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Carlos Fernández Barallobre
Puente del Pedrido sobre la ría de Betanzos, inaugurado por el Caudillo de España Francisco Franco, el día 15 de abril de 1943.
En la tarde del jueves 15 de abril, el Jefe del Estado Generalísimo Franco inauguraba el puente de El Pedrido, sobre la ría de Betanzos, situado a unos 30 kilómetros de La Coruña. El nuevo puente acortaba de forma considerable el trayecto entre La Coruña y El Ferrol del Caudillo
Una gran cantidad de vecinos de la zona se agolpaban en las dos cabeceras del puente. Miembros de las delegaciones de Falange Española de Betanzos, Sada, Puentedeume, Bergondo, Miño, Paderne y otros pueblos, con sus centurias al completo, se dieron cita en la zona para recibir al Jefe del Estado. Numerosas embarcaciones navegaron por la ría para ser testigos de la inauguración de la magnífica obra de ingeniería.
Por la zona de la cabecera del puente que correspondía al ayuntamiento de Pardene, por donde llegaría el Caudillo de España esperaban el ministro de Obras Públicas, Alfonso Peña; el capitán general de la Octava región Militar, General Solans; el gobernador civil de La Coruña, el jefe provincial del Movimiento, el gobernador militar de El Ferrol del Caudillo, el presidente de la Diputación de La Coruña, el rector de la Universidad compostelana, el comandante de Marina de La Coruña, alcaldes con sus respectivos Ayuntamientos en corporación, de La Coruña, El Ferrol del Caudillo, Sada, Puentedeume, Paderne, Bergondo y Miño; directores generales de Caminos y de Ferrocarriles, el ingeniero jefe de la Jefatura Nacional de Puentes, uno de autores del proyecto del puente que se iba a inaugurar, César Villalba Granda, y otras autoridades militares, civiles y eclesiásticas, jefes comarcales y locales del Movimiento y otras representaciones.
Al pasar la comitiva donde viajaba el Caudillo de España por Betanzos, este fue aclamado con enorme cariño por los vecinos. El bellísimo pueblo coruñés estaba totalmente engalanado y había cerrado el comercio y se habían suspendido todas las actividades laborales. El paso del vehículo donde viajaba el jefe de Estado fue acompañado insistentemente con gritos de ¡Franco! ¡Francol ¡Franco!, y vivas a España.
1943 – El Generalísimo Franco, junto al Coronel Diego Écija Villén, en el Puente del Pedrido (La Coruña)
Eran la seis menos cuarto de la tarde cuando llegó al Pedrido el coche del Generalísimo Su presencia fue anunciada con el disparo de numerosas bombas de palenque. Los miembros de las Falanges locales y la multitud congregada ante la cabeza del puente y en sus inmediaciones tributaron al Caudillo una entusiástica, acogida, con atronadores aplausos y gritos de ¡Franco, Franco!
Con el Caudillo, que vestía el uniforme de la Falange con insignias de capitán general y llevaba la Laureada de San Fernando, venía su esposa, Carmen Polo de Franco, y en otros coches los jefes de las Casas Militar y Civil, teniente general Muñoz Grandes y señor Muñoz Aguilar, respectivamente; el segundo jefe de la Casa Militar general Franco Salgado, y otras autoridades.
Al descender del vehículo el Caudillo arreciaron las manifestaciones de entusiasmo. La Banda Municipal de Betanzos interpretó el himno Nacional en honor al Generalísimo. La esposa del jefe del Estado, así como las del ministro de Obras Públicas, del gobernador civil, y la delegada provincial de la Sección Femenina , que también esperaban la llegada del Generalísimo, fueron obsequiadas con ramos de flores.
Después de ser cumplimentado por todas las personalidades, el Caudillo atravesó una arcada formada con sus instrumentos de baile por los coros de danzas regionales hacia la cabeza del puente, y con una tijera que le ofreció el ministro de Obras Públicas, procedió a cortar la cinta que, simbólicamente, cerraba el paso del puente.
Seguidamente, el Caudillo, acompañado del ministro de Obras Públicas, el director general de Caminos, el ingeniero jefe de puentes y uno de los autores del proyecto, César Villalba, cruzó el puente y recibió numerosas explicaciones sobre las características del puente inaugurado y la gran importancia de las obras realizadas.
Tras el Generalísimo Franco se situó su esposa Carmen Polo, acompañada por las esposas del ministro de Obras públicas, Capitán General, gobernador civil, delegada de la Sección Femenina de la Coruña y las demás autoridades y personalidades.
Cerraba el cortejo la banda de música de Betanzos, seguida por una gran multitud. Al llegar el Caudillo al otro extremo del puente, cortó otra cinta. Allí fue también recibido con grandes demostraciones patrióticas y gritos de ¡Franco, Franco, Franco! por los escuadristas de las Falanges Juveniles y el numeroso público en aquella parte concentrado.
El Caudillo, escuchó de nuevo el himno Nacional, interpretado por varias bandas de música, y se adentró unos metros en una carretera de acceso al puente todavía en construcción recibiendo explicaciones de los técnicos sobre la marcha de las obras.
1943 – El Generalísimo Franco corta la cinta e inaugura el puente del Pedrido sobre la ría de Betanzos.
En unas mesas situadas al aire libre, la compañía que había realizado las obras de construcción del puente, obsequió con un refresco al Caudillo y a sus acompañantes. En ese momento, los coros de danzas típicas de Betanzos a imitación de los antiquísimos gremios marineros y campesinos, ataviados con trajes regionales de antigua usanza, actuaron ante el Jefe del Estado, interpretando, provistos de arcos, sables, y espadas diferentes danzas. Una vez finalizadas el Caudillo y las autoridades aplaudieron largamente a los intérpretes con los cuales departió durante unos minutos el Jefe del Estado.
De seguido el Caudillo regresó al inicio del puente por donde había llegado, siendo despedido a los acordes del himno Nacional y precedido por los grupos de danzas que evolucionaron ante él. En el momento de la despedida el director de los coros y danzas, que a su vez era el práctico de los puertos de Betanzos y Sada, rogó al Jefe del Estado que se procediese al dragado y limpieza de la ría de Betanzos para facilitar la navegación que por ella se realizaba. A las seis y media de la tarde, el Caudillo abandonó el puente del Pedrido, siendo despedido par todas las altas personalidades y con idénticas demostraciones de adhesión y gratitud por parte del pueblo que le vitoreó insistentemente.
El puente de El Pedrido, sobre la ría de Betanzos, era una formidable y espectacular obra de ingeniería que constaba de 13 arcos de hormigón armado, de 32 metros. Los estribos de estos tramos iban asentados en roca. El tramo principal tenía 75 metros con un arco de 12’50 metros.
1943 – El Jefe del Estado el día de la inauguración del Puente del Pedrido.
La pieza del tramo principal realizada en forjado continuo llamaba la atención por sus dos arcos que se apoyaban sobre viguetas transversales de siete metros, suspendidas por sus extremos al péndulo del arco. La calzada medía 5’50 metros y los andenes, 0’75. La armadura principal del arco era rígida, construida con perfiles laminados, soldados eléctricamente. Los tirantes estaban formados por hierros cuadrados, soldados eléctricamente en sus empalmes.
El coste total de la obra había sido de 3.742.398’22 pesetas. El tramo central del nuevo puente era el tercero del Mundo, en su tipo. Era autores del proyecto y construcción de la obra los ingenieros César Villalba Granda y Eduardo Torroja, el cual, pasados los años sería el padre de la famosa cantante, componente del gran grupo Mecano, Ana Torroja.