8 de Febrero, Málaga es Nacional Septuagésimo sexto aniversario
de la liberación de Málaga por las tropas nacionales.
Jesús de Castro
El 17 de julio se han alzado las tropas nacionales en Melilla al mando del coronel Yagüe como jefe militar de la Legión. Mientras tanto en España, ante la amenaza comunista que hace tener a la población en el miedo y la miseria se están organizando grupos de carlistas, falangistas y conservadores para poner freno a tal amenaza. La guerra justa es algo que ha sido debatido en numerosos libros pero hay que sostener que cuando una nación se encuentra oprimida y bajo el yugo de la amenaza constante de ideologías, republicanos de izquierdas y numerosos grupos que se unirían representando a la anti-España no hay algo tan justo como que un puñado de hombres despierten del letargo defendiendo aquello que están viendo cómo se destruye.
Tras el levantamiento del coronel Yagüe en Melilla, el general Francisco Franco se desplazaría a la Península al frente del ejército, de manera que se alzaron al compás de estas tropas lugares como las dos castillas, Galicia y las zonas andaluzas del Guadalquivir. No cabrá decir que los pueblos agrar ios se alzaran al compás del ejército rojo pues elevando la mirada a lugares como Vascongadas y Navarra nos llamará la atención el alistamiento de numerosos hermanos y familias en las filas de requetés que defenderían incluso con su propia vida la Católica España y su unidad ya comenzaban a apreciarse los resquebrajos nacionalistas y separatistas que cobraban fuerza apoyados notablemente en el bienio izquierdista desde que llegaría a 1933.
Al tiempo que gran parte de los españoles se levantan en defensa de la Catolicidad y unidad españolas, otra parte irán sumándose a esas hordas que sirviendo de laboratorio a la Rusia soviética constituirán lo que he venido atrás definiendo como la anti-España .
Respecto al carácter político de Málaga destacaré que el primer diputado comunista sería elegido en gran mayoría por esta ciudad, una ciudad que destacaba por la importante entrada de flota en su puerto marítimo del Mediterráneo, esto le otorgaría gran importancia a la hora de la alimentación, mercancías y comunicación; resultaba vivir esta ciudad del trabajo agrícola.
Málaga constituía un importante bastión del Frente Popular y podría llegar a encontrarse aislada respecto a las demás ciudades del Sur de España. El ejército nacional había logrado el triunfo en Sevilla, Cádiz, Córdoba, Jerez, Granada y Campo de Gibraltar. Claro que el bando republicano -los rojos- dominaban aún en Almería, Jaén, Málaga y zonas muy concretas de las provincias Granada, Córdoba y Sevilla.
El avance de las tropas sería pronto favorable al ejército nacional que además del ejército regular que llegaba debemos añadir los procedentes del Norte de África y la coordinación táctica que posibilitaría una sistemática ofensiva por parte del Gral. Queipo de Llano.
Algunos mandos republicanos malagueños consideraría principal el corte de los efectivos nacionales que podrían entrar por el Estrecho de Gibraltar[i]. Esto teniendo en cuenta que en el puerto malagueño se encontraba la flota republicana del Mediterráneo. La insistencia del Coronel José Asensio Torrado les haría desistir y no centrarse en el Estrecho de Gibraltar. Cabría hacer hincapié en la figura del Coronel Asensio y el significado que tuvo para su bando, es decir, para el comunismo. Una de las ciudades en las que destacará el Coronel Asensio es en Málaga, anteriormente había destacado en el asalto al Cuartel de la Montaña que todos bien conocemos y volvería a destacar en el asedio al Alcázar de Toledo. No destacaría en ninguno de estos dos lugares para gloria de la causa comunista sino en detrimento de ella, legando así a ser conocido en el ejército como “el general de las derrotas”. Los versos de Pemán dicen que cuando se ha de consumar la maravilla de una gran hazaña, los ángeles que están en su silla miran a Dios y piensan en España”. Bien pensaban en España que la defendían constantemente de estos enemigos.
“Miran a Dios y piensan en España”, valga tenerlo presente al considerar el estado en que se encontraba Málaga en aquellos días pues allí se presentaron representaciones regionales de CNT-UGT para solicitar una columna que conquistara Sevilla, dominada por Queipo de Llano. Reunidos los “cenetistas” y “ugetistas” en la plaza de toros supieron que contaban con más de mil hombres disponibles para marchar a Sevilla. Harta osadía y valentía la del ejército nacional con sus detentes y oraciones que no se amedrentaría ante la situación malagueña.
Domina, entonces, el ejército rojo en Málaga estos días en que las tropas nacionales desean acceder y llegar a la ciudad mediterránea para reconstruirla. Su S.I. Catedral ha sido herida y dentro de ella el Cristo que se encuentra en su capilla[ii]. Las tropas comunistas viven estos días como en un infierno deseando salir de él pero no parecen tener escapatoria a pesar de llegar tropas republicanas por doquier. Acuerdos, discusiones, mapas sobre la mesa y disparos nublan las mentes de unos hombres que creían defender una causa inamovible que hoy se les viene abajo en la España que ve la luz con la llegada de aquellos falangistas, requetés, regulares y legionarios por diversas ciudades. Esas tropas llegan como si se tratase de cruzados en medio de la corrompida ciudad que reformarán. Ya le han dado la bienvenida otras ciudades y muchas rodillas se han hincado ante ellos. Pero solamente son unos hombres que intentan salvar su patria
El Gral. José Miaja Menant baja desde Madrid, a la orden del Gobierno, para atacar Sevilla y Córdoba. Antes establecerá su cuartel general en Andujar. Andalucía parece ser el lugar al que llegan más personalidades del ejército rojo en este tiempo. A parecido compás se dirige en Gral. Martínez Cabrera que tiene como misión el frente de Granada, la Tercera División. No bajará solamente hasta Granada sino que irá coordinando las fuerzas que operan desde Málaga y Almería. El republicanismo andaluz parece llegar a su paroxismo pero estos generales siguen adelante sin abandonar. No es sencillo devolver España a los brazos de la catolicidad y la unidad y por eso los generales Miaja y Martínez Cabrera avanzan a las tierras del Sur.
En febrero de 1937 llegan a Málaga las tropas nacionales lideradas por el General Queipo de Llano y el General Muñoz Grandes acompañados por voluntarios italianos del Corpo Truppe Volontaire, al mando del General Mario Roatta, que devolverán a Málaga a los brazos españoles y renace la esperanza de la ciudad mediterránea que parecía esperar una mortaja. A pesar del olor a pólvora durará poco pues los estandartes nacionales se ven llegar desde los pueblos malagueños. A pesar de los civiles que salen por la carretera Málaga-Almería, la ciudad costera parece entonar el Te Deum. Se intentará culpar a las tropas nacionales con el sentimentalismo propio al hacer referencia a aquellos republicanos que salieron por la carretera costera sin hacer hincapié ni apreciación alguna acerca de lo que realmente supondría la liberación de Málaga de manos de las hordas marxistas. En España la historia no la han escrito los vencedores en las guerras sino los vencedores en despachos sin importar a quienes se sientan en esos salones la voluntad por la que se alzara el pueblo español y la defensa de su Tradición e historia. Aquí las batallas armadas las gana el estandarte nacional y la Cruz pero la historia la cuentan los candelabros de despachos y sus compases, sin haber aprendido de la pobre piconera[iii].
Notas:
[i] Estudios de Arte, Geografía e Historia, 6, 1983, 392. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga.
[ii] El Santísimo Cristo Mutilado de la S.I. Catedral de Málaga. Talla de tamaño natural que formaba parte del conjunto retrablístico de la Iglesia del Sagrario, la cual fue saqueada por los rojos durante la Cruzada de Liberación nacional. Finalizada la guerra la talla del Crucificado (ya herida) fue recogida por un grupo de mutilados que fundarían una hermandad procesional. Debido a la jerarquía postconciliar que de forma maritainista busca conformar a los poderes políticos y permitir se ultraje la Catolicidad española, la última salida en procesión fuera de la S.I. Catedral tuvo lugar en 1976. A pesar de existir una bula pontificia de S.S. Pío XII al respecto.
[iii]
Y que aprenda España entera
De la pobre piconera
Como van el mismo cetro
Royendo de su madera
Los enemigos de dentro
Cuando se van los de fuera.
(Cuando las Cortes de Cádiz, J.M. Pemán)