La muerte no es el final es una canción cristiana compuesta por el sacerdote español Cesáreo Gabaráin Azurmendi (1936-1991) tras haber perdido a Juan Pedro, un joven de 17 años que era organista en su parroquia.
Dicho sacerdote compuso centenares de canciones, algunas mundialmente conocidas como Pescador de Hombres (“Tú has venido a la orilla …”). Posteriormente, las Fuerzas Armadas de España adoptaron esta música como himno que se entona en homenaje a los que han muerto realizando actividades militares en toda la Historia dentro del Ceremonial en Homenaje a los Caídos por España. Esta adopción tiene su origen en el año 1981, cuando el Teniente General José María Sáenz de Tejada la escuchó en el transcurso de un funeral e imaginó en qué medida realzaría el traslado de la tradicional corona de laurel hasta la Cruz en los ceremoniales militares de homenaje a los Caídos.
La perfilación de la versión definitiva de la música para destino castrense fue llevada a cabo por Tomás Asiain.
A continuación, la letra de la canción:
Tú nos dijiste que la muerte
no es el final del camino,
que aunque morimos no somos,
carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Cuando la pena nos alcanza
por un hermano perdido,
cuando el adiós dolorido
busca en la Fe su esperanza.
En Tu palabra confiamos
con la certeza que Tú
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.
Ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz
Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo
nos regalaste la vida,
como en Betania al amigo.
Si caminamos a tu lado,
no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
Pueden escuchar parte de una canción en el vídeo-homenaje que la FNFF realizó a todos los Caídos por Díos y por España, pinchando
aquí.
Fuente: AJE