Juan Vigón Suero-Díaz, siempre fiel al Caudillo

 

Juan Vigón Suero-Díaz nació en Colunga, Asturias, el 30 de octubre de 1880. De 1906 a 1909 realizó sus estudios de Estado Mayor en la Escuela Superior de Guerra, realizando las prácticas en Ceuta. En 1916 fue destinado al Regimiento de Ingenieros de esta ciudad, en el que ejecutó diversos trabajos de campaña, consistentes en la construcción de una serie de caminos cuyo objeto era facilitar la defensa de la ciudad e indirectamente facilitar transporte y comercio.

 

   Destinado en el Regimiento Mixto de Ingenieros de San Sebastián obtuvo el nombramiento de Caballero de la Orden Civil de Alfonso XII como recompensa por un trabajo histórico acerca de las fortificaciones y sitio de esta ciudad en 1813. Durante la Guerra del Rif, gracias a su brillante actuación en el asalto a Cudia Seriya obtuvo la Cruz del Mérito Militar.

 

   El 20 de agosto de 1917 fue nombrado Profesor de la Academia de Ingenieros de Guadalajara, impartiendo las asignaturas de Arte Militar, Comunicaciones Militares, Geografía Militar e Historia Militar. Siendo Comandante, impartió clases en la Escuela Superior de Guerra, desde 1918 a 1921, y es nombrado Ayudante del rey. Fue elegido por Alfonso XIII para educar a sus hijos, permaneciendo en el cargo desde noviembre de 1925 hasta 1930. Proclamada la república pidió el retiro en el Ejército, acogiéndose a la llamada “Ley Azaña”.

 

   Participó en la Columna de Fuerzas navarras mandadas por el Coronel Solchaga contra los revolucionarios de Asturias, en octubre de 1934, teniendo una decisiva actuación en la recuperación de la ciudad de Oviedo. Después, como Teniente Coronel retirado se marchó a su residencia en Caravia. Fue un destacado miembro, junto con su hermano Jorge, de la Unión Militar Española.

 

   A primeros de marzo de 1936 se encontraba en Argentina y al estallar el Alzamiento Nacional regresó inmediatamente a España poniéndose a las órdenes de Franco. Fue nombrado Jefe de Estado Mayor de la Columna del Coronel Beorlegui, que se dirigía a Irún y San Sebastián. A lo largo de toda la Cruzada continuó en su decisiva tarea de Jefe del Estado Mayor del General Dávila o del Generalísimo Francisco Franco.

 

   Por su dirección de la ofensiva desde la línea del río Deva a la ocupación de Gijón, obtuvo la Medalla Militar Individual y su ascenso a General. Finalizada la Campaña del Norte, organizó el Ejército del Centro, cuyo Cuartel general se encontraba en Medinaceli, agrupando una masa de maniobra muy fuerte formada por las Unidades que habían actuado en el Norte, las de África y los italianos. La ocupación de Teruel por los rojos, hace que se reconstruya el Ejército del Norte, donde es destinado, interviniendo en las batallas de Alfambra, Aragón, Ebro y la Ofensiva de Cataluña.

 

   Terminada la contienda ocupó el cargo de Jefe del Alto Estado Mayor. El 27 de junio de 1940 fue nombrado Ministro del Aire, que desempeñó hasta el 20 de julio de 1945. En 1940 ascendió a General de División. En 1951 se le encargó la presidencia de la Junta de Energía Nuclear y del Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica. Tras la victoria electoral de Eisenhower el 22 de abril de 1953, se alcanzó un acuerdo militar negociado en sus aspectos militares por Juan Vigón y el general norteamericano August W. Kissner en sus aspectos militares. Este acuerdo supuso el abandono de la tradicional neutralidad española de producirse una guerra entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

 

   Posteriormente ascendió a Teniente General y pasó a ocupar la presidencia de la Junta de Energía Nuclear y del Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica. Juan Vigón fue quizás el más caracterizado de los miembros Militares de Renovación Española que mantuvieron siempre su fidelidad a Franco y al Régimen del 18 de julio, lo mismo que otros muchos monárquicos. Fue autor de un Manual de Fortificación y de otros trabajos científicos sobre asuntos Militares. Falleció en Madrid el 25 de mayo de 1955. El 18 de julio de 1955, el Jefe del Estado le concedió el título de Marqués de Vigón.