Bartolomé Soler, escritor falangista catalán

 
 PPG – FNFF
 

Bartolomé Soler nació en Sabadell, Barcelona, en 1894. Narrador, ensayista y dramaturgo. Sin apenas contar con ninguna formación académica, emigró a Hispanoamérica a los dieciocho años y, tras trabajar en los más pintorescos oficios en Argentina y Chile, regresó a su ciudad natal en 1922. Ese mismo año fundó una compañía de teatro, con la que logró debutar en el prestigioso Teatro Romea de Barcelona.
 
   Residió varios años en Madrid y, en 1930, viajó de nuevo al continente americano, para realizar una extensa gira por diferentes países de la América Hispana e impartir unos cursos de Literatura española en el estadounidense Middlebury College. Firme partidario de reivindicar, según su juicio, las afinidades culturales entre Cataluña y Castilla, el autor pronunció varias conferencias en numerosas instituciones culturales.
 

   Fue un intelectual atípico dentro de su generación: se mostró contrario a los preceptos del noventayochismo y apenas redactó alguna obra en catalán. Influido por la experiencia americana, escribía relatos trágicos sirviéndose de las técnicas del naturalismo. En 1927 editó su primera novela Marcos Villarí.
 
   Otras narraciones destacadas suyas son:
Germán Padilla (1927);
Almas de Cristal (1940);
La vida encadenada (1945);
Karú-Kinká (1946);
La llanura muerta (1947);
Patapalo (1949), con la que obtuvo el Premio Ciudad de Barcelona;
La selva humillada (1951); y Los muertos no se cuentan (1960), por la que recibió el Premio Nacional Miguel de Cervantes.
 
   Como dramaturgo cosechó un importante éxito en la crítica teatral de la época por la obra estrenada en Buenos Aires: Adversarios (1930), escenificada en España con el nombre de Guillermo Roldán.
 
   También son importantes: Alas en la aldea; ¿Quien mató a Pérez?; y Gol.
   En lengua catalana: Anna Maria (1932); y El marqués i la seva filla (1932); forman también parte de la producción teatral del autor.
 
   Se sumó al Alzamiento Nacional del 18 de julio y se afilió a la Falange. Contribuyó con sus escritos en la Cruzada de Liberación Nacional. Fue admirador, toda su vida, de José Antonio y del Caudillo Francisco Franco.
 
   En 1963 salió publicado el primer volumen de sus memorias, bajo el epígrafe de Mis primeros caminos. Le siguieron: La cara y la cruz del camino (1963); y Mis últimos caminos (1965) que completan la trilogía autobiográfica del literato sabadellense. Falleció en Palau Solitario de Plegamans, Barcelona, en 1975.
 
 

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