PPG – FNFF
Matías Montero y Rodríguez de Trujillo nació en Madrid, en la calle Carranza, el 28 de junio de 1913. Estudió en el Colegio de los Sagrados Corazones, en la calle Martín de los Heros, de Madrid. No pudo ingresar en la Escuela Naval por miopía y decidió estudiar Medicina.
Escribió a
Ledesma Ramos el 9 de Febrero de 1931, pidiendo información sobre las JONS, donde acabó militando. Colaboró en la redacción de los estatutos del SEU, junto con
Manuel Valdés Larrañaga, Julio Ruiz de Alda,
David Jato Miranda y Alejandro Allanegui. Primer estudiante caído, el 9 de Febrero de 1934. Fue asesinado por la espalda, de cinco balazos, cuando regresaba a su casa después de vender el número 6 de la revista FE. Tenía 20 años y parece ser que fue en represalia por el asalto a la FUE en la Facultad de Medicina, en represalia de una agresión a un militante del SEU el 24 de Enero de 1934.
Fue asesinado en la calle Mendizábal nº 70. Vivía en la calle Marqués de Urquijo, 21, a donde se dirigía. Estudiaba 5º curso de Medicina. Le llegaron a disparar hasta cinco tiros.
Huérfano de padre y madre, vivía con su hermana Ángela, en casa de su abuela materna y sus tías Rosario y Rafaela Rodríguez de Trujillo. Su padre murió en 1918, y su madre el 10 de mayo de 1921, cinco días después de hacer Matías la Primera Comunión. Un hermano suyo murió en 1943.
El asesino fue el socialista Francisco Tello Tortajada, del grupo Vindicación de Santiago Carrillo, miembro de las Juventudes socialistas y de la FUE. También fue detenido como cómplice Francisco Mellado Menacho.
Placa por Matías Montero
“¡Hermano y camarada Matías Montero y Rodríguez de Trujillo: gracias por tu ejemplo! ¡Que Dios te dé eterno descanso, y a nosotros nos niegue el descanso hasta que sepamos ganar para España la cosecha que siembra tu muerte! Por última vez:
¡Matías Montero y Rodríguez de Trujillo! ¡Presente! ¡Viva España!”.
Según el periódico
El Sol, del 17 de febrero de 1934, el día anterior se celebró un Funeral por el descanso del alma de Matías Montero en la Iglesia de los Sagrados Corazones de Madrid. Asistió
José Antonio, el señor Goicoechea y afiliados que se calcula en unos 1.500. A salida del templo
José Antonio fue saludado con el brazo en alto.
Durante la Cruzada y por orden de 5 de febrero de 1938, el Ministerio de Educación Nacional, dirigido por Pedro Sainz Rodríguez, declaró festivo en los Centros Docentes de toda España el 9 de febrero de cada año, denominándose Día del Estudiante Caído. La fecha se convirtió en una de las principales de reivindicación de la propia Falange, y siguió celebrándose después de la muerte de Franco, llegando incluso hasta la actualidad.