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José Luis López Vázquez de la Torre nació el 11 de marzo de 1922, en Madrid. Empezó su carrera de actor apadrinado por el Director Teatral Modesto Higueras y por el Pintor José Caballero, en el Teatro de las Organizaciones Juveniles de Falange TOJ, y en el Teatro Español Universitario TEU, igualmente organización falangista.
A comienzos de los años 1940, alternó sus actuaciones con colaboraciones eventuales como dibujante, cartelista y decorador en películas de José López Rubio, Pío Ballesteros, Enrique Herreros y Rafael Gil, al mismo tiempo que debutó como actor profesional en la compañía del teatro María Guerrero. Formó parte de las compañías de Conchita Montes y de Alberto Closas.
En esta faceta de actor teatral se recuerdan especialmente sus actuaciones en La plaza de Berkeley, El vergonzoso en palacio, Crimen y castigo, Historia de una escalera, Después de la niebla, Don Juan Tenorio, El calendario que perdió siete días, La dama boba, Las maletas del más allá, El abanico, Kean, Cena de matrimonios, Cartas credenciales, ¡Amoor!, y La muerte de un viajante, entre otras.
Su primera intervención como intérprete cinematográfico coincidió con el debut de dos directores claves en la historia del cine español: Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga, quienes le eligieron para un pequeño papel en Esa pareja feliz (1951). Aunque no fue hasta 1958 cuando obtuvo sus primeros éxitos; en teatro, con Una muchachita de Valladolid, que interpretó junto a Elisa Montés y Alberto Closas y en cine con su primer papel protagonista, junto a Mary Carrillo y Concha López Silva, en El pisito, de Marco Ferreri.
A partir de entonces y mientras participaba en las mejores compañías de comedias, se convirtió en una figura emblemática del cine español durante las dos décadas siguientes, y llegó a aparecer en más de 200 largometrajes, de los que rodaba varios al año. Entre sus mejores papeles de esa época pueden destacarse algunos como el padre de familia en El cochecito (1960), de Marco Ferreri; el inclasificable Quintanilla de Plácido o el meticuloso sastre de El verdugo (1961-1963), ambas de Luis García Berlanga, o el inefable cajero Galindo en Atraco a las tres (1962), de José María Forqué. Demostró también su capacidad para encarnar papeles dramáticos de gran intensidad, como por ejemplo la del ciudadano atrapado en La Cabina (1972), de Antonio Mercero.
Consiguió éxitos tanto en papeles dramáticos en películas como:
Mí querida señorita (1971); Carta de amor a un asesino (1972); No es bueno que el hombre esté solo (1973); y en La verdad sobre el caso Savolta (1979); como cómicos: Tres de la Cruz Roja (1961); Objetivo Bikini (1968); Operación Mata-Hari (1968); La Graduada (1971); La decente (1971); Venta por pisos (1972); Nosotros los decentes (976); Moros y cristianos (1987); Disparate Nacional (1990); Todos a la cárcel (1993); etc. Destacan sus personajes de la saga Leguineche en la trilogía de Berlanga: La escopeta nacional (1978); Patrimonio Nacional (1981); y Nacional III (1982); y su gran actuación en la película de historia-ficción basada en la novela homónima de Fernando Vizcaíno Casas
De camisa vieja a chaqueta nueva (1982). También trabajó con directores americanos, como George Cukor en
Viajes con mi tía (1972), quien intentó llevárselo a Hollywood, aunque prefirió quedarse en España. En televisión protagonizó las series
Este señor de negro (1975-1976) y
Los ladrones van a la oficina (1993-1996). Recibió numerosos premios entre los que destacan varios del Círculo de Escritores Cinematográficos.
En 1985 se le concedió la Medalla de Oro de las Bellas Artes, en .002 el Premio Nacional de Teatro y fue Goya de Honor en 2005. Estuvo casado con la actriz Ana María Ventura, y luego se relacionó con Catherine Magerus, con la que tuvo dos hijos: José Luis, dedicado al cine y Virginia, fallecida en 1994. Posteriormente, tuvo otras dos hijas con la periodista Flor Aguilar; en sus últimos días se le relacionó con la actriz Carmen de la Maza. Falleció en Madrid, el día 2 de noviembre de 2009, a los 87 años de edad, tras una larga enfermedad. Su capilla ardiente se instaló en el teatro María Guerrero, de Madrid.