Mercedes Milá Nolla, la abnegación

 
PPG – FNFF 
 
 
Mercedes Milá Nolla nació en Barcelona el 22 de Septiembre de 1895. Prima de José María Milá y Camps, Conde de Montseny, cuyo hijo José Luis Milá y Sagnier fue el padre de los populares periodistas de TV Mercedes y Lorenzo Milá. Su padre fue Comandante de Marina de Ceuta. Durante la estancia en dicha ciudad su familia hizo amistad con la del entonces Teniente Coronel Francisco Franco, cuando éste mandaba La Legión.
 
   Una vez que se trasladaron a Madrid, hizo los estudios de Enfermera en la Cruz Roja Española, obteniendo el carnet como Dama Enfermera de 1ª clase de la Cruz Roja el día 3 de junio de 1921. Años después, con una beca de la Fundación Rockefeller acudió al Belford College de la Universidad de Londres para realizar un curso de Directoras de Escuelas y Hospitales. Al fallecer su padre, su madre decidió trasladarse a Reus con su familia, por lo que Mercedes se quedó sola en su piso madrileño del paseo del General Martínez Campos, en donde también tenía su despacho. 
 
   Durante la II república fue nombrada Inspectora Secretaria de la Escuela de Instructoras de Sanidad, según orden publicada el 13/09/1934 (B.O.E. nº 256). Anteriormente y con fecha de 1 de Julio de 1934 la Dirección General de Sanidad la nombró Presidente de la Asociación Profesional de Visitadoras Sanitarias, recibiendo el encargo de realizar viajes de estudios y visitar las escuelas de enfermería de Varsovia, Budapest, Lyon y Viena. Fundó la revista La Visitadora Sanitaria que se publicó durante 1934 y 1935.
 
   Fue comisionada junto al doctor Pedro Blanco Grande, Jefe de Sanidad de Madrid, para asistir al Congreso Internacional de Hospitales que se celebró en Roma en el mes de Junio de 1935. Se incorporó al Claustro de Profesores de la recién creada Escuela de Enfermeras Sanitarias, de la Dirección General de Sanidad, a cuyo frente estaba el Doctor Pittaluga y cuyo Secretario, el Doctor Estellés, hizo gran amistad con Mercedes a pesar de las diferencias políticas entre ambos. 
 
   Al comenzar la Cruzada Nacional de Liberación, éste último le encargó organizar al personal de enfermería en el hotel Ritz, incautado y convertido en Hospital por los rojos. Avisada de que la buscaban los milicianos frentepopulistas para asesinarla, cogió el primer tren que salió hacia Barcelona con su uniforme y documentación de enfermera alojándose en Reus en casa de su madre.
 
   En Madrid corrió el rumor de que Mercedes había sido asesinada. A los pocos días de llegar a Reus, escribió una carta a la princesa Anna de Schwarzenberg, Secretaria del Consejo Internacional de Enfermeras de la Cruz Roja exponiéndole la situación en la que se encontraba, recibiendo como respuesta una reclamación diplomática para que se incorporara con urgencia a Suiza, a donde la acompañó su madre.
 
   Al poco tiempo regresó a Francia y a los quince días cruzó la frontera hacia España por Hendaya, llegando a Zona Nacional en Salamanca. Se presentó al Caudillo en el Cuartel General del Generalísimo, que le encargó que se hiciera cargo de la dirección de enfermería de hospitales. Fue la única mujer que formó parte del Cuartel General del Generalísimo, ostentando en su uniforme la placa reglamentaria.
 
   Es tal el éxito en la organización de dichos servicios por su parte, que el 24 de Marzo de 1937 es nombrada Inspectora General de los Servicios Femeninos de Hospitales, (B.O.E. nº 157 de 26/03/1937) cargo en el que siguió hasta finalizada la contienda. El resultado de su gestión fue excepcional: un total de 15.038 Sanitarias Subalternas prestaron servicios en los diferentes centros durante la Cruzada, de ellas 8.938 poseían el título de Enfermeras.
 
   Entonces, le encargan la creación del Cuerpo de Damas Auxiliares de Sanidad Militar. El primer reglamento del cuerpo de Damas de Sanidad fue aprobado por orden de 31 de julio de 1941 (D.O. nº 172/5 de Agosto de 1941). Aquellas heroínas de guerra ejercieron un protagonismo destacado junto al Soldado a partir de julio de 1941; un total de 87 partieron hacia Alemania para prestar servicios en la División Azul como enfermeras de la Cruz Roja Alemana. La primera expedición de la División Española de Voluntarios salió de Madrid, Estación del Norte, el 15 de julio.
 
Mercedes Milá en el centro, junto a Celia Giménez 
 
   Estuvo igualmente al mando de la Agrupación de Enfermeras Militares que acudieron al frente de Rusia con la División Española de Voluntarios y al regreso siguió ocupando el cargo de Inspectora General.
 
   Creó el boletín Cruz de Malta, órgano de las Damas Auxiliares de Sanidad Militar, suplemento de la revista Medicina y Cirugía de Guerra, que se publica durante cinco años con periodicidad trimestral, entre 1947 y 1951.
 
   Asistió a la Conferencia Internacional de Enfermería celebrada en el Belford College de Londres en Julio de 1952 representando a la Inspección General y como Presidenta de la Asociación Profesional de Enfermeras. En Abril de 1959 presidió en Madrid la V Reunión Nacional de Sanitarios. Se jubiló a finales de los años 60.
 
   Colaboró en el libro Los Médicos y la Medicina en la guerra civil española, Madrid-1986, con el capítulo titulado La mujer en la guerra: Enfermeras, editado por los Laboratorios Beecham.
 
   Estaba en posesión de varias condecoraciones como la Medalla de la Cruz Roja, Medalla de la Campaña, Placa y Cruz Roja del Mérito Militar y otras.
 
   Enfermó de artrosis de cadera, sufriendo una fractura del fémur izquierdo, lo que la obligó a deambular con muletas y finalmente en silla de ruedas. Estando hospitalizada en el Centro Militar del Generalísimo, falleció el 13 de diciembre de 1990 a la edad de 95 años, siendo enterrada en el Cementerio de La Almudena de Madrid.
 
 

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