Jaime Miláns del Bosch y Ussía, Teniente General de estirpe Militar

 
PPG
 

 Jaime Miláns del Bosch y Ussía nació en Madrid, el 8 de junio de 1915. Perteneciente a una familia noble de tradición Militar: su abuelo, Joaquín Milans del Bosch y Carrió, llegó a recibir la Cruz del Mérito Militar con Distintivo Rojo de manos del rey Alfonso XIII, y fue Gobernador Civil y Capitán General de Barcelona durante la Dictadura de Primo de Rivera.
    
   Jaime, ingresó en la Academia de Infantería de Toledo en 1934, donde se encontraba cuando el Alzamiento Nacional. Como Cadete fue Defensor y combatió en El Alcázar toledano, siendo herido durante un bombardeo rojo.
 
   Una vez liberado El Alcázar, se integró en la VII Bandera de la Legión, donde combatió con el rango de Oficial hasta el fin de la contienda. Era poseedor de la Medalla Militar Individual y de la Cruz Laureada Colectiva, por la defensa del Alcázar de Toledo. En 1941 fue Combatiente Voluntario a la División Azul, donde combatió contra el comunismo en la URSS, como Capitán.
 
   Se incorporó el 1 de julio de 1941, procedente de la Academia de Zaragoza, tomando el 1 de agosto el Mando de la 9ª Compañía, del III Batallón, del Regimiento 262.  El 21 de junio de 1942 fue herido, negándose a ser evacuado. El 1 de agosto de 1942 se le concedió la Cruz de Hierro de 2ª Clase.  El de 13 agosto de 1942 cruzó la frontera con el 5º Batallón de Relevo.
 
   
   Posteriormente, estuvo destinado como Agregado Militar en las Embajadas de España en Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay. Fue ascendido a General de Brigada en 1971, recibiendo el Mando de la XII Brigada de la División Acorazada Brunete; y en 1974 ascendió a General de División, dirigiendo la Brunete durante tres años. En 1977 ascendió a Teniente General y le fue concedido el Mando de la III Región Militar con Sede en Valencia. Milans del Bosch fue el único de los Capitanes Generales que se sumó al golpe del 23-F sin reservas y realizó acciones ofensivas de importancia.

   

   El 23 de febrero de 1981, poco después de la ocupación del Congreso de los Diputados por el Teniente Coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina, sacó los tanques a las calles de Valencia y ordenó redactar un Bando por el que decretaba el Estado de Excepción. Los carros de combate circularon por las principales arterias de la ciudad, como las Grandes Vías, y se mantuvieron apuntando simbólicamente frente a edificios claves como el Ayuntamiento, la Delegación del Gobierno, el Gobierno Militar y la Jefatura Superior de Policía. Tras el mensaje televisado del rey Juan Carlos, después de muchas horas de sospechoso mutismo, los militares que aún no se habían pronunciado, decidieron quedarse del lado de la legalidad. A pesar de la falta de apoyos, Milans del Bosch se negó a deponer las armas, no entregándose hasta las 5 horas de la mañana del día 24 de febrero. 

 
   El 8 de marzo de 1981 fue procesado y juzgado por un Tribunal Militar. El 3 de junio de 1982 fue expulsado del Ejército y condenado a 30 años de prisión. Estuvo también implicado, a pesar de estar preso, en la conspiración del 27 de octubre de 1982. Consta que se entrevistó con el coronel Muñoz Gutiérrez, uno de los tres implicados estando en la prisión de Fuencarral. Sin embargo, apenas 8 años después, fue indultado y puesto en libertad el 1 de julio de 1990, debido a su avanzada edad. Nunca manifestó arrepentimiento por su implicación en el golpe. Tras salir de prisión, volvió a instalarse en su Madrid natal, donde murió de un tumor cerebral el 26 de julio de 1997. Sus restos fueron sepultados en El Alcázar de Toledo, por haber sido Defensor y Combatiente en el mismo.