio fue de 693 hombres.
El Resumen numérico de los Defensores y Refugiados que permanecieron en el Alcázar durante el Asedio es el siguiente:
Comandancia Militar 52
Retirados 18
Escuela Central de Gimnasia 47
Academias 259
Caja Recluta nº 3 10
Asalto, Seguridad y Vigilancia 25
Paisanos militarizados 110
Paisanos no militarizados 22
(Chóferes de camiones requisados para transportar a la Guardia Civil)
Hermanas de la Caridad 5
Guardia Civil 693
Refugiados (Familiares) 544
(Hasta 17 años)
Total General………………………………… 1.785
El día 18 de Julio a las 11 de la noche, grupos izquierdistas disparan a los guardias en Zocodover, resultando tres de estos, heridos. Se produce un tiroteo y resultan muertos cinco izquierdistas.
El día 19 de Julio se inicia la ocupación militar de Toledo por la Guardia Civil, reforzándose los destacamentos en lugares estratégicos como Bancos, Radio, Telégrafos, Correos, Catedral, Ayuntamiento, Zocodover, Alcázar, Puentes, Puertas, CAMPSA. etc.
En la Fábrica de Armas existían almacenados cerca de un millón de cartuchos de fusil y ametralladora, sin peines.
Distintas Autoridades gubernamentales comunican con el Coronel Moscardó y Teniente Coronel Romero Basart para que desistan de su actitud y entreguen las armas requisadas por la Guardia Civil y el traslado de los cartuchos de la Fábrica de Armas, y si en un plazo prudencial de tiempo no se cumplían estas ordenes se enviarían a Toledo tropas y aviación para “bombardear la Plaza”.
El día 21 de Julio a las 7 de la mañana se declara el Estado de Guerra.
Se refuerzan los destacamentos establecidos los días anteriores, principalmente el Hospital de Tavera con el personal de la Escuela Central de Gimnasia y Guardia Civil, para cerrar la entrada en Toledo desde Madrid, Fábrica de Armas, Ayuntamiento etc. Y se organiza el traslado de la munición de la Fábrica de Armas al Alcázar.
El General Riquelme requiere por teléfono al Coronel Moscardó cual es su postura. Al cerciorarse que están sublevados, le ordena de nuevo la entrega de las armas y munición. No se cumple ninguna orden.
Por la tarde, un avión arroja doce bombas. Más tarde se repite el bombardeo por otros 3 aviones.
A media mañana se observa la proximidad de la Columna motorizada de Madrid, compuesta por más de 2.000 hombres. Principalmente tropas regulares (Regimiento nº 2), Guardias de Asalto y milicianos, una batería de artillería y tres blindados.
Se inicia el combate contra el Hospital de Tavera que dura todo el día. Al día siguiente, la Columna de Madrid recibió nuevos refuerzos y continuaron los combates, apoyados por la aviación que, bombardeó a las 5 y a las 10 de la mañana y a las 4 de la tarde.
La resistencia del Hospital de Tavera durante 2 días frente a la Columna de Madrid, fue muy importante. Permitió terminar la concentración de la Guardia Civil, el traslado de la munición de la Fábrica de Armas al Alcázar, 700.000 cartuchos y organizar la Defensa. A las 4 de la tarde, el Comandante Villalba ordenó la retirada al Alcázar.
El día 22 de Julio, la artillería enemiga rompe el fuego contra el Alcázar desde Pinedo, y El Alcázar queda sin corriente eléctrica.
Se retiran al Alcázar los retenes diseminados por Toledo.
Por falta de información, dada la situación general o las dificultades encontradas por los mismos para su llegada al Alcázar, no pudieron entrar en el Alcázar y por ello, no participaron en el Asedio, por hallarse de Servicios en la Capital, Banco de España, Fábrica de Armas, CAMPSA, Catedral y en el repliegue del Hospital de Tavera: 53 Guardias Civiles (1 G.C. muerto en el repliegue) y del Ejercito: 1 Capitán Médico (muerto en el repliegue), 1 Practicante (muerto en el repliegue), 3 Suboficiales, 3 del CASE y 9 Soldados.
El 21 de Julio se considera el inicio del Asedio, que finalizó el 28 de Septiembre (70 días).
El 23 de Julio a las 10 de la mañana, el Jefe de las Milicias llama por teléfono al Coronel Moscardó y se produce la conocida conversación, comunicándole que tiene como rehén a su hijo Luis y que si en el plazo de 10 minutos no se rinde el Alcázar, fusilaría a su hijo.
Hablan padre e hijo. El padre le dice que no se rinde y que muera gritando Viva España y Viva Cristo Rey. Al Jefe de las Milicias le dice que le sobran los 10 minutos y no rinde el Alcázar. Luis es fusilado el día 23 de Agosto junto con otros 63 presos procedentes de la cárcel.
El 24 de Julio, al desconocer el tiempo que podría durar el Asedio, casi sin alimentos y estar alojadas en el Alcázar 1.800 personas, se decide la salida del Alcázar de 2 Compañías de la Guardia Civil para procurarse víveres. La 1ª Compañía intentaba llegar al Ayuntamiento, salió por la Puerta de Carros (fachada oeste) y por la calle Horno de los Bizcochos y el Casino, llegó a la calle Ancha. La 2ª Compañía hizo la salida por la Puerta de Hierro y el Arco de la Sangre, entró en Zocodover. Regresaron inmediatamente sin cumplir su objetivo, al encontrar mucha resistencia por la superioridad del enemigo. La 2ª Compañía tuvo 4 muertos.
Por falta de fluido eléctrico para poder utilizar la radio de la Guardia Civil y comunicarse con otros sublevados e informarles de su situación, ya que, la prensa y radio de Madrid habían informado de la rendición del Alcázar, se decidió que el Capitán Alba saliese del Alcázar el día 25 de Julio, disfrazado de miliciano y conectase con las fuerzas del General Mola en la Sierra de Guadarrama. Fue reconocido, detenido y fusilado el 27 de Julio.
Ocupado Toledo por las fuerzas gubernamentales, en los primeros días del Asedio no se creó un cerco propiamente dicho. Se colocaron parapetos en los edificios, calles, alambradas, sacos terreros etc., alrededor del Alcázar y posiciones de diversas armas que disparaban al Alcázar. Al comprobar que el Alcázar no se rinde en los primeros días, se establece un cerco en toda regla.
En el Castillo de San Servando y alrededores, se colocaron ametralladoras, morteros y tiradores, dominando la fachada Este del Alcázar, la posterior del Gobierno Militar, Cocina, Sección de Tropa, explanada, Picadero y rampas hacia el Tajo.
Se colocaron reflectores en San Servando y Alijares, que iluminaban el Alcázar por la noche.
Desde la Ermita de la Virgen del Valle, con morteros y ametralladoras batían la Sección de Tropa, Almacenes, Cocina, Compañía de Alumnos y parte de la fachada Sur. Además de los emplazamientos de armas automáticas en casas, azoteas y la torre de San Miguel.
La fachada Oeste fue la más batida por las armas automáticas, por dar frente a la Ciudad, donde se establecieron multitud de posiciones con ametralladoras.
La fachada Norte fue la más castigada, junto a los Pabellones de Puerta de Hierro. Estaba batida desde muchos sitios.
Los sitiadores emplazaron dos tipos de armas, artillería y morteros, con disparos en abundancia, contra las que los sitiados solo podían sufrir las consecuencias, produciendo enormes destrozos en todo el Alcázar y dependencias anexas y gran impresión entre ellos.
La Artillería estaba emplazada en Pinedo y Alijares. Disponían de 9 cañones del 15,5 cm., 8 cañones del 10,5 cm., y 7 cañones del 7,5 cm.
Además, emplearon ataques de aviación, autos blindados, tanques orugas ligeras y pesadas, bombas fumígenas, chorros y bidones de gasolina para producir incendios, bombas de mano, petardos, hornillos y minas con gran cantidad de explosivos.
Los Defensores, además del armamento personal reglamentario, solo dispusieron de:
El Asedio del Alcázar se caracterizó por una serie de circunstancias que nadie pudo prever en su principio:
También caracterizó al Asedio la profunda fe religiosa de los Defensores y Refugiados, como demostraban diariamente en los continuos rezos a la Virgen Santa María del Alcázar, esperanzados en el futuro, publicando el día 8 de Agosto en su periódico El Alcázar, los Estatutos de la Hermandad de Santa María del Alcázar y la total convicción de que serían liberados.
El auxilio de la Aviación Nacional tuvo lugar en dos ocasiones:
Hay que señalar la importancia que tuvieron dos posiciones de los Defensores en las Dependencias anexas al Alcázar, fuera del Baluarte:
En estas dos posiciones externas al Baluarte, se produjeron innumerables actos de heroísmo.
En el Alcázar se reciben a 2 emisarios del Gobierno de Madrid:
El día 9 de Septiembre, a las 8 de la mañana, el Comandante Rojo, antiguo profesor de la Academia y compañero de varios oficiales del Alcázar, en reunión con el Coronel Moscardó, pidió la rendición o dejar salir a las mujeres y niños. Se rechazó su petición.
Al haber pedido los Defensores al Comandante Rojo la visita de un Sacerdote, el día 11 de Septiembre se presentó el Magistral de Madrid Sr. Vázquez Camarasa, para una visita de tres horas. Se le llevó al despacho del Coronel Moscardó y pidió también la rendición o la salida de las mujeres y niños. Celebró la Santa Misa y pronunció una homilía que produjo efectos profundamente desmoralizadores o descorazonadores entre los Defensores y Refugiados. Se rechazó su petición de rendición.
Las Minas:
El día 16 de Agosto se percibieron los primeros ruidos de la construcción de una mina en dirección al Alcázar, con la única intención de volar el Alcázar. El Teniente D. Luis Barber de Ingenieros, auxiliado por el cabo de la Guardia Civil D. Cayetano Rodríguez Caridad, antiguo minero, se encargó de seguir los trabajos de su construcción y anticipar sus posibles efectos.
La mina tenía dos direcciones, una bajo el torreón Sur-Oeste, la otra a la fachada Oeste.
Se cargaron con 5.000 Kg. de trilita.
Fue evacuada toda la población de Toledo.
Al clarear el día 18 de Septiembre, los cañones del 15.5 cm. iniciaron un intensísimo cañoneo. Casi a las 6,30 horas, explosionaron las minas, con los resultados conocidos de derrumbamientos del torreón y parte de la fachada Oeste… A continuación se inició un asalto general al Alcázar. Tras muchos actos de heroísmo, fue rechazado.
El día 20 de septiembre, dos días después de la explosión de las minas, se produce otro asalto general que fue rechazado. Fue el día que mas proyectiles de artillería se lanzaron sobre al Alcázar. Solo del 15,5 cm.: 472 disparos.
Como resumen estadístico, durante el Asedio, el Alcázar sufrió:
Artillería (varios calibres)
Morteros de 50 mm. –
Ataques de la aviación 30
Bombas de aviación 500
Latas de gasolina 35
Granadas de mano 1.500
Petardos 2.000
Botellas inflamables 200
Incendio provocados 10
Minas y hornillos 4
Asaltos generales rechazados 8
El 27 de Septiembre, a la vista de las fuerzas liberadoras, el Alcázar sufrió uno de los asaltos más duros del Asedio.
A las 6 horas de la mañana, explosionó una mina en la explanada Este, que levantó una gran nube de polvo. El ataque empezó rociando los escombros de la fachada principal con gasolina que, al incendiarse, produjo una humareda tan grande que se divisaba a larga distancia por las tropas de socorro.
A media mañana, terminando el asalto, se ordenó colocar una Bandera bicolor sobre las vigas de hierro y escombros de la fachada Norte, en el punto mas alto del torreón N.O.
Apenas vista por el enemigo, intensificó su fuego de fusil.
Las avanzadas nacionales vieron la imponente humareda y la nube de polvo que la última mina había levantado. Las fuerzas nacionales, tuvieron la impresión de que todo se había consumado, sintieron crecer su coraje, que sirvió de acicate para emprender inmediatamente la marcha sobre Toledo, trocado luego en entusiasmo, cuando con los prismáticos divisaron la Bandera que ondeaba sobre los escombros.
Tras duros combates de las fuerzas de el General Varela los días 26 y 27, y cuando se creyó que intentarían la liberación del Alcázar el día 28, el Mando, conociendo que la situación de los Defensores era crítica, unido al deseo de las fuerzas liberadoras, dio Orden de saltar al Alcázar en la tarde del día 27 de Septiembre. A la caída de la tarde,una Sección de Regulares al mando del Teniente Lahuerta y minutos después la 19ª Compañía de La Legión al mando del Capitán Tiede Zedem, entraron en el Alcázar. Se produjeron inenarrables escenas de emoción, y el asombro de los liberadores por la situación en que se encontraban los Defensores y haber podido resistir el Asedio.
El 28 de Septiembre entró en el Alcázar el General Varela.
El Coronel Moscardó le saludó con la conocida frase:
”Mi General, en el Alcázar, sin novedad”.
Al día siguiente entró en el Alcázar el General Franco.
Imposible cerrar esta Sinopsis del Asedio, sin un recuerdo a los muertos en el Asedio:
Muertos durante el Asedio en acción de guerra 96
Muertos después del Asedio, en los tres meses
Siguientes, a consecuencia de heridas sufridas 14
Muertos en el Asedio, por muerte natural 11
TOTAL GENERAL 121