Blas Piñar Gutiérrez
Radio Nacional de España, 11 de enero de 1.990
Esquema de mi intervención.
- A) Donación: donante, donatario, cosa donada.
- B) Cosa donada: un coche Mercedes “sui generis” del que solo se fabricaron tres ejemplares: uno que retuvo Hitler, otro que regaló a Mussolini, y otro que regaló a Franco el día del cumpleaños de éste.
- C) Donante: plantea problemas. Pudo ser el Estado alemán, representado por Hitler.
Hitler, como persona privada.
Donatario: Plantea problemas. Pudo ser el Estado español, representado por Franco.
Franco como persona privada.
Todavía pueden darse otros dos supuestos, combinando los anteriores:
Donante el Estado alemán y donatario Franco.
Donante Hitler y donatario el Estado español.
No hay duda del “animus donandi” y la donación es perfecta, cualquiera que fueren los motivos que indujeron a hacer la donación. Hay que distinguir entre la “causa” (liberalidad) y los motivos (ganarse la voluntad del Estado español, la de Franco…).
No sé si hay documento escrito en el que se formalizó la donación y del que se deduzcan conclusiones definitivas sobre el punto C.
- D) Para mi está claro que el donatario es Franco. Se le hace a él la donación, no al Estado español. Hitler le obsequió con un Mercedes, como regalo de cumpleaños, y se lo regala incluso como jefe del Estado español, pero no para el Estado, ni siquiera con cláusula moral o de sustitución “mortis causa”. Es una donación “intuitu personae”.
Su tratamiento es el mismo que se da a los obsequios que se nacen a una persona por razón del cargo: el del Cardenal Silva Enríquez de una Biblia al presidente de Chile, Allende; del Papa a Gorbachov; al director de una clínica por un enfermo agradecido; a Santiago Carrillo, de un coche blindado, por Nicolás Ceaucescu; a los jefes de Estado que nos visitan, de la llave de oro de la ciudad…
- E) Aunque no tan claro, parece lógico que el “Mercedes” estaba en el patrimonio privado de Hitler. Precisamente la empresa fabricante le había regalado a él, por ser Jefe del Estado alemán, pero no al Estado alemán, tres coches “sui generis”, de los que podía disponer libremente.
- F) Es de notar que el coche regalado a Mussolini está hoy en el patrimonio de un coleccionista norteamericano, que debió comprarlo a los herederos del Duce.
- G) Habrá que indagar si Franco, dueño del vehículo, lo donó al Patrimonio nacional. Hay que tener en cuenta que la donación no se presume, y el hecho de que el Patrimonio nacional tenga el coche en su poder no prueba nada, porque puede tratarse de un mero depósito.
- H) Ante el enorme valor del vehículo: a) por sus especiales características técnicas; b) por no existir más ejemplares que éste y el que fue de Mussolini, toda vez que el que Hitler se reservo fue destruido; c) por el deseo de la casa Mercedes de adquirirlo; d) por el mismo deseo de potentados coleccionistas; e) por razones históricas, políticas y afectivas que dimanan de las dos personalidades vinculadas por el tema, se comprende el interés suscitado por el debate, por el artículo que publica el Semanario “Época”.
- I) Yo entiendo que, demostrada la plena titularidad del coche a favor de Franco por la sentencia judicial que ponga fin al pleito iniciado, los herederos del Caudillo podrán, con un gesto de elegancia, donarlo al Patrimonio nacional.