Fernando María Castiella y Maíz, Ministro de Asuntos Exteriores que consiguió grandes logros

 

 

 

 

Fernando María Castiella y Maíz nació el 9 de diciembre de 1907, en Bilbao, Vizcaya. Doctor en Derecho por la Universidad de Madrid, se trasladó a París, Cambridge y Ginebra para ampliar sus estudios. Diplomático. Fue Vicepresidente de la Confederación Nacional de Estudiantes Católicos. Más tarde, trabajó en el diario de la Asociación Católica de Propagandistas El Debate, donde dirigió la sección de política exterior. Fue nombrado en 1935 Catedrático de Derecho Internacional Público y Privado, y Miembro del Tribunal Permanente de Arbitraje Internacional de La Haya, desde 1939 hasta su muerte.

 

   Al comenzar la Cruzada Nacional de Liberación, se hallaba en Madrid, logrando pasarse a Zona Nacional, incorporándose al Ejército como Oficial de Estado Mayor, puesto que ocupó durante toda la contienda. Militó en FET y de las JONS. Fue Combatiente Voluntario en la División Azul para combatir al comunismo en la URSS, a donde acudió como tantos otros de Soldado raso, por no quedar plazas de Oficial. Sirvió en la Sección de Asalto de la 15ª Compañía, Plana Mayor, del Regimiento de Infantería 262. Posteriormente fue destinado al Cuartel General. Le fue concedida la Cruz de Hierro de 2ª Clase, el 15 de abril de 1942.

 

 

   A su regreso, fue nombrado Catedrático de Estudios Superiores de Derecho Internacional Público de la Universidad de Madrid e ingresó en la Tribunal Permanente de Arbitraje Internacional de La Haya. Posteriormente fue nombrado, en 1943, Director del Instituto de Estudios Políticos, hasta 1948, y primer Decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de Madrid. Elegido Procurador en Cortes, elaboró el Fuero de los Españoles. Fue Embajador en Lima, Perú, desde 1948, y ante el Vaticano, desde 1951 hasta 1956. Como Embajador ante la Santa Sede negoció el Concordato de 1953.

 

 

   Fue nombrado Ministro de Asuntos Exteriores el 25 de febrero de 1957, logrando el ingreso de España en la OCDE y en el Fondo Monetario Internacional, abriendo las conversaciones con el Mercado Común, y se distinguió por sus esfuerzos de negociación con el Reino Unido, sobre la cuestión de Gibraltar, en el marco del proceso de descolonización llevado a cabo en las Naciones Unidas. El 9 de febrero de 1962 hizo la solicitud de España de ingreso en la Comunidad Económica Europea por primera vez, presentada al Presidente del Consejo Maurice Couve de Murville. Participó en la Conferencia Constitucional, de 1967 a 1968, que elaboró la Constitución de Guinea Ecuatorial de 1968.

 

 

   En 1969 fue sustituido en el Ministerio por Gregorio López Bravo. Perteneció a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Posteriormente, continuó dando clases de Doctorado en la Universidad Complutense de Madrid sobre Derecho Internacional. En 1941 compartió el Premio Nacional de Literatura “José Antonio Primo de Rivera” con José María de Areilza por su obra Reivindicaciones de España.

 

   Publicó en 1976 el extraordinario libro Una batalla diplomática. Celebrando el centenario de su nacimiento, la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas le dedicó el libro Entre la Historia y la Memoria, coordinado por Marcelino Oreja, José Joaquín Puig de la Bellacasa, y Rafael Sánchez Mantero. Estuvo casado con Soledad Quijano Secades, y tuvieron cuatro hijos: Fernando, Sol, Begoña y Cristina. Falleció en Madrid, el día 25 de noviembre de 1976, a los 68 años de edad.