Ramiro de Maeztu, el defensor de la Hispanidad.

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Ramiro de Maeztu Whitney nació en Vitoria, Álava, el 4 de mayo de 1875. Hijo del Ingeniero Manuel de Maeztu Rodríguez, un hacendado cubano de origen navarro que conoció a su madre, Juana Whitney, hija de un diplomático inglés, en París, y con la que se casó cuando ella tenía dieciséis años. Tuvo cuatro hermanos: Ángela, Miguel, la pedagoga María de Maeztu y el pintor Gustavo de Maeztu.
 
   Fue un exponente destacado de la llamada Generación del 98. Tras estudiar Bachillerato, se trasladó a Cuba donde trabajó en una plantación familiar. Luego residió en París, dedicado a actividades comerciales. Se trasladó a Londres como corresponsal de varios periódicos españoles y del diario bonaerense La Prensa.
 
   De regreso a Madrid, apoyó el Golpe de Estado del General Miguel Primo de Rivera y Orbaneja y, en 1928 fue nombrado Embajador en Argentina. Allí tuvo ocasión de tratar con Zacarías de Vizcarra, el artífice en 1926 de la idea de «hispanidad», que Maeztu asumió como propio y después abanderó.
 
   Vuelto a España colaboró en la revista Acción Española, que propuso llamar Hispanidad, escribiendo también la presentación de la misma, que se publicó sin firma, y mereció el Premio Luca de Tena y de la que llegó a ser Director.

 
 
   Participó en la creación de Renovación Española y del Bloque Nacional, resultando elegido diputado con Renovación Española por Guipúzcoa (1933–1935). Durante esos  años se convirtió en uno de los ideólogos de más peso, con obras como Defensa de la Hispanidad (1934). Fue elegido Miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas (1932), y Académico de la Lengua (1935), donde pronunció como discurso de ingreso La brevedad de la vida en la poesía lírica española (1935).
 
   Fue autor, entre otras obras, de: Don Quijote, don Juan y la Celestina (1926); La crisis del humanismo (1919); y Hacia otra España (1899).
 

   Al estallar la Cruzada de Liberación Nacional se escondió en el domicilio de su amigo José Luis Vázquez Dodero, siendo detenido por los rojos el 28 de julio y llevado a la cárcel de Ventas de Madrid, donde hizo gran amistad con Ramiro Ledesma Ramos, también detenido. Allí su única esperanza fue que las Tropas Nacionales del Caudillo Francisco Franco pudieran liberar Madrid y así conseguir la libertad y salvar la vida.
 
   Estaba escribiendo la obra Defensa del Espíritu, pero se perdió al hacerla desaparecer los milicianos cuando se la encontraron escondida entre sus ropas. En la madrugada del 28 de octubre de 1936 fue sacado de la prisión por milicianos rojos frentepopulistas y asesinado en Aravaca, junto con Ramiro Ledesma Ramos y 30 presos más.
 
   Antes de morir les dijo a sus verdugos: “Vosotros no sabéis por qué me matáis. Yo sí sé por lo que muero: ¡para que vuestros hijos sean mejores que vosotros!”.
 
   En 2011 el Ayuntamiento de Madrid colocó una placa en la casa en que vivió hasta su muerte situada en la calle de Espalter, 13.  
 
 

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