¡Tu carrito está actualmente vacío!
Puedes consultar la información de privacidad y tratamiento de datos aquí:
- POLÍTICA DE PROTECCIÓN DE DATOS
- SUS DATOS SON SEGUROS
Es cierto que nuestros adversarios del interior y del exterior pretenden un juego torpe, por demasiado claro. Es evidente que un problema que no tuviera solución en el Sistema constituiría un ataque al mismo. La subversión fría puede definirse como aquella actitud que pretende crear problemas insolubles para demostrar la ineficacia del Sistema y plantear problemas que conduzcan a soluciones que, de prosperar, no serían tales, sino que rompe-rían y falsearían el sistema político, social y económico que hemos logrado. El intento sistemático de contabilizar con preferencia lo que falta que lo que hemos logrado persigue, indudablemente, el afán de confundir, poniendo de relieve problemas insolubles, por utópicos y falsos, para que, en la confusión, se pierda la clara visión de cuanto hemos logrado. Tal actitud es la sustancia de la subversión y también de la demagogia. Pero el pueblo español ha adquirido en estos años clara conciencia cívica y no caerá nunca en tan grosera trampa. El hecho, para los que vean la realidad con ojos limpios, es que hemos dado un salto histórico incalculable en sus consecuencias. Necesitamos todavía andar el camino final que dé a nuestro Sistema, a nuestras estructuras, a nuestras realidades, toda la perfección operativa que, completando lo hecho, consolide definitivamente la vía de una firme esperanza futura. Y en ello estamos, y los españoles de buena voluntad lo ven, lo saben y lo aprueban.
Francisco Franco Bahamonde
(18-XI-1971: Discurso en la X Legislatura de las Cortes.)